martes, 10 de marzo de 2009

Del Chichan y del Nohoch / ensayo-histórico-ciencia


Vaso de los 7 Dioses de la Creación

Basándonos en los textos jeorglíficos registrados en vasos cilíndricos, en las estelas de Quiriguá e Izapa y en el texto colonial maya-quiché "Popol Vuh", hoy sabemos que para los mayas históricos: la Creación fue un complejo asunto que requirió del concurso de varios dioses reunidos en un Consejo Divino y Supremo.

Después de algunos fallidos intentos con barro y madera, los Dioses Mayas decidieron utilizar el maíz como elemento vital para configurar a los seres humanos, por cierto, fueron cuatro y únicamente varones (¿?) en el libro Popol Vuh está escrito: "entonces tuvieron apariencia humana, hablaron, vieron, oyeron, anduvieron, asieron, su mirada se elevó. Todo lo vieron, conocieron todo el mundo entero; cuando miraban, en el mismo instante su vista miraba alrededor, lo veía todo, en la bóveda del cielo, en la superficie de la tierra. Veían todo lo escondido sin antes moverse. Cuando miraban el mundo veían, igualmente, todo lo que existe en él. Numerosos eran sus conocimientos. Su pensamiento iba más allá de la madera, la piedra, los lagos, los mares, los montes, los valles" y más tarde agradecieron a sus creadores "Verdaderamente dos veces gracias, tres veces gracias. Nacimos, tuvimos una boca, tuvimos una cara, hablamos, oímos, meditamos, nos movemos: bien sabemos, conocemos lejos, cerca. Vemos lo grande, lo pequeño, en el cielo, en la tierra... ¡¡¡¡Ups!!!! ¡ALTO! ¡PELIGRO! pensaron los Dioses Mayas ¡Un momento! Estamos escuchando a cuatro seres hermosos y conscientes pero en realidad ¡demasiado conscientes! ¿Cómo que ven lo grande, lo pequeño? Se cuestionaron y concluyeron "No está bien lo que dicen nuestros construidos, nuestros formados. Lo conocen todo, lo grande, lo pequeño" Los Dioses Mayas celebraron otro Consejo Divino y se preguntaron "¿Cómo obraremos ahora para con ellos? ¡Que sus miradas no lleguen sino a poca distancia! ¡Que no vean más que un poco la faz de la tierra! ¡No está bien lo que dicen! Serán como dioses. Solamente deshagamos un poco lo que quisimos que fuesen".

Un instante después, con el hálito divino fueron petrificados los ojos de los cuatro varones primigenios: "Lo que los veló como el aliento sobre la faz de un espejo; los ojos se turbaron; no vieron más que lo próximo, esto sólo fue claro. Así fue perdida la Sabiduría y toda la Ciencia de los cuatro hombres, su principio, su comienzo. Así primeramente fueron construidos, fueron formados, nuestros abuelos, nuestros padres, entonces existieron también sus esposas" Las cuales fueron creadas durante el sueño de los cuatro primeros hombres y cuando despertaron --dice el Popol Vuh--: "sus corazones se regocijaron a causa de sus esposas".

Este pasaje mitológico maya, evidencia los criterios sociales de una sociedad agrícola-machista que reconocía -determinándolo- únicamente en los varones la capacidad de discernir y "ver"; propongo dejar para otro espacio cualquier reflexión de género y detenernos con toda nuestra atención en el asunto cuántico. Reflexionemos que reconocer la diferencia entre lo grande y lo pequeño, así como el origen de esa diferencia, según el criterio maya antiguo, significaba equipararse a los dioses; hoy en día, el mayúsculo paradigma de la Ciencia radica justamente en el hecho de que los conocimientos que poseemos del estudio del Cosmos no son compatibles con los conocimientos que tenemos del universo subatómico. En otras palabras, las sagradas leyes de la Gravedad Newtoniana y de la Relatividad General de Einstein que funcionan correctamente en el nohoch espacio sideral, tropiezan y tiran aceite cuando visitan el chichan espacio de los quarks, los muons, positrones y demás partículas y antipartículas que circulan a velocidades ultrasónicas por el jardín subatómico.

El superpublicitado acelerador de partículas subatómicas europeo CERN, se desconchinfló hace unos meses apenas intentaron enfriar a -270 Centígrados el campo electromagnético por donde van a circular los paquetes de fotones (el fotón es el componente más pequeño de la luz); se pretende que una vez solucionada la fuga de gases, en el interior de sus kilométricos mega-tubos subterráneos, se introduzcan unos paquetes de fotones para acelerarlos a casi la velocidad de la luz con el noble objetivo de que se den un reverendo golpazo contra otro grupo de fotones igualmente acelerados a casi la velocidad de la luz y transitando en sentido contrario... los científicos esperan que de ese tremendo encontronazo se pueda observar por una micronada de tiempo la famosa partícula Bosón de Higgs y así conocer lo que se ha llamado: el último componente de la materia o la última carta de la baraja de los dioses.


Fotones en colisión

Espejos


En el ámbito subatómico de la física cuántica, existe la certeza de que la distancia entre un quark y un electrón es equiparable en nuestro plano visual a la distancia que existe entre la Tierra y la Luna. La materia en realidad es una expresión de energía compuesta de partículas microchiquititítas que giran a frenéticas velocidades en un inconmensurable vacío, lo que vemos sólido, en realidad... no lo es.

Ahora veamos que dicen sobre el mismo asuntacho los Brujos del México Antiguo en voz del Nagual Juan Matus en las pags.132 y 133 del libro Relatos De Poder de Carlos Castaneda: "Los seres humanos no son objetos; no tienen solidez. Son seres redondos, luminosos; no tienen límites. El mundo de los objetos y de la solidez no es más que una descripción que fue creada para ayudarlos, para facilitar su paso por la Tierra"

Retomando el asunto de los primeros seres que "vieron" y que por comunicativos, sus creadores limitaron sus alcances, petrificándoles la mirada; en la pag. 29 de una Realidad Aparte de Carlos Castaneda, el Nagual Miguel Abelar nos confió esta verdad: "Cuando los seres humanos se ven como campos de energía, parecen fibras de luz, como telarañas blancas, con hebras muy finas que circulan desde la cabeza hasta la punta de los pies. De ese modo, ante el ojo del vidente, un hombre aparece como un huevo de fibras que circulan. Y sus brazos y piernas son como cerdas luminosas que brotan en todas direcciones".

Los textos mayas arriba referidos junto al pensamiento de los Brujos del México Antiguo revelado en las voces de Don Juan, Taisha Abelar, Carlos Castaneda, Florinda Donner-Grau, Miguel León Portilla y Alfredo López Austin, nos presentan reveladores pasajes de una "milenaria percepción cuántica del universo" a la que finalmente, hoy en día, arriba el honorable pensamiento científico que minuciosamente constata y secándose el sudor, mide y registra el Copy Right de todo lo que nuestros antiguos, desde hace miles de años, simplemente, hacían suyo, viviéndolo.



Restos de una supernova

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