domingo, 6 de mayo de 2012

Crisis o Caos





El capitalismo está en crisis, nosotros próximos al caos. El modelo neoliberal aprieta el cinturón y la economía de países que se decían en crecimiento acelerado como España, Italia y Grecia, dramáticamente se han desinflado con el consecuente descontento popular. Los recortes más sensibles se dan en el orden educativo y, en Chile, Michoacán y Montreal, el descontento estudiantil toma tintes de insurrección.

Desde hace décadas, el Fondo Monetario Internacional dicta políticas económicas a sus deudores que los obliga a destinar miserias al presupuesto educativo porque los intereses económicos mundiales procuran la formación de esclavos consumistas que del trabajo pasen a la televisión o al hastío y dediquen el resto de sus energías al consumo irreflexivo.

La historia de la humanidad se resume en la capacidad de adaptación al medio ambiente (bueno, nosotros nos lo estamos acabando) y a la suma de experiencias que condujeron a nuestros ancestros a poseer un conocimiento y una visión del universo.

El aprendizaje verbalizado es lo que nos diferenció del resto de la evolución animal y precisamente la capacidad de entendimiento es lo que nos ha permitido existir socialmente a través de acuerdos o sometimientos, según el Tonal de los tiempos.

El conocimiento nos torna universales y reconoce en el pensamiento con criterio al primer acto de libertad. Las utopías son necesarias porque nos invitan a explorar los caminos que nos aproximan a ellas, en ese sentido, una sociedad con conocimiento procura seres que se desarrollan en función de sus capacidades y no de sus mañas, ahora bien, aunque la corrupción existe en todas las sociedades, el asunto nodal se ubica en la distribución de la riqueza, entendiendo al conocimiento también como una principal riqueza.

Nuestras sociedades de consumo y simulación postulan a la ignorancia como norma educativa. Se procura una educación privada y tecnificada; desde hace tiempo en México se han eliminado asignaturas como Civismo, Historia del Arte y Filosofía porque los seres pensantes procuran escenarios de progreso comunitario y atienden a la necesidad animal de sobrevivencia colectiva; he ahí la paradoja: respondiendo a un instinto de sobrevivencia  nuestros mayores sublimaron al conocimiento distanciándonos del reino animal y, ahora se procura la formación de individuos que carezcan de conocimiento para que se dediquen a vegetar.

La violencia, en gran medida, es producto de la ignorancia y de la falta de orientación para dar sentido social a la energía de la vida. Basta observar nuestro sistema educativo para entender los balazos que recorren al país, si de verdad deseáramos solucionar nuestro desatino, en lugar de construir tantas cárceles sería prudente construir universidades públicas y mejorar el nivel académico de los profesores. Veamos el caso de Corea, después de levantarse de una tremenda guerra que dividió al país en dos, los del Sur quedaron golpeados y sin recursos naturales, lo primero que hicieron fue construir universidades, dedicaron su esfuerzo a la educación y mirémoslos hoy, su tecnología es de vanguardia, su nivel de vida envidiable y su economía pujante.

Brasil ha demostrado que para crear riqueza colectiva y que la gente viva en función de sus capacidades, no es preciso correr a los inversionistas del país. Lula llegó al poder debiéndole dinero al Fondo Monetario Internacional, cuando los vio por última ocasión siendo  presidente, le prestó dinero para ayudar a los muchachos del Fondo a saltar un asunto de “liquidez”. Su Petróleo se encuentra en aguas profundas, desde hace una década se pusieron las pilas en ese asunto y hoy cuentan con tecnología propia para explotar sus recursos. Nosotros… seguimos rentando tecnología, las aguas profundas las vamos a explorar hasta el 2020, exportamos petróleo e importamos gasolina, nos peleamos de acuerdo durante años para ver en dónde vamos a construir finalmente una refinería, en tanto, la simulación sindicalizada ya casi se acaba el pozo Canterell y los gringos nos siguen chupando petróleo en áreas profundas que compartimos con ellos. Todo por no invertir en la educación, la investigación y en la formación de seres dignos de la riqueza que están explotando.

Otra de las riquezas mexicanas es el turismo, en algún momento estuvimos entre los primeros diez países más visitados del mundo. Apenas hace unos años conducía a hordas de turistas por la avenida Tulum para que realizaran sus compras, decenas de negocios de primer nivel y dos mercados de artesanías se beneficiaban del tráfico turístico sobre la avenida Tulum, pero una gripe supuestamente mexicana --hoy sabemos que fue farmacéuticamente inducida-- nos maldijo en el mundo, nuestro presidente aprovechó la oportunidad para encuartelarnos y sacó la espada que no ha dejado de blandir, fue cómplice de una farsa mundial y nuestras economías sustentadas en el turismo pasaron del progreso a la sobrevivencia condicionada. Hoy, al pasear por avenida Tulum, ya no hay turistas y dónde una vez hubo negocios para el turismo… encontramos farmacias  de descuento y casas de empeño, lo que muestra a una sociedad enferma y endeudada.

Observar la realidad con la voluntad de no hacerse tarugo, significa llegar al origen de las circunstancias y dejar de castigar a sus frutos. Una actitud en éste sentido procuraría cambios radicales en nuestra desventura. Llevamos años en crisis, entonces no es crisis, es decadencia y por éste camino, lo que sigue es el caos.



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