domingo, 27 de marzo de 2016

Festival Maya de la Primavera Sahcab - Mucuy 2016




El domingo 20 del presente mes se realizó en Sahcab - Mucuy, Quintana Roo, el Festival de la Primavera con la presencia de representantes de las comunidades mayas de Chan-Chen 1 -Jondzot- Yax-Che- -Chan-Chen Palmar- Ya Chen - San Silverio, Universidad Intercultural Maya y Sahcab - Mucuy, así como invitados de Cancún, Tulum, Universidad Intercultural Maya, Italia y Francia. 

Convocado por la Fundación Melipona Maya, el Festival fue un festín de platillos mayas y de otras latitudes de México y del mundo ya que tanto los mayas como los invitados, prepararon deliciosos platillos para compartir y degustar en equidad. Stephane Palmieri, director de la Fundación Melipona Maya, nos comentó que en este Festival se propuso por vez primera intercambiar costumbres gastronómicas y que los integrantes de las comunidades mayas conozcan a través de los platillos de otras latitudes los usos y las costumbres de los visitantes. En las mesas, además de la cocina tradicional maya y de las tortillas calientes de maíz no transgénico, se sirvieron polenta italiana, romeritos con camarones y mole, arroz tailandés con piña y pescado, ate de membrillo, entre otros platillos que degustaron niños y adultos de las comunidades mayas. 

Somos lo que somos por haber compartido los alimentos y esta genial propuesta acercó a los mayas a otras realidades, dejaron de ser un atractivo turístico y se propuso un escenario de reconocimiento mutuo en el arte de compartir los alimentos.

Un altar mundo fue el escenario en el que los sacerdotes mayas recrearon una de sus nobles virtudes, la gratitud… ofrecieron a su universo sincrético los alimentos preparados en un “pib” (horno de tierra). El coordinador autóctono, Aniceto Caamal Cocom, nos comentó: “la ceremonia sagrada fue dedicada a la selva, a la lluvia y la tierra, es un Keex, “un intercambio” para luego recibir de la naturaleza”. En el altar Mundo se encontraban el Tuti-Hua (pan de maíz) y el Tuti – Kab  (pan de miel”, miel de las abejas meliponas mayas y la bebida tradicional “balché”, elaborada con la corteza del árbol del mismo nombre. 

“Es lo que nuestros ancestros hacían y mantenemos esas costumbres – nos explicó Aniceto y continúo-: lo hacemos con respeto a la naturaleza que nos beneficia con la miel, con la milpa y con los frutos de los árboles. Las comunidades han estado desde hace dos años trabajando y recuperando una actividad muy importante: la repoblación de las abejas meliponas que casi habían desaparecido. Han retomando los usos y costumbres del Hetz Mek (ceremonia trascendental en la vida de un maya porque se presente delante a un altar mundo y adquiere su nombre), se sigue practicando la ceremonia  del Chaac Chaac que es previa a la siembra y se continúa también con la ceremonia al dios solar Yum K’in. Nosotros estamos iniciando el apoyo a la tradición de las parteras ya que es una gran necesidad de las comunidades. Nuestras acciones están encaminadas a la armonía … tenemos un proyecto en marcha llamado Cultura Maya viva siglo XXI. Hace tiempo escuché en un video proyectado en un museo de París que la Cultura Maya había desaparecido y en diciembre pasado escuché a una arqueóloga decir en Xalapa que los mayas colapsaron y que ya no existen, que su cultura desapareció. Pero es falso, nosotros somos mayas, estamos vivos, tenemos un programa para cambiar esas ideas y nos ocupamos de mostrar al mundo que estamos vivos; contamos con un código que lo dice claramente: “huayanoné” que se traduce como que estamos aquí, significa que en el pasado, en el presente y en el futuro: aquí estuvieron nuestros abuelos, estamos nosotros y estarán nuestros nietos. Somos una cultura viva”. 



Una de nuestras grandes riquezas es la diversidad, pero la hemos visto como un estigma y es por ello que se nos dificulta vernos de frente, a los ojos. Es preciso dejar de tener sentimientos de culpa o de paternalismo que son finalmente expresiones ocultas del Ego. La Civilización Maya, como todas las culturas ancestrales, evolucionan y así como un romano de hoy en día no asiste al Coliseo sino a los estadios de fútbol, de igual manera los mayas contemporáneos continúan entendiendo los secretos del viento, respetando los códigos de la naturaleza, escuchando los mensajes de las aves y reconociendo en la impermanencia a la importancia de vivir en el presente. El Hombre de Conocimiento Maya, Egidio, nos comentó en Sahcab – Mucuy sobre el uso agrícola del Tzolk’in, de cómo a través de ese calendario ritual se puede reconocer los estados de ánimo de la naturaleza y organizar de mejor manera su trabajo en las milpas y en los huertos. 

Los mayas de hoy  nada tienen que ver con el Calendario Esotérico Tzolk’in que inventó José Argüelles, este mayanista, usurpó el nombre de Calendario Maya e infructuosamente propone con su falso calendario maya solucionar los problemas existenciales de los egocentristas occidentales, inventando lo que los mayas nunca dijeron, ni dicen ni dirán porque para ellos, lo importante es la comunidad, el colectivo y no las limitaciones existenciales y emocionales de personas aturdidas que evocan a los mayas pero en realidad ignoran su real conocimiento y utilizan las elucubraciones de José Argüelles para satisfacer a sus egos. 

Los mayas de las comunidades que repueblan las abejas meliponas en su tierra, se ocupan en la noble tarea de mantener un equilibrio con la naturaleza. La Fundación Melipona Maya, la Universidad Intercultural Maya y el Centro de Salvaguarda de Usos y Costumbres de la Cultura Maya, en colaboración con otras asociaciones civiles y voluntarios, están trabajando arduamente en la repoblación de las abejas meliponas y en la dignificación de la Cultura Maya. Están generando mejores condiciones para las comunidades de la selva, participando en el equilibrio con la naturaleza a partir de la gratitud y la equidad. Loable labor. 

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