martes, 16 de abril de 2013

CANCUN ES CULTURA... de la simulación I



Alejandro Ramos, director del Instituto de la Cultura y las Artes, Julian Ricalde, Presidente Municipal de Benito Juárez, el escultor Gregory Pototsky y la actriz Natsha Shell


El lingüista ucraniano Yuri Valentinovic Knorosov logró descifrar los primeros jeroglíficos mayas, Yuri fue un hombre entregado al conocimiento, un sabio que en vida lo criticaban sin sustento y no fue sino hasta el invierno de su existencia que se reconoció su logro intelectual. Murió abandonado en un frío pasillo de un hospital y lo enterraron en lo que fue un basurero.

El Mundo Maya le debía un reconocimiento pero ningún gobierno o institución había pensado en dignificar su legado con un monumento. Al inicio del 2012, el mundialmente reconocido escultor ruso, Gregory Pototsky, de muto propio se acercó al Instituto de la Cultura y las Artes de Benito Juárez (ICABJ) con la voluntad de “regalar a la ciudad de Cancún” una escultura del maestro Knorosov.

Con pompa, 17 centavos, un tubo mal soldado, bailables típicos y jóvenes acarreados, el 23 de marzo 2012, la escultura de Gregory Pototsky se colocó en el jardín ubicado entre Av. Bonampak y Av. Kukulkán. Ese día, pronuncié un discurso en homenaje a la obra de Knorosov y además de explicar a detalle los logros epigráficos del sabio ucraniano, mencioné que finalmente se dignificaba en el Mundo Maya a la obra de Valentinovic y que la escultura de Pototsky formaría parte de nuestros referentes escultóricos urbanos, creando identidad, pertenencia y arraigo, es decir, tres de los valores sociales que carecemos.


En aquellos soles colaboraba con el ICABJ y durante la inauguración le dije a su director, Alejandro Ramos: la base de la escultura tiene un tubo mal soldado y quedó muy frágil… “no, así está bien” fue la respuesta de Alejandro. Semanas después se la intentaron robar “Ya ves, te lo advertí”, le comenté a Alejandro… “no, no, no, lo que pasa es que el tubo no aguantó y se dobló…” esa fue su respuesta, cuando fui a ver la escultura, el tubo no estaba doblado sino serruchado. Debes colocarla de otra manera, quizá enterrando la base en la piedra, le dije y me contestó: “así está bien, no te preocupes…”

En Agosto 2012, se robaron la escultura de Pototsky. Tiziana Roma azuzó a través de facebook a Alejandro para que --dos días después-- despertara de su sonrisa e hiciera la denuncia de robo en el Ministerio Público; lo hizo y cuando supieron que valía 280 mil dólares, rápidamente apareció la escultura; la tenía el joven Wilberth Hernández. La versión oficial indica que el muchacho dijo que le llevaron la escultura en una camioneta y la compró como chatarra. Le tomaron una fotografía para exhibirlo en los periódicos, los boletines oficiales ensalsaron la recuperación encubriendo la ineptitud y Wilberth salió libre por no ser considerado un delito grave el robo de la escultura, la cual, por cierto, se localizó incompleta.

Desde Agosto 2012 que se perdió y luego se recuperó sin el fragmento superior, el director del ICABJ, no ha realizado ninguna declaración sobre dónde y cuándo se volverá a colocar la escultura que el maestro Pototsky regaló a Cancún. Cuando Alejandro llegó a la dirección del ICABJ, confesó que de Cultura no sabía mucho pero que “le iba a echar muchas ganas…” ahora bien, ganas se necesitan para cargar costales de frijoles en la Central de Abastos, pero para dirigir un Instituto de Cultura, se precisa contar con capacidades intelectuales, criterio, visión y palabra.

Estas penosas situaciones suceden cuando se privilegia la distribución de cotos de Poder entre las tribus partidistas de una alianza electoral que “ven al gobierno como un botín” y no se designa a los individuos con las capacidades para ejercer con criterio la dirección de un Instituto de Cultura ¿quién pierde? “El desarrollo cultural de nuestra comunidad” ¿quién gana? “Aquellos que procuran y alientan la mediocridad del Progreso Involutivo y la enajenación de la conciencia social”.

Estimado Alejandro Ramos: por ser tu responsabilidad, desde hace 9 meses te lo he inquirido en privado y tu desidia me conduce ahora a cuestionarte delante a la opinión pública: ¿Dónde está físicamente la escultura de Knorosov y cuándo y dónde la van a colocar con firmeza? Te recuerdo que es un regalo que Pototsky realizó a la ciudad de Cancún y también que la memoria de Yuri Valentinovic Knorosov, la filantropía y calidad plástica del escultor Gregory Pototsky, así como el patrimonio urbano y los ciudadanos cancunenses: estamos siendo agraviados por la indiferencia, por las limitaciones y por la ausencia de criterio que revelan tus actos detrás de tus silencios. Estás emplazado a responder públicamente. Saludos cordiales. Claudio Obregón Clairin.










viernes, 12 de abril de 2013

Reflejos del Yo




Shakespeare preguntó: ¿ser o no ser, esa es la cuestión? Pero si ya soy, no puedo –al mismo tiempo-- dejar de ser, entonces la pregunta sería ¿cómo soy? En un marco histórico y en Meditaciones del Quijote, Ortega y Gasset responde: “Yo soy yo y mi circunstancias” sin embargo, las circunstancias no son una situación vital, son circunstanciales y nuestra voluntad nos permite evolucionar ignorándolas o trascendiéndolas.

Los pensamientos de los europeos del siglo XVII se renovaron buscando a los clásicos. La reforma protestante fulminó de un solo golpe la unidad europea; los seres humanos se supieron insignificantes delante al cosmos; a la Tierra se le concedió un lugar de comparsa en el concierto planetario y se descubrieron nuevos territorios.

En el centro de las novedosas confusiones, apareció René Descartes quien infructuosamente buscó respuestas en los libros y decidió explorarse a sí mismo para encontrar un método que pudiera dar sentido a la existencia.

Descartes buscaba absolutos y tuvo la “brillante” idea de otorgarle a la filosofía el grado de exactitud que tienen las matemáticas, fundamentando así, la fe de la razón. Según él, toda actividad de la conciencia (reflexiones, ideas, engaños etc.) supone la existencia de un “Yo” que piensa, que duda, que engaña… se puede dudar de todo menos de que pensamos; por tanto, existimos. Ahora bien, para pensar, se necesitan ideas y se preguntó: ¿de dónde salen las ideas? Según él, las ideas son innatas. 

René recopiló los conceptos de San Anselmo y con silogismos determinó que la idea más perfecta, es la existencia de Dios, por tanto, Dios existe porque sería un absurdo que la idea más perfecta que se puede pensar, no existiera. Dios garantiza que nuestra razón no se equivoca y a través de ella podemos volver tangible la verdad. Temerariamente René  aseguró que “todos” los seres humanos tenemos la misma razón (¿Habrá querido decir que en su siglo XVII: un maya rebelde, un aborigen australiano, un guerrero gay de la tribu Kinakau del antiguo Congo, el confidente de su protectora --la reina Cristina de Suecia-- y un adolescente Inuit: tenían la misma codificación y por lo tanto, compartían la misma razón?).

Descartes publicó en 1637 un método que resultó más bien un recurso para sustentar el monoteísmo católico, con el que los niños tarahumaras, los del Kurdistán, o los de las favelas brasileñas, pueden lograr la comprensión de la verdad y ser enormemente felices. Descartes pensó que existe un solo camino hacia la verdad.  

Cazadores de Poder

La filosofía mesoamericana llamada Toltecayotl, Toltequidad o Tensegridad establece que los seres humanos somos energía, redondos y sin límites. Nuestra existencia es un desafío y la muerte es un cazador que nos acosa en cada respiración por lo que no hay tiempo para lamentos ni dudas, solamente se toman decisiones, sin importar cuales sean ya que nada es más importante que lo demás. En nuestro universo caníbal, la Toltequidad propone asumir la actitud de un guerrero de luz que caza poder enfocando el vínculo que lo une con su muerte para vivir en plenitud.

Los cartesianos ven al mundo rígido y retórico, por eso su existencia les resulta aburrida o incompleta, consecuentemente desean, desean y desean sin fin; para un guerrero de luz, el mundo es extraño, pavoroso, misterioso e insondable; evita las rutinas y procura realizar las acciones que le causan desequilibrio como si de ellas dependiera su existencia; se sabe ya muerto, no tiene nada que perder. Un guerrero de luz está consciente de que no puede cambiar y sin embargo concentra su energía en cambiar, por eso nunca se decepciona cuando fracasa. En la Toltequidad la acción es la sustancia de la vida, sin adjetivos o lucro, los actos tienen poder, el poder de reencontrarnos con la luz en vida y alcanzar la libertad.

En el mundo de razón uno quiere y desea ser querido por los demás. Los guerreros de luz quieren lo que se les antoja o a quien se les antoja, sin más, porque sí, como Los Amorosos de Jaime Sabines. Las cosas que hace la gente no son más importantes que el mundo (que también es energía), consecuentemente el guerrero de luz lucha para eliminar su importancia personal y así no sentirse ofendido por lo que hace “el otro” quien siempre muestra una cara distinta. Delante “al otro” o frente a la Unidad energética, cada instante es una nota de una partitura y ella sola no significa nada ni lo es todo, simplemente es una nota, un instante que transcurre o regresa, da igual, los que cuenta es la acción de su resonancia en el conjunto de la sinfonía.

Contradiciendo al psicoanálisis, la Toltequidad propone que no importa cómo fuimos criados, lo que determina nuestras acciones es nuestro Poder Personal y aquel que tuvo o tiene una familia recalcitrante, debe agradecer su desafío y evitar lamentarse de su destino.

Un ser humano es la suma de su Poder Personal y no la síntesis de su Historia Personal.  Los Guerreros de Luz no cuentan con remordimientos ni les da pena ajena las acciones de sus congéneres, evitan adjetivar porque los adjetivos llevan un gusano en sus entrañas: la importancia personal. 

Don Juan comentaba que ser un Guerrero de Luz es un arte: el arte de equilibrar el terror de ser una mujer o un hombre con la maravilla de ser una mujer o un hombre.

sábado, 6 de abril de 2013

Las Guerras y la Política Maya


Fotografías de Claudio Obregón Clairin.


Los ahauob (reyes mayas) invocaban a entidades divinas o consciencias inorgánicas que activamente participaban en su cotidiano y determinaban su destino bajo un orden calendárico. El universo de los mayas históricos era ritual y cíclico, las guerras estuvieron condicionadas a las posiciones que ocupaba en el horizonte el planeta Venus y con precisión observaron, siguieron y midieron los ciclos sinódicos (tiempo que toma un planeta en dar una vuelta al Sol) de Marte, Venus, Júpiter y Saturno quienes transitan alrededor de la Eclíptica, que es la banda imaginaria que va del Este al Oeste y por la cual, además de los planetas mencionados, también se desplazan la Luna, el Sol y al fondo 13 constelaciones, para nuestros mayores, la Eclíptica era una serpiente de dos cabezas y propongo que las dos cabezas son el Sol y la Luna.

Fotografía tomada de Internet, se observan los Tres Mundos Mayas y la Eclíptica del Este al Oeste.
Los mayas observaron a la Eclíptica como si fuera un engranaje de una caja fuerte al que se le dan ciertas vueltas a la derecha y otras tantas a la izquierda hasta que la correcta combinación abre la puerta. El engranaje se compone de tres niveles, en el primero circulan el Sol y la Luna (la Luna al igual que Marte, son los únicos cuerpos celestes que observados desde la percepción terrestre “meten reversa unos días para luego seguir avanzando”), en un segundo nivel, se ubican los planetas y en el plano más lejano, circulan 13 constelaciones.

Los monumentos pudieran ya estar concluidos pero no se “inauguraban - bendecían” inmediatamente después del último brochazo, como sucedió con la inauguración del Templo de la Cruz, en Palenque, en la que K’inich K’an Balam esperó a que sobre la Eclíptica estuvieran presentes Júpiter y Saturno y, al igual que sucede con la caja fuerte, se “abrieron los canales energéticos” que contactaban a los reyes divinos mayas con el movimiento planetario y las entidades divinas.

Estas expresiones de una “religión chamánica” en la que los objetos se tornan objetos nos explican la importancia del rol social del ahau (rey) quien era considerado como una representación divina sobre la tierra y su parentesco con los dioses mitológicos era la fuerza vital que sustentaba su Poder.



 Kinich B'aaknal Chaak, ahau de Toniná


La Divina Política del Macanazo

Los mayas compartieron una misma visión del universo, un origen mitológico común, pero cada ciudad tenía sus propios dioses o entidades divinas, Palenque, por ejemplo, fue una ciudad que en diversas ocasiones sufrió invasiones y asesinatos de sus ahauob a manos de los gobernantes de Calakmul y Toniná, entonces, el Ch´ulel (energía vital que contiene la sangre) de la familia real de Palenque, históricamente se transmitió por medio de las Ixahauob (reinas). Es por ello que en Palenque, la Diosa Madre Garza fue venerada como diosa tutelar al contrario de lo que ocurrió en otras ciudades mayas donde ni siquiera se le menciona. 

Templo de las Inscripciones y al fondo el Templo del Sol, Palenque, Chiapas.

Durante el reinado del famoso ahau de Palenque, K´inich Janaab’ Pakal K´in (enterrado en el Templo de las Inscripciones) la ciudad se mantuvo en relativa independencia y fue aliada de Tikal, sabemos que en 659, Pakal mismo recibió y ayudó al ahau de Tikal, Nuun Ujol Chaak quien desde hacía dos años erraba por el Mundo Maya porque había sido expulsado de su reino y perseguido por el implacable ahau de Calakmul, Yuknoom Ch’een II.

Cuando murió Pakal, su hijo K´inich K´an B´alam II contaba con 48 años y ascendió al trono el 7 de Enero de 684 y gobernó durante 18 años. Tomó a su cargo la culminación de la construcción del Templo de las Inscripciones donde fue enterrado su padre y poco tiempo después, edificó tres magníficos templos que hoy llamamos del Sol, de la Cruz Foliada y de la Cruz.

A pesar de recientes excavaciones en los templos construidos por K’inich K’an B’alam II, aún no se ha encontrado su tumba. Una escultura ubicada en el Museo de Sitio de Toniná muestra a un cautivo llamado K´an Balam quien podría explicarnos el trágico final del ahau de Palenque y por ello no se ha localizado su tumba, aunque es importante mencionar que entre las dinastías mayas se repiten los nombres de los ahauob por lo que pudiera tratarse de otro ahau y no el de K’inich K´an B´alam II.

El hermano de Kinich K´an B´alam II, Kinich K´an Joy Chitam II, ascendió al trono a los 57 años y gobernó durante 9 hasta que fue capturado por el temible ahau de Toniná, K´inich B´aaknal Chaak.

 K'inich Joy Chitam II, ahau de Palenque, Chiapas.

La fotografía de arriba, muestra al desafortunado K’inich K´an Joy Chitam II empotrado en un nicho, amarrado, sometido y triste --aunque se le representa más jóven del hombre anciano que era-- y para que el acto de sumisión dejara huella, se llamó a un artista escultor de Palenque para que fuera él quien esculpiera a su señor sometido por K’inich B´aaknal Chaak, pero… ¿quién fue este ahau de Toniná? Se trata de un extraordinario guerrero quien a la edad de 35 años llegó al poder, desconocemos si su antecesor, el Gobernante 2 fue su padre, lo cierto es que éste, tuvo un final deshonroso a manos de K’inich K´an Balam II, ahau de Palenque y hermano del infortunado K’inich K’an Joy Chitam.

Antes de la captura de K’inich Joy Chitam, K’inich B´aaknal Chaak intentó tomar revancha y dirigió una Guerra Estrella (guerra nocturna que se realizaba cuando al atardecer se veía a Venus sobre el horizonte) contra la ciudad de Palenque, aunque su propósito era tomar como prisionero a K’inich K´an Balam II, el ahau de Palenque se escapó pero en la huida alcanzó a capturar al sahal (noble) K´awiil Mo´ quien públicamente fue denigrado, martirizado y ejecutado en la ciudad de Toniná.

K’inich B´aaknal Chaak conquistó varias ciudades tributarias de Palenque y para el año 693 había colocado a Toniná como un suprareino con amplia autoridad en el río Usumacinta, en los altos de Chiapas y en el Golfo de México.

K’inich B´aaknal Chaak murió en 708 y ascendió al trono de Toniná el Gobernante 4. Palenque tuvo que esperar hasta el año 721 para recuperar su independencia con la ascensión al tono de K´inich Ahkal Mo´ Naab´III.

K'inich B'aaknal Chitam II, ahau de Toniná, Chiapas.


Todo se puede con la ayuda divina

Las ciudades mayas fueron Ciudades Estados dirigidas por dinastías emparentadas con entidades divinas que se invocaban para la guerra y por ello las guerras mayas fueron guerras divinas en las que no participaban grandes ejércitos sino pequeños grupos de adiestrados guerreros que acompañaban a los ahauob (reyes) y sahalob (nobles gobernantes) en expediciones nocturnas para que acechando al enemigo, lo  tomaran prisionero en combates cuerpo a cuerpo donde no se asesinaba al contrincante sino que se inmovilizaba para llevarlo cautivo a la ciudad de los vencedores y, como era hijo de las entidades divinas vencidas, su sangre divina “Ch´ulel” era ofrecida ritualmente a las consciencias divinas victoriosas.

Witz, Montaña Mágica, Mul o Pirámide de Toniná.

Estos rituales derivaban en la sumisión de los pueblos vencidos quienes pagaban enormes tributos y ofrecían la mano de obra para construir enormes pirámides; en el caso de Toniná, las conquistas de K’inich B´aaknal Chaak y del Gobernante 8 (aún no se ha podido traducir su nombre) condujeron a los mayas de Toniná a construir la pirámide más alta de México, mide 75 metros de altura y en sus siete basamentos se localizan habitaciones, tumbas de algunos ahauob y distinguidos sahalob (nobles), se conserva un friso decorado con escenas alusivas a las diferentes eras o épocas que existieron antes de nuestro tiempo así como esculturas de sus dignatarios en comunión con sus entidades divinas.

jueves, 4 de abril de 2013

Piedra de Canto


B'aaknal Chaak, ahau -rey- de Toniná


Los reyes mayas se nombraban a si mismos ahauob que significa quienes determinan, hablan o dirigen y es que el discernimiento vuelto palabra transfigura nuestro mundo y hace tangibles realidades alternas. La voz que determina ofrece un sentido a la vida y descifra los secretos del caos a través del ritual, los ahauob heredaron de su pasado siberiano algunas prácticas chamánicas, las sublimaron en un corpus de escenificaciones teatrales y sustentaron su poder con la voluntad de las entidades divinas.

En el universo no hay moral sino eventos que en nuestros soles adjetivamos y discernimos racionalmente, quizá por ello la felicidad nos dura apenas dos pensamientos, al tercero, nos asalta la duda; en aquellos tiempos de memoria pétrea, los ahauob ritualizaron los eventos humanos y los del cosmos, incorporaron a sus pensamientos la presencia de consciencias inorgánicas, desvanecieron los misterios y las dubitaciones con la palabra, la danza y el sacrificio, fijaron su atención en el filtro que unifica al más allá con la realidad consciente.

La palabra maya fue un vínculo con lo sagrado, cómplice del tiempo circular, mensaje divino, instrumento sonoro y lítico con el que los ahauob interpretaron las mundanas circunstancias, tornaron presente los tiempos sin memoria, avistaron los secretos del instante y comulgaron con la otredad en el plano consciente.

Toniná, Chiapas

Las piedras calcáreas de la Península de Yucatán originalmente tuvieron forma de microorganismos, crustáceos y moluscos que sorprendidos por la impermanencia y el derrotero de la vida, inexorablemente sedimentaron sus cuerpos matéricos en un instante acuoso, miles de años después, emergieron violentamente a la atmósfera terrestre y configuraron el sostén de plantas, animales, humanos y consciencias inorgánicas.

Piedras que una vez contuvieron vida fueron agujeradas para sembrar en ellas, más tarde, la fascinación condujo a los seres de maíz a desprenderlas de su aparente quietud y edificar Montañas Sagradas o labrar jeroglíficas hierofanías, la piedra fue manipulada, sacralizada y transfigurada en un destello de la condición humana.

Maíz entre las piedras

Occidente determina que la comunión divina es el resultado del delirio de persecución pero en el Mundo Maya, es el fruto de la evocación de certezas. Para la Cosmogonía Mesoamericana, en el origen fue el movimiento, la palabra y la piedra de canto, trilogía que vinculó a los seres humanos con lo divino y ubicó a su mortal imagen como un reflejo del cosmos. Delante a la racionalidad cartesiana, los dioses precolombinos juegan a multiplicarse entre la luz y la sombra, sus caprichosas actividades unen al cerca y al junto, zurcen los deseos con el dolor y recrean al silencio como la substancia que otorga las respuestas.

B'aaknal Chaak, ahau -rey- de Toniná

martes, 2 de abril de 2013

Perú, Reinos del Sol y la Luna / Musée des Beaux-arts, Montréal, Canada



Fotografías de Marilie Jacob


Montreal, CA. Desde el 2 de Febrero pasado y hasta el próximo 16 de junio, el Museo de Bellas Artes de Montreal presenta en exclusiva la muestra de arte "Perú: Reinos del Sol y la Luna" que reúne una vasta selección de tesoros precolombinos así como la obra pictórica y piezas de orfebrería de las épocas colonial y contemporánea que nunca antes habían sido exhibidas fuera de Perú. Se presentan 370 obras maestras provenientes de 40 colecciones gubernamentales y privadas que sintetizan 3 000 años de la historia de Perú.



Lo Bello y el Sexo

La muestra abre con una selecta colección de cerámica ritual provista de escenas en las que los actores principales son los chamanes que transfiguran sus cuerpos en wayob' (nahuales o coesencias); algunos de ellos poseen características de aves y jaguares, su transfiguración nos recuerda su rol de intermediarios con las entidades divinas.



La cerámica del sitio llamado Chavin, exhibe una abierta sexualidad plasmada en ollas provistas de falos y vulvas, algunos estudiosos relacionan los órganos sexuales con la fertilidad y otros destacan el desenfado con el que los precolombinos peruanos representaban al coito.  

Del sitio llamado Huacas (que se traduce como Mulob', Witzob' o Pirámides) se exhiben dos gigantescas manos de oro junto a un vaso ceremonial también de oro y cubierto de piedras preciosas. Los pectorales, collares, orejeras, máscaras, penachos, diademas y brazaletes manufacturados en resplandeciente oro, nos recuerdan la opulencia y el control ejercido por las elites gobernantes. Caminar entre los reflejos áureos, es como si transitáramos por una mágica región del ensueño.






La pintura y la orfebrería colonial de la muestra nos ofrece espectaculares representaciones sincréticas del cristianismo provistas de lúdicos trazos y una búsqueda particular del claro-oscuro que produce profundidad en la pintura Novohispana del Perú. Una gigantesca representación de un pelícano en plata es escoltada por miniaturas de filigrana que reproducen los muebles de una casa; un ropero de 8 cm de altura tiene un espejo y se distinguen los minúsculos cajones realizados con volutas de filigrana; junto al ropero, una mesa con cuatro sillas de 5 cm de altura, contiene un juego completo para beber té, la tetera es realmente minúscula y se distingue por su calidad y factura. 





Cierra la muestra una selección de la obra plástica de artistas contemporáneo de Perú que acentúan el aire autóctono de aquella región del mundo que albergó a Caral, la primera ciudad del Continente Americano. Al menos un milenio antes de que los primeros pueblos olmecas se establecieran en Mesoamérica, ya había ciudades en Perú, Ecuador y Colombia. 

La Primera Ciudad fue edificada por nuestros primos

La arquitectura monumental es la expresión física del poderío de las elites gobernantes y curiosamente en Caral, no se han encontrado signos de violencia ni armas, tampoco fue una ciudad amurallada, es todo un misterio enmarcado en el desarrollo evolutivo de nuestras sociedades humanas, ya que antes de su surgimiento como después, los seres hum anos de todo el mundo practicaron con lujo de detalle las guerras y los sacrificios humanos; aún en el mismo Perú, siglos después de la decadencia de Caral, los pueblos Mochicas realizaban sacrificios humanos para apaciguar a la entidad divina de la lluvia quien les enviaba tremendas tormentas que destruían sus casas y monumentos que habían construido de tierra. 

Caral

Caral


Las culturas del Perú se distinguieron por desarrollar una incipiente agricultura que les procuraba maíz y cultivaban también papas, pero su dieta fue fundamentalmente marina al estar ubicadas en una de las regiones más ricas del mundo para pescar. 

Los dibujos que aparecen esculpidos en las piedras de la zona arqueológica llamada Sechin, son muy similares a los danzantes de Monte Albán, los rostros de los habitantes de Chavin (al igual que los de San Agustín, Colombia) son negroides y asiáticos, como los pueblos olmecas de Mesoamérica... 

Los olmecas provinieron de Suramérica ¿como atravesaron los pueblos de origen negroide de África a América? Esa es una de las grandes preguntas de la Historia Precolombina. Pues bien, propongo una respuesta: los océanos suben y bajan de su nivel en función del clima de la Tierra, hace 40 mil años hubo fortísimas glasiaciones y el hemisferio Norte estuvo congelado, luego se descongeló para volverse a congelar 26 mil años después. 

Cuando los océanos estuvieron 200 metros más abajo del nivel que actualmente tienen, entre África y América emergieron una serie de islas que recorren la llamada Dorsal Atlántica, un conjunto de montañas y volcanes que inicia en Islandia y termina en el Hemisferio Sur; saltando de isla en isla, durante milenios, los individuos de origen negroide poblaron el Continente Americano, se establecieron primero en Suramérica y luego subieron a Mesoamérica, en su peregrinación, se encontraron con individuos que provenían de Asia, Indonesia y Australia. 

He comentado en anteriores artículos que la globalización inició hace miles de años y los africanos-americanos fueron entonces los primeros individuos en organizarse en sociedades complejas y urbanas, fue así como se inició el intercambio cultural entre los pueblos asiáticos y los africanos, en el Continente Americano... es muy gratificante y sobre todo revelador, comprender que somos mestizos mucho antes de hablar castellano.


Dime qué comes y te diré a quién veneras

Aunque los peruanos precolombinos consumían maíz, no lo masticaban sino que lo bebían y hasta elaboraban la cerveza de maíz llamada chicha que dicen es tremenda, sobre todo la que entierran durante 6 meses y luego la ofrecen las mujeres a sus maridos, allá, en la zona andina. 

Los mesoamericanos masticaban maíz además de beberlo (pozol) y masticarlo provoca caries al quedarse algunos fragmentos de maíz entre los dientes. Aunque no se percibe con el paladar, es prudente indicar que el maíz contiene grandes cantidades de azucares y eso provoca caries. Uno de los grandes ahauob' (reyes mayas) llamado Ukit K'an Lek' Tok quien gobernó la ciudad de Ek Balam (conocida por los mayas históricos como Talol) al final del periodo Clásico, tenía 27 piezas dentales con caries, en tanto que en Suramérica, tanto los nobles como el pueblo, nunca sufrieron de los estragos de las caries y las consecuentes infecciones dentales que en aquellos lejanos tiempos era todo un desafío curar y bajar la intensidad del dolor provocado por las caries que degeneraban en infecciones. 

En una conferencia que hace unos días dictó en el Museo de Bellas Artes de Montreal el arqueólogo canadiense Claude Capdelaine, comentaba que aunque las culturas andinas y las mesoamericanas se encuentran a considerable distancia unas de las otras, tuvieron intercambio cultural y por lo tanto, comercial. Claude Capdelaine comenta que la técnica de cobre dorado que se desarrolló en Mesoamérica es de origen peruano y en la región Mochica se encuentran rastros de la presencia del perro mesoamericano desprovisto de pelo y que llamamos Xolotlescuintle. Tengo para mi, que en el inconsciente colectivo como en la mitología de los mesoamericanos y en especial entre los mayas: la imagen de un cocodrilo que representa a la Tierra (Zipacná lo nombra el Popol Vuh y Cipactli las crónicas mexicah -aztecas-), es una arcaica impronta de la Selva Amazónica.

El año pasado hubo una impresionante exhibición del Arte Maya en el Museo Canadiense de Civilizaciones de Gatineau, tuve el honor de ser invitado en dos ocasiones por el gobierno canadiense para dictar 4 conferencias en el marco de la mirífica exhibición del Arte Maya. Este año, el Museo de Bellas Artes de Montreal presenta la mayor muestra de arte precolombino, colonial y moderno del Perú que nunca antes se había exhibido fuera de Perú. 

Es muy grato reconocer que en Canadá aprecian los valores culturales como una premisa de desarrollo de los seres humanos y es por ello que procuran exhibir lo más granado de las artes elaboradas por las culturas primigenias.

En cada ocasión que tengo la oportunidad de dialogar e investigar con arqueólogos y profesores universitarios de Canadá, descubrimos las grafías que nos unen --desde el Polo Norte hasta el Polo Sur-- a todos los habitantes del Continente Americano. 

Las Culturas Boreales y las Africanas dieron sentido a la mitogonía precolombina, ahora desarrollo una tesis Panamericana que está dando luces al entendimiento de nuestros orígenes comunes desde Canadá hasta Suramérica,  la muestra del Arte Peruano así como las intensas jornadas de investigación que he dispensado en las bibliotecas de Montreal, me permiten concluir que desde el ámbito mitológico como iconográfico (simbólico) existe una línea de continuidad desde los Inuit en Montreal hasta los Mapuches en Chile.

El mito del Robachicos del Altiplano que nos inculcaban hasta hace poco nuestras abuelas infundiendo temor y rigor al advertir que si nos portamos mal, el Robachicos o el Señor del Costal nos robaría, es un mito que ubicamos entre los mayas contemporáneos y se le denomina Okol Pal --literalmente significa "ladrón de niños"-, pero lo sorprendente es que se originó hace miles de años aquí, en el Norte Boreal y los Quebequenses también dan cuenta del mito heredado por los Inuit y otros Pueblos Originales que aquí lo nombran "El buen hombre de las 7 de la noche", es decir, un individuo que aparece al atardecer con un costal para robarse a los niños. Este mito y una serie de leyendas como la mujer del bosque que se come a los niños que nos recuerda a la Xtabay, forman la columna vertebral del entendimiento Panamericano de nuestra historia. 


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