martes, 12 de febrero de 2013

Olmecas Religiosos




Su origen es un misterio pero sus rostros denotan rasgos asiáticos y africanos, fueron expertos en la talla de jade, concibieron el “concepto del cero”, desafiaron a la selva y a los pantanos.

Además del Golfo de México, hay vestigios olmecas en toda Mesoamérica. Legaron su conocimiento, el Calendario Ritual de 260 días, sus divinidades y su organización política social sustentada en un “rey” que gobernaba por derecho divino.

Los olmecas de San Lorenzo, hacia el 1200 a. C, configuraban el Centro Ceremonial más importante de Mesomérica, su comercio e influencia cultural también impuso estilos de vida, cultos y necesidades.

En aquellos lejanos soles, el cultivo del maíz sustentó a la estructura socioeconómica y religiosa olmeca. Los mitos se ajustaron a las necesidades humanas, las tradiciones paleolítico-recolectoras fueron relegadas drásticamente por el culto a la divinidad del maíz y, en la rebatinga mitológica, los Héroes Gemelos subieron un escalón en el trono divino al derrotar al ave que se creía el Sol.

Lo anterior sucedía hace 3 mil años y San Lorenzo exponía lo más granado de la Cultura Olmeca pero declinó hacia el año 900. Primero Tres Zapotes y luego la Venta, sucedieron a San Lorenzo como referentes de los Centros Ceremoniales Olmecas con tendencia a Ciudades de Estado. La Venta declinó hacia el año 400 a. C y con ella los olmecas paulatinamente desaparecieron del plano existencial; cien años después, en el Corredor de El Mirador, en Guatemala, los mayas erigieron La Danta (gigantesca construción que supera a la pirámide de Keops por 600 mil metros cúbicos).

Los olmecas cohabitaron durante algunos siglos con los mayas, también lo hicieron con los pueblos del Altiplano Central, con los huastecos en el Golfo, con la Cultura Mezcala en Guerrero y en Oaxaca con los zoques.

Los olmecas eran todo terreno y poseían una visión del universo (cosmovisión) sólida y jerarquizada, conquistaban culturalmente y cohabitaban hasta predominar con sus rituales, sus técnicas, sus usos y sus formas en todos los rincones de Mesoamérica.

                                              RE-LIGARE

Las religiones, cuando gobiernan, se dividen en dos entes: la Religión de Estado y la Religión Popular. En San Lorenzo, la Fe se institucionalizó: los gobernantes olmecas realizaron rituales chamánicos para sustentar su Poder en tanto que los chamanes ritualizaron Actos de Poder para sanar a sus pueblos.    

El excedente agrícola ofreció el tiempo para tallar la piedra, se esculpieron excelsas esculturas, la Religión construyó nuevos actores, el maíz se convirtió en la base alimenticia y se enterraron a 8 metros bajo tierra ofrendas sagradas como sucedió en la ofrenda masiva 4 de La Venta en la que se ubicaron toneladas de piedra serpentina traídas en la espalda desde tierras lejanas para ser finamente talladas y luego sepultadas.

En la religión olmeca, predomina el Jaguar, sus orígenes paleolítico-recolectores le dan solidez, además, se desdobla en jaguar nocturno y jaguar diurno; es aliado de Venus.



En las cuevas, en la estatutaria, en piezas de jade y en algunas oquedades de las montañas, los olmecas representaron jaguares humanizados, cada pieza está referida a un contexto histórico, chamánico, jerárquico o de sacrificios humanos pero la suma de ellas, revela la religiosidad olmeca que influyó en la mentalidad de los mesoamericanos por al menos 3 mil años y algunos trazos de ese imaginario religioso está aún presentes en nuestro cotidiano aunque cada vez se sintetiza más la información y algunos mitos están siendo suplantados por la atención fija a una pantalla.

Los olmecas sacrificaban niños en honor de las entidades relacionadas a la fertilidad, a la lluvia y a las profundidades terrestres. Los mayas y aztecas igualmente sacrificaron niños en lagunas, montañas y cenotes.




Ahora bien, el mito del Robachicos que en maya se nombra “Okol Pal”, es una expresión cultural relacionada con el miedo, está colocada profundamente en nuestra psique. El Señor del Costal revela la usanza de robarse a los niños para ser sacrificados vestidos de jaguar. Los mitos prevalecen, otros evolucionan, algunos se petrifican con el silencio o cuando se les deja de pensar.

Los olmecas no fueron únicamente los fundadores de las culturas precolombinas sino que también están presentes en nuestra memoria colectiva, la cual, en un acto chamánico, utiliza los ancestrales mitos como máscaras para seducir a la realidad.

Coc.

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