lunes, 17 de agosto de 2009

Reptiles Mayas

































La bóveda celeste es el caparazón de una tortuga,
la Tierra, 
un cocodrilo que emerge de un mar primigenio,
sus ojos acechan a la vida
y los ríos de sus fauces nacen mar adentro.

Una puerta vacía de piedras desea 
ver pasar al viento,
las iguanas festejan el ruido 
que no escuchan
y los colores
que no ven.

seducidas 
sucumben 
en la tentación.


Una luz repta por la piedra
el cielo corre
y la gente se baña 
vestida de añoranza 
















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