sábado, 12 de abril de 2014

Crónica de un ritual que llamamos Juego de Pelota / Misterios y Descubrimientos





Los conferencistas tenemos la responsabilidad de comunicar una información sustentada, mi intención es que la información se vuelva conocimiento y se deconstruya. El 9 de abril dicté la conferencia “El Enigmático Juego de Pelota” Secretos revelados del Xibalbá en la Casa de la Cultura de Playa del Carmen delante a un ávido y numeroso grupo de guías de turistas, jugadores de pelota, el sacerdote maya Luis Nah, amigas y amigos, buscadores todos. En anteriores entregas de Misterios y Descubrimientos he comentado sobre el contenido de la conferencia y pueden encontrar en mi página de facebook información y fotografías; hoy, quiero compartir con ustedes, queridas lectoras y apreciables lectores, algunos trascendentes momentos de reflexión que recreamos después de mi exposición.

Inicialmente había programado un discurso que siguiera la proyección de sorprendentes imágenes de los “juegos de pelota” que han escenificado los chinos, los japoneses, los inuit (mal llamado esquimales), los pueblos mediterráneos y las culturas nativas de México; sin embargo, una falla técnica me dirigió hacia la improvisación discursiva, lo cual, finalmente, fue más grato y enriquecedor. Comenté que la Palabra crea mundos dentro del mundo pero que no siempre da sentido correcto a lo que nombramos, de tal suerte que en algunos casos llamamos de manera incorrecta a los seres, los eventos, los países, los rituales y los objetos, así, China, en realidad se llama “Zhõngguó” que quiere decir el país del centro, los aztecas se nombraban así mismos “mexicah” y los mayas nunca se llamaron mayas sino que tomaban el gentilicio de la ciudad que habitaban como quien vive en Cancún y es cancunense; de igual manera, el llamado Juego de Pelota en realidad fue un ritual deportivo que los mayas tampoco llamaron Pok Ta Pok como erróneamente se difunde y se cree ya que las inscripciones nos indican que su verdadero nombre es Pitz y Pok Ta Pok no significa nada en maya. Al terminar mi exposición, escuchamos la palabra de los asistentes porque en mis conferencias es sustancial que los participantes expresen su criterio, dudas o en su caso, cuenten con la opción a replicar mi palabra ya que ni soy dueño absoluto de una verdad ni tampoco me interesa alimentar a mi ego con el silencio que puede guardar un desacuerdo o una corrección.

Tomó la palabra el compañero guía Pablo Sosa quien nos compartió una luminosa reflexión: aunque no transcribo literalmente sus palabras, se refirió a la información que compartí en la cual existe la certeza de que durante el periodo Clásico, en el área maya, los ahauob’ (reyes) acechaban a sus enemigos y atacaban sus ciudades pero no mataban a sus adversarios sino los hacían prisioneros y los llevaban a su ciudad donde eran martirizados públicamente, degradados y en ocasiones, desvalidos; los prisioneros celebraban con el ahau que los había capturado un Pitz. Vejado, hambriento y sediento, con la presión baja después de haber sido desangrado, el ahau capturado perdía y era, decimos nosotros: “sacrificado” pero Pablo Sosa retomó mi desarrollo del mal uso del lenguaje y deconstruyendo los hechos, nos compartió la poderosa reflexión de que en realidad no había sacrificios en el Pitz sino “ejecuciones”. En ese momento repicaron las campanas en mi mente y observé que en los rostros de los asistentes surgió una revelación ¡ciertamente! –le dije a Pablo— “acabas de ubicar en todo su contexto lo que mal interpretamos desde hace décadas y nos abres una novísima opción para el uso de las palabras y sus significantes históricos, gracias compañero” Esa fue la primera perla de la noche.

Prisionero en Toniná


Luego una compañera guía manifestó que un instructor de Playa del Carmen les ha dicho en sus cursos de capacitación que según él, el Pitz era un castigo y que no había entonces culpables porque eran los dioses quienes decidían quién debía ser sacrificado y solicitó mi criterio al respecto. De entrada, como el instructor en ciernes nunca publica, no podemos conocer el origen textual de “su interpretación” pero observando el metalenguaje de sus ideas que me comunicó la compañera guía, observo que se sitúa en el error que cometen quienes interpretan a las culturas autóctonas de México con la tradición de culpa y del pecado, del bien y el mal, de los dioses que deciden por nosotros y de aquellas percepciones judeo-cristianas que denotan orfandad, sumisión, culpa y pecado, es decir, con criterios occidentales observa nebulosamente a la historia de los mayas. La cosmogonía maya se manifiesta en la complementariedad de los opuestos, en la comunión con entidades divinas que en ocasiones eran rivales y luchaban junto a los hombres mayas en los escenarios de guerra. El Pitz de ninguna manera es un confesionario para expiar las culpas sino un espejo cóncavo de la bóveda celeste en el que los jugadores realizaban un acto chamánico al recrear el movimiento astral con su voluntad y con sus cuerpos; sustancialmente, el objetivo principal del Pitz era reproducir y hacer tangible con la hierofania (concreción de lo sagrado en el ámbito humano) uno de los mitos fundadores ya que el Pitz es anterior a la existencia de los seres humanos. Es un ritual sagrado realizado originalmente por las entidades divinas por lo que las opiniones de culpa, moral y bien o mal no cuadran en el círculo del tiempo maya.

Con soltura en el discurso se pronunció el sacerdote maya Luis Nah quien nos comentó su criterio sobre la información vertida y escuchamos atentos la Maya Ta’an (Palabra Maya). Una de las importantes sugerencias que ofreció a los guías de turistas es que por favor no llamaran más a la entidad divina Kukulkán con ese nombre ya que es ofensivo porque significa “serpiente revolcada” y nos informó que la tradición de los abuelos indica que su verdadero nombre es Xkuhkikan lo cual vino a confirmar que esa noche era una velada de revelaciones en el uso correcto de las palabras que crean un mundo dentro del mundo. Don Luis Nah nos recordó igualmente que los mayas históricos conocieron el curso de las estrellas que midieron con exactitud los ciclos celestes, que el sol y sus manifestaciones fueron estudiados de manera puntual por sus ancestros y con el rigor de quien reconoce en la pausa entre dos palabras al espacio necesario para la comprensión, celebró que se realizara una disertación sobre el Pitz para que la gente conozca que no era un juego sino algo muy serio y sagrado; se despidió ceremoniosamente dejando detrás de sus palabras un cálido aplauso y en el imaginario colectivo el nombre correcto para Kukulkán que es Xkuhkikan como lo menciona la tradición que nos trasmitió Don Luis Nah.

A la salida de la conferencia seguimos platicando un grupo de asistentes y los integrantes de Univers Maya quienes fueron los que organizaron mi exposición, conocimos a Armando y Víctor, dos jugadores de pelota de tradición generacional quienes nos trasmitieron sus vivencias ya que por supuesto: “no es lo mismo platicarlo que practicarlo”, nos enriquecieron con el conocimiento de sus tradiciones, nos dieron detalles técnicos y comentaron cómo es el proceso de formación de un jugador de pelota, fue entonces cuando les propuse organizar una conferencia a varias voces en la que ellos compartieran su riqueza vivencial y la tradición oral, en tanto que un servidor trasmitiera la información epigráfica e histórica, un inmediato entusiasmo surgió consecuentemente y para el próximo mes programamos dictar una conferencia a varias voces sobre el Pitz en Playa del Carmen.

Luis Nah, sacerdote maya dando su comentario


Más tarde me entrevisté con Hermelindo Beh quien es el Coordinador de Difusión Cultural Indígena del Municipio de Solidaridad y sobre la conferencia me comentó que siendo de origen maya, considera que al contrario de algunos criterios vertidos sobre el choque cultural en realidad hubo una fusión, un “sincretismo” a pesar de las torturas y persecuciones que realizó la Inquisición cuando sus ancestros realizaban ceremonias propiciatorias de la lluvia en honor a Chaac; puntualizó que hay que quitar la venda de los ojos sobre ese supuesto choque cultural que observa a los mayas como vencidos ya que en realidad hubo un integración religiosa donde ambas religiones concedieron y conservaron valores o rituales. Hay muchas interpretaciones erróneas sobre la Historia Maya –continuó Don Hermelindo-- ya que por ejemplo nunca previeron el fin del mundo como se mal interpretó el final de un ciclo del tiempo; comentó que los mayas son una cultura de respeto, espiritual, de concordia y su cotidiano es ritual, todo tiene un motivo y un sentido por lo que cuando cosechaban, piden permiso a la tierra, a las plantas ya que “es otro el sentido de las cosas”. Los abuelos y en particular su abuela, trasmitieron a Don Hermelindo todas esas enseñanzas y apuntó que las siembras son muy importantes para los mayas, que cuando Diego de Landa (inquisidor colonial) observó que había imágenes de Chaac en la tierra, cerró las milpas castigándo una tradición milenaria y concluyó diciéndome que quedan muchas tradiciones vivas y es importante darlas a conocer con respeto para todos.

La conferencia que  recientemente tuvimos en la Casa de la Cultura de Playa del Carmen me ha dejado grandes satisfacciones porque deconstruimos, es decir, hicimos más con lo mismo, reconsideramos nuestras informaciones, creencias y mal entendidos históricos, tuvimos la presencia de amigos mayas y jugadores de pelota; fue un ejercicio de comunión de respeto a la diferencia con los argumentos como sustento de las palabras que por cierto, fueron también reconsideradas. Así que no hubo sacrificios sino ejecuciones, Kukulkán en realidad se nombra Xkuhkikan según una tradición oral maya peninsular.  Por mi parte, agradezco a mis amigos y seguidores que se desplazaron desde Cancún e igualmente envío una salutación a Univers Maya por haberme invitado al inaugurar su proyecto de difusión cultural y con ellos, próximamente dictaré otras conferencias interactivas en Playa del Carmen para compartir la riqueza que nos pertenece a todos por igual.

Xbalamqué y Hunahpú cuando se convirtieron en el Sol y la Luna

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