jueves, 1 de octubre de 2009

Mi Tiempo






Eduardo Galeano pregunta: ¿Es justa la justicia? ¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Y luego afirma: "Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes."

José Saramago, en su Cuaderno--Blog escribió que a largo de su existencia ha visto desaparecer especies animales e idiomas, pero también oficios, tradiciones y costumbres; como la de reciclar los objetos, los pañales de sus hijos, por ejemplo: nos dice Saramago que hace tiempo, cuando crió a sus hijos, los pañales se lavaban, secaban y se reutilizaban; ahora se lamenta que la sociedad de nuestro tiempo consuma y destruya, que  los pañales sean desechables, pero también los celulares, los vehículos y el resto de los objetos que rodean nuestra existencia, al ritmo que vamos, pronto no habrá más espacio para almacenar la basura.

En el ámbito de estas reflexiones de dos mentes brillantes de Iberoamérica, Mi Tiempo se encuentra detenido en la simulación. Durante los últimos 30 años, los gobiernos mexicanos han procurado un Progreso Involutivo y los mexicanos nos hemos acostumbrado a ser cómplices del caos, estamos formados y "atados" con demasiadas contradicciones existenciales, políticas, sociales, económicas y productivas.








Nuestras incongruencias inician desde que intentamos definirnos ya que la mayoría de los mexicanos no hemos decidido ver que somos los frutos de miles de semillas y que la conquista del s.XVI es un fragmento de una más de las guerras que se han escenificado en nuestra tierra; que somos pueblos milenarios y que Imperios, sometimientos e injusticias han existido siempre; por ejemplo, desde el primer siglo de nuestra Era, Teotihuacan fue una ciudad imperial que dominó el comercio y la cultura de Mesoamérica, su poder no tuvo rival durante ¡800 años! Un Imperio sanguinario que sometió y sojuzgó a miles de pueblos (mayas incluidos), luego se destruyó a sí mismo.

Cuando veas en perspectiva nuestro pasado, observa que los españoles estuvieron 300 de los 3000 años que forman nuestra historia, por cierto, el próximo año celebraremos el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de nuestra Revolución; sin embargo, la  realidad evidencia que las estructuras de esclavitud y  sometimiento mesoamericano, colonial o de las Tiendas de Raya de la Revolución, siguen vigentes: el 2% de la población mexicana controla el 80% del PIB; el trabajo no se valora en términos cualitativos sino en referentes de producción que privilegian a quien cobre menos; nuestros diputados se gastan en cafés, aguas y comidas lo que piensa ahorrar el Gobierno Federal desapareciendo la Secretaría de Turismo y de paso colocar en la anarquía la gestión turística que representa la tercera fuente de ingresos de divisas del país; se avista el arribo de un impuesto que pagarán los pobres para que dejen des ser pobres.

Los amos del mundo, dice el maestro Galeano, nos gobiernan con el miedo, el miedo al otro, que roba, que infecta, que traiciona, que rapta o que asesina y, al mismo tiempo, crea ciudadanos especializados en producir, que no reflexionen, que no exploren, que no piensen, que consuman; Mi Tiempo, se encuentra detenido en la simulación.

En el ámbito de la interpretación de la Historia, la simulación y el engaño son también frecuentes. Nuevos profetas dicen que los mayas dijeron lo que nunca dijeron: Fernando Malkún con sus 7  Profecías Mayas del 2012, el Día Fuera del Tiempo y el discurso fuera de la órbita maya del Dr. José Argüelles o la moderna creencia "no maya" del video Creer es Crear, son algunos ejemplos de estas simulaciones que se disfrazan de mayas pero en realidad son gritos desesperados de Occidente que comercializan al miedo con productos de precaria calidad que no superan el más elemental examen histórico porque no están fundamentados en ninguna fuente arqueológica, histórica o referentes epigráficos mayas y sus postulados evidencian ignorancia en el conocimiento astronómico; dicen que los mayas dijeron pero no informan el texto maya en el que fundamentan sus interpretaciones; sin embargo ¿por qué tienen tanta difusión y éxito comercial? "Porque venden la esperanza de ser lo que no somos."





Ese es el tono de Mi Tiempo, transfiguramos la verdad porque no somos capaces de verla de frente. Observo  también que nuestros pensamientos se encuentran enfocados principalmente en la productividad, el mercantilismo, los servicios, la violencia y la simulación; pensamos que generamos riquezas pero en realidad producimos escasez porque la plusvalía y la imposición de las inversiones por encima de nuestra sobrevivencia, nos han conducido a un vacío escenográfico donde el sentido estético de nuestras vidas se reduce a las necesidades de la mercadotecnia.

Mi Tiempo establece que podemos observar estrellas situadas a 13 Mil millones de años luz y conocemos un fragmento de lo que acontece en los espacios del Jardín de las Partículas Subatómicas; sin embargo, aún no logramos comprender por qué existen estas dos expresiones del espacio tan diferentes entre si pero que comparten fronteras, conocer el por qué de esa diferencia, significaría encontrar un sentido universal a la vida.





Habitamos un universo donde el canibalismo y la destrucción es lo que determina la permanencia de la vida. Ese es el principio cósmico que fundamentó los sacrificios humanos en todas las Civilizaciones Originales, la competencia por el espacio y la existencia se da en el orden cósmico, natural y humano. Por ello no existen "Desarrollos Sustentables" todo desarrollo implica transformación y degradación porque los espacios se ajustan a las necesidades humanas o aún peor, a sus intereses.

Mi Tiempo va de prisa y se le escapa lo inmediato, lo cercano, lo real. Vive de creencias, de dichos, de discursos, de proyectos y de frases célebres, es cómplice del desastre porque los mexicanos formamos un colectivo de grandes individualidades. En un volado nos jugamos la vida y en un albur nos duele el corazón, somos los especialistas del "menos mal que..." y cuando se trata de enfrentar nuestra realidad hacemos como que si pero en realidad decimos que no, ya luego simulamos que no pasó nada; ignoramos las recientes votaciones en las que se eligieron a los príncipes--diputados que amenazan con aprobar el paquete fiscal calderonista que sin misericordia y con muy poca madre desquiciará nuestra existencia y abollará nuestra economía doméstica... la contradicción somos todos.

La Justicia es una aspiración humana no un decreto divino o cósmico, la Historia nos enseña que desde el inicio de las sociedades agrícolas y la sobreproducción económica, los humanos hemos sido mucho más  crueles con nosotros mismos ¿Por qué? Porque apenas hace 5000 años empezamos a atesorar la materia y a disponer de la libertad de los otros seres humanos, luego se sometió a las mujeres a los incongruentes dictados del machismo y ahí: la simulación se tornó una constante mental y la plusvalía provocó que la realidad social se alejara de la realidad natural, entonces cubrimos las luces del cielo con las luces y los gases de la industria.

Los seres humanos formamos parte de un universo voraz, violento y caníbal, de manera natural estamos condicionados a reproducir la esencia que lo constituye; sin embargo, podemos darnos cuenta de ello y actuar de manera diferente, es más, somos capaces de estar conscientes de ello, sin embargo, nuestra condición cósmica nos obliga a destruirnos a nosotros mismos... he ahí la respuesta que explica por qué las 5 naciones que controlan la paz mundial son las primeras productoras de armas.

Esa es la fotografía de Mi Tiempo. La sustancia está en otra parte. Deberíamos alegrarnos un poco --dice el Brujo Galeano-- porque este años se producirán menos vehículos, eso significa que contaminaremos un poco menos a nuestro planeta. Considero que esa reflexión se puede convertir en el fundamento de un nuevo estilo de vida en el que nuestra relación con el uso y con la posesión de la materia es controlado y mesurado.

El presente insatisfecho más que una tragedia o una maldición, es un portal para ingresar a una nueva relación con la materia, en los momentos de desencanto y angustia cuando lo superfluo es inalcanzable, podemos orientar nuestra mirada hacia las sustancias vitales que no precisan de billetes y monedas.

En momentos de crisis, es saludable diferenciar entre las Aspiraciones, las Creencias y las Certezas. Uno puede desear o aspirar que exista La Justicia o que las cosas sean como uno quiere que sean, también se puede poseer una creencia y a partir de la Fe interpretar nuestra realidad histórica creyendo que existen "Los Mayas Galácticos" que previeron el arribo de un rayo sincronizador para el 2012 y entonces nosotros mismos seremos seres galácticos sincronizados con el ritmo de la galaxia o también creer que nuestro México puede ser diferente, que podemos "creer en nosotros mismos" y así nos la llevamos, creyendo que la realidad es como creemos que es pero la realidad se configura de "certezas".

Carecemos de certezas, de certidumbre, de certeros criterios, en Mi Tiempo, las certezas causan estupor, graves silencios, distanciamiento, recelo, envidia y escalofríos. Se les combate preguntando: ¿Qué prefieres, tener la razón o ser feliz? Cuando justamente con las certezas se fundamenta la razón y la única felicidad que tiene garantía es la real, no la imaginaria, entonces para que la realidad sea feliz es preciso que se fundamente con certezas.

Desafiante, sería el término para ubicar nuestra circunstancia y para enfrentarla como guerreros cósmicos que somos, recordemos que la realidad se configura de certezas, que podemos estar peor de lo que estamos y pronto lo estaremos, que "el distanciamiento con la posesión de la materia como principio de vida es también un elemento de nuestra felicidad" y que las simulación es el origen de la incongruencia pero nuestra complicidad con ella es lo que nos convierte en seres involutivos.









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