martes, 10 de mayo de 2016

¿Un Adolescente Quebequense Descubre una Ciudad Maya?



Hace unos días y como pólvora encendida, se difundió por las redes sociales que William Gadoury, un adolescente quebequense que cursa el cuarto año de secundaria, descubrió una enorme ciudad maya utilizando unos mapas satelitales. Respetando el valioso esfuerzo de investigación de William Gadoury, surgen varias dudas sobre la información publicada como verdad científica.

La noticia difundida a nivel mundial por Le Journal de Montréal indica que William analizó 22 constelaciones mayas y que con ellas elaboró un mapa celeste que corresponde a 117 ciudades mayas pero no aportan el nombre de las supuestas constelaciones convirtiéndose en un enunciado lo que pudiera ser una noticia. Se postula, sin reconocer trabajos anteriores de diversos especialistas, que ningún científico o investigador había hecho tal correlación lo que le valió ser invitado a presentar su búsqueda en la Agencia Espacial Canadiense y, que la Nasa como la Agencia Espacial Japonesa, mostraran interés en su investigación.

Continúa comentando la nota publicada por Le Journal de Montréal que el genio adolescente se percató que analizando la constelación vigésimo tercera –sin dar el nombre-- debía corresponder a una ciudad maya y, cotejando con el mapa del Mundo Maya, correspondió a una ciudad enorme que con mapas satelitales ubicó 17 grados Norte, 90 Oeste. William la bautizó como K’aak’ Chi o Boca de Fuego. “Yo no comprendía –dijo William-- porqué los mayas habían construido sus ciudades lejos de los ríos, en tierras poco fértiles y en las montañas, había que encontrar una razón y, como ellos adoraban a las estrellas, me vino la idea de verificar mi hipótesis. Realmente me sorprendí y alegré cuando me di cuenta que las estrellas más brillantes de las constelaciones correspondían a las ciudades más importantes de los mayas”. La nota original ubica a la ciudad en territorio mexicano próximo a Calakmul, pero otras fuentes la ubican en Belice, se informa de una pirámide de 86 metros (sería la más grande del Mundo Maya) con una superficie total de 80 a 120 km cuadrados, con caminos y 30 estructuras visibles desde el espacio. Sería la cuarta ciudad más importante del Mundo Maya.

Consulté a mi amigo José Miguel Ramírez Olivos quien labora como ingeniero aeroespacial en la Agencia Espacial Canadiense y me confirmó que William presentó en la Agencia su ejercicio de investigación y que por motivos laborales no pudo asistir a su ponencia pero que lo que hay que destacar es el uso de la tecnología espacial en la investigación arqueológica. Coincidimos en que hay que luchar por la creación de una agencia de periodismo científico para dar soporte a noticias como está y, en ello, como en otros loables temas de divulgación científica, ocupa su atención el Ingeniero Aeroespacial José Miguel Ramírez quien por cierto, nos visitará en Cancún próximamente, dará algunas entrevistas en la Radio y lo entrevistaremos en exclusiva para Por Esto! de Quintana Roo y Literatura y Mundo Maya el próximo domingo en esta misma columna.

Platicando con mi colega investigador Jens Rohark, decidimos resumir una información para que se pueda valorar la certeza de la noticia del supuesto descubrimiento maya que sin los datos de las Constelaciones, por el momento, es un enunciado. Astronómicamente hablando, y con relación a la percepción terrestre, los Mayas Históricos individualizaron 13 Constelaciones que giran alrededor de la Eclíptica y se mueven, es decir, no aparecen todo el año, unas son visibles en verano otras en invierno por lo que quedan descartadas para servir de mapa. Medían con precisión a la Osa Mayor que gira en torno a la Estrella Polar y es la única estrella que se mantiene fija respecto a la perspectiva terrestre. Sabemos que las conjunciones y alineamientos planetarios con las Pléyades eran importantes y valoraban mitológicamente a la Constelación de Orión, todos estos astros se mueven, tampoco pueden ser punto de referencia para fundar ciudades. La Vía Láctea se mueve también, no está fija, ondula de derecha a izquierda y las Constelaciones que en ella se encuentran no pudieron entonces ser referentes para la fundación de las ciudades. Ciertamente fueron extraordinarios observadores del cielo reconociendo los ciclos sinódicos planetarios y calcularon la posición de la Luna con precisión en el pasado como en el Templo XIX de Palenque donde fecharon una posición lunar hacia el 10 de marzo de 3309 a. C. pero no existe referencia epigráfica de que las Constelaciones rigieran la disposición geográfica de las ciudades mayas.



Históricamente hablando, las ciudades que aparecen en el mapa que publicó Le Journal de Montréal no fueron contemporáneas, olvidan colocar a Calakmul y anexan a Villahermosa y a San Cristobal de las Casas, desmeritando su propuesta con estas ciudades modernas. Algunas ciudades mayas fueron fundadas para que no tuvieran que caminar más de 20 kilómetros entre ambas y muchas fueron edificadas junto a los ríos. Otras ciudades, como las de la Cuenca de El Mirador, se fundaron lejos de los afluentes pero tuvieron tierras pantanosas y, por lo tanto, ricas en nutrientes. Los socavones que realizaron para obtener las piedras de sus monumentos se inundaban en la temporada de lluvias logrando así sobrevivir durante las secas. Algunas ciudades como Quiriguá y Copán estaban posicionadas para controlar los yacimientos de jade y, otras en el Pacífico, como Paso de la Amada o La Blanca, para controlar las ancestrales rutas comerciales. Otras ciudades se construyeron en función de la topografía y fueron seleccionadas sus ubicaciones por alineamientos con montañas o en función del alba solar como Izapa o Tikal.

Concluimos que sin los nombres de las Constelaciones y la metodología que utilizó William Gadoury es imposible confirmar su propuesta, es muy probable que descubriera una ciudad maya pero no necesariamente por posicionamientos celestes ya que el cielo se mueve. Por último, los mayas no configuraron un Imperio sino Ciudades Estados, algunas de ellas fueron enemigas por lo que no pudieron ponerse de acuerdo para coincidir en el cielo en un supuesto Plan Maestro y en su mapa falta Calakmul que fue una de las ciudades más importantes. Esperemos noticias del trabajo de William para seguir valorando con respeto y sustento histórico, enhorabuena que un joven se interese por una de las Culturas Originales del Mundo y esperamos que pronto contemos con una agencia de periodismo científico internacional para que noticias como esta, sean sustentadas por un comité y no por la euforia de Internet.

Coc.

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