domingo, 27 de mayo de 2012

Yaxchilán y Teotihuacan





La ciudad maya de Yaxchilán fue reportada por vez primera en 1882 por el explorador inglés Alfred Maudslay, en sus notas leemos que los mayas de la región la nombraron “Menché Tinamit”, sin embargo, otro explorador, Teobert Maler, fue quien la bautizó como Yaxchilán, combinando “yax” que significa primero, verde o azul y “chilán” que pensó erróneamente significaba “disperso”. Su intención era hacer referencia a las piedras de los monumentos que estaban esparcidas en la plaza ceremonial. Maler comentó que los templos de Yaxchilán estuvieron pintados de blanco con una franja roja.

Los mayas históricos ocuparon un territorio de aproximadamente 200 mil kilómetros cuadrados, de los cuales, 67 mil están circundados por ríos navegables. Al carecer del uso práctico de la rueda, los mayas se sirvieron de las rutas fluviales para transportar sus mercancías. Yaxchilán se ubica en el corazón de la selva, justo en un meandro del río Usumacinta en el que aún se pueden escuchar los rugidos del jaguar así como las graves y profundas llamadas territoriales de los simios saraguatos quienes saltan a tropel entre las ramas de ceibas centenarias que alcanzan 60 metros de altura.

Entre el año 320 y 359 d.C, el ahau (rey) “Yoaat Balam I”, “Pene Jaguar I”, fundó la dinastía que gobernó Yaxchilán durante 500 años. Sus descendientes lo nombraron “u nahh tal chum ahau” (el primer señor de la palabra sentado). Justo unos años después de la fundación de la dinastía de Yaxchilán, el 31 de enero de 378 d.C., un guerrero teotihuacano llamado Sijaj K’ak’ (Nacido del Fuego), conquistó la ciudad de Tikal, eliminó al ahau Chak Tok Ich’aak I (Gran Garra Encendida) y cedió el poder a Yax Nuun Ayiin I (Primer Caimán), al parecer, hijo de un gobernante teotihuacano identificado como Buho Arrojalanzas.
   
Teotihuacan no tuvo rival en Mesoamérica, su influencia cultural, comercial, religiosa y política iba desde Michigan, USA, hasta Copán, Honduras. Los intereses teotihuacanos en el Mundo Maya se centraron en control de las minas de obsidiana situadas en las montañas que hacen frontera entre Guatemala y Belice así como en la gestión de la ruta comercial que iniciaba en la costa de Belice y seguía una línea hacia el Golfo de México por el Petén Guatemalteco. En esa ruta comercial, durante siglos transitaron mercancías provenientes del Altiplano Central y de Centro América, ese flujo comercial dio vida y riquezas a El Mirador, San Bartolo, Cerros, Tikal, Nakbé y Calakmul, ciudades ubicadas en el llamado “Corredor de El Mirador”.

El Mundo Maya recibió la tutela teotihuacana desde el inicio de sus dinastías pero tuvieron un desarrollo cultural diferenciado, los mayas recrearon una bella e intrincada escritura jeroglífica en tanto que los teotihuacanos prescindieron de ella, por ello, aún son un gran misterio, en tanto que los mayas dejaron de serlo desde que conocimos los significantes de su escritura sagrada.

En algunos dinteles y estelas de Yaxchilán leemos que las esposas y las madres de los ahauob’ practicaban rituales de autosacrificio perforándose la lengua con una cuerda que era bañada de sangre y depositada en un plato ceremonial provisto de papel amate doblado y cubierto de copal. Después de las sangrías, la cuerda y el papel eran quemados para invocar a una “Serpiente de Visión” de origen teotihuacano quien en el transe chamánico, surgía del humo blanco y, de sus fauces, emergía el rostro de Yoaat Balam I ataviado con el armamento teotihuacano y la imagen de Tlaloc en su tocado.

Las sangrías de las Ixbacaob’ e Ixahauob’ (guardianas del cielo y reinas) de Yaxchilán, nos revelan ritos chamánicos e invocaciones a entidades divinas que participaban en las guerras regidas por el planeta Venus. Los jeroglíficos nos dicen que la “Serpiente Quetzalcoatl” fue conocida en el mundo clásico maya como “Waxaklaju’n Ubah Chan” que significa “Las 18 imágenes de la Serpiente” en tanto que algunas de las serpientes de visión invocadas con el fuego se transfiguran en un mítico animal en forma de “ciempiés” que los mayas llamaban “Chapat”.

Los nombres de los primeros ahauob’ que pudieron leerse fueron el de “Itzamanaaj B’alam II” conocido como “Escudo Jaguar” y el de su hijo “ya-?-B’alam” o “Pájaro Jaguar” quienes gobernaron Yaxchilán por 90 años, desde 681 hasta 771. La majestuosidad arquitectónica y artística de Yaxchilán, es obra de ambos ahauob’ quienes vivieron un momento de gloria en el reacomodo político del Mundo Maya justo después de que Tikal se liberó de la dominación que durante 130 años había ejercido Calakmul sobre ella. En la fragmentación del poder, algunas pequeñas ciudades, como Yaxchilán, crecieron a base de conquistas militares, capturas y sacrificios de ahauob’ y sahalob’ (nobles), acciones de Estado que propiciaron el crecimiento económico obteniendo la gestión de las rutas fluviales, tributos y mano de obra para la edificación de sus monumentos así como a excelentes artistas foráneos quienes engalanaron con su arte escultórico los famosos dinteles y estelas de Yaxchilán.

Itzamanaaj B’alam II gobernó 61 años Yaxchilán, fue uno de los más longevos ahauob’ y un temerario guerrero. Hábil político que logró mantenerse vivo y poderoso gracias a las alianzas matrimoniales que realizó tomando como esposas a mujeres de linajes de Yaxchilán y de Calakmul. Fue el primer ahau en compartir sus estelas con sus mujeres y con prominentes sahalob’, los rituales de invocación a serpientes sagradas de origen teotihuacano así como a los ancestros que emergían de sus fauces son improntas del Estilo Poder y de una original e inédita política que inauguró Itzamanaaj B’alam II en el Mundo Maya.

Los rituales de asutosacrificio de las mujeres de Yaxchilán son actos chamánicos y, al mismo tiempo, forman parte de una original propaganda política que en vida le sirvió a Itzamanaaj B’alam II como garante de su poder, pero al morir, entre el heredero al trono y los linajes de Yaxchilán, surgió rivalidad y preocupación por dejar testimonio escrito y visual de quiénes lograban tener contacto con aquellas Serpientes de Visión, por qué y para qué. En los próximos 3 artículos dominicales, presentaré los dinteles que muestran a las dignatarias de Yaxchilán, realizando temerarios rituales de invocación a las Serpientes de Visión. 

1 comentario:

  1. Disculpa, y ¿Cuáles son tus fuentes de información?, o es de autoría propia, necesito citarlo

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