jueves, 20 de febrero de 2014

El Amarillo Maya



Los mayas históricos otorgaron colores a los puntos cardinales, el Este se nombró El K’in y lo pintaron de rojo porque por ahí emerge el radiante Sol que otorga color y profundidad a los objetos y al paisaje; el Oeste se nombró Och Kín y fue negro ya que al desaparecer la luz solar por el horizonte, la bóveda celeste paulatinamente es cubierta por un manto negro; el Norte se nombró Xaman y fue blanco, a mi entender, el color blanco es una reminiscencia del origen boreal chamánico que fundamentó la mitología de las culturas endémicas de la tierra que hoy habitamos. Los mayas guardaban en el inconsciente colectivo el recuerdo de que sus ancestros provinieron de una zona glaciar en la que predomina el hielo y la nieve, por ello el Norte está relacionado con la morada de los mayores; es también importante señalar que Xaman es un vocablo relacionado con los chamanes de origen boreal.




El Sur fue amarillo y se nombró Kan K’in. Su origen me resultaba un enigma hasta que decidí observar a la naturaleza. Me percaté entonces que en Invierno y en el Mundo Maya, el viento proviene del Norte, es gélido, aporta vientos y lluvias dañinas para la agricultura y la vegetación, pero conforme se aproxima la primavera, lentamente su fuerza y dirección comienza a girar hacia el Este y luego hacia el Sur; entonces nos envuelve una cálida humedad y a partir de febrero se desencadena una tremenda floración amarilla. La selva del Mundo Maya se pinta de amarillo: las carreteras son cubiertas por flores silvestres de color amarillo y cuatro variedades de árboles llamados Kan Lol --así como algunas plantas no endémicas--, pintan de amarillo nuestro entorno. Propongo que por ello, entre los mayas, el Sur fue pintado de amarillo y señalaba el final del invierno así como el inicio del periodo en el que preparaban la tierra para sembrar el maíz que también está relacionado con el color amarillo. En éstos días y hasta el mes de abril, notarás que en el Mundo Maya, el amarillo nos saluda radiante y jubiloso.



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