viernes, 30 de diciembre de 2016

La Madre Tierra


 

Entre los mayas históricos no existió "La Madre Tierra". Carecemos de registros epigráficos y referencias arqueológicas que así lo demuestren. Sin embargo, el intercambio cultural y las influencias holísticas han provocado que algunos mayas modernos decidan hacer suyo al concepto de Madre Tierra.

La Cultura Maya no solamente está viva sino que “es vivida” y, por lo tanto, se encuentra siempre en transfiguración. Cuenta con un bagaje mitológico ancestral que fue transfigurado de manera sincrética a lo largo de los cristianos siglos posteriores a la invasión peninsular y hoy, algunos pueblos mayas siguen evolucionando adquiriendo valores culturales y mitológicos de otras latitudes, como es el caso de la Madre Tierra.

Por otra parte, el sentimiento de orfandad provocado por una identidad histórica mal comprendida así como la decadencia de las creencias religiosas en un mundo individualista, conduce a mayanistas y seguidores New Age a buscar a la Madre en tradiciones y sociedades del pasado, idealizando lo que no fue. Reconfiguran rituales que les son ajenos y, sustentados en un imaginario de culpa, intentan encontrar en un idílico pasado agrícola-ritual las respuestas a las incongruencias de una sociedad de consumo. Les asiste el derecho a creer lo que deseen, igualmente los investigadores tenemos el derecho a cuestionar la validez histórica de sus postulados para descontextualizar a las creencias modernas del pasado histórico.

Ciertamente somos polvo estelar concentrado en un Ego, estamos emparentados con las estrellas y con las constelaciones; elementos estelares constituyen nuestro cuerpo y somos minoría en el cosmos ya que los átomos representan el 4% de lo existente, visible o no visible, pero mensurable. Si los mismos átomos que circundan el vacío cósmico forman nuestros cuerpos, los árboles, los mares y lo tangible, ¿por qué buscar a la Madre Tierra? En rigor, ella, nosotros y todo lo que nos circunda, estamos en equidad atómica... postular que es nuestra madre, que la tenemos que salvar (de nosotros mismos), que la estamos lastimando son, entre otros inmaduros disparates, la fina expresión de nuestro recalcitrante Ego que lavándose en culpas, infructuosamente intenta expiar nuestra condición de insaciables depredadores.

¿Quien fue entonces la Pachamama?

La Madre Tierra o Pachamama es una triste historia de la mitología quechua que recupera el mito mundial de dos hermanos quienes se convierten en la Luna y el Sol, tal y como sucedió con los gemelos mayas Xbalamqué y Hunahpú o Taqquiq y Siqniq entre los inuit (mal llamados esquimales). Otras variantes de hermanos fundadores de culturas o ciudades son Rómulo y Remo o Caín y Abel. La historia de dos hermanos primigenios es quizá un mito de origen Paleolítico y por ello se ubica desde la selva hasta el glaciar.

En el caso del mito quechua que nos llegó por los incas, Pachamama tuvo que elegir a su esposo de entre dos hermanos, Pachacama y Wakon, el segundo enfureció al no ser elegido y fue expulsado del cielo para vivir en las cuevas y en las penumbras. Pachacama y Pachamama tuvieron dos hijos gemelos, un varón y una niña, ambos fueron conocidos como Wilkas y todo era felicidad hasta que Pachacama cayó al mar y se ahogó, entonces Pachamama y los Wilkas deambularon sin sentido por la oscuridad del mundo y de pronto encontraron una luz en una cueva sin imaginarse que era la casa de Wakon quien al verlos llegar, los recibió transfigurado escuchó compasivamente sus infortunios y luego mandó a los Wilkas a buscar agua para aprovecharse de su madre quien al resistirse, fue asesinada por el rufián y luego se la comió. Los Wilkas lograron escapar de Wakon quien los engordaba para comerlos después, en su huida fueron ayudados por los animales de la montaña y en la persecución distrajeron a Wakon dándole pistas falsas sobre el paraderos de los infantes. La zorra indicó a Wakon que si cantaba desde la cima de una montaña imitando la voz de Pachamama, los Wilkas irían a buscarlo. Wakon antendió el consejo de la zorra y al llegar casi a la cúspide de la montaña, resbaló con una piedra floja que habían colocado los animales y cayó a un abismo provocando temblores.

Después de un rato de sufrimiento, los Wilkas tuvieron un sueño y al interpretarlo, subieron por unas cuerdas hacia el cielo para estar con su padre, más tarde, se transformaron en el Sol y la Luna.

Espejos

La Pachamama fue entonces una entidad divina en forma de sufrida mujer que tuvo dos hijos quienes después de experimentar penurias y sufrimientos, se convirtieron en el Sol y la Luna. Es sustancial acotar que Pachamama fue víctima de canibalismo. Nada de lo anterior corresponde al imaginario mitológico de los mayas históricos.

Hoy en día, el concepto de Madre Tierra es también retomado por algunos seguidores de la simulación quienes lavándose en culpas intentan salvar a la Tierra vista como madre… y uno se pregunta ¿de quién van a salvarla? Para que la Tierra no “sufra”, tendríamos que desaparecer los seres humanos.

Viendo de soslayo a la condición violenta del universo y a la depredadora condición humana, evangelizados modernos se reúnen en torno al fuego y provistos de vocablos ajenos a su lengua materna, invocan a las buenas vibras, al empoderamiento femenino, a un erróneo conocimiento de la mitología maya, a la conciencia elevada --o lo que eso signifique--, a los rayos sincronizadores del universo y a otras creencias New Age, con la peregrina y huérfana intención de que las fuerzas energéticas superiores actúen en las mentes de los humanos y logren cambiar la condición humana, lo cual, a todas luces, es una bonita utopía que genera consumidores y adeptos que compran la idea de ser lo que nunca seremos.

Claudio Obregón Clairin

De las Piedras y el Tiempo



En el imaginario religioso maya, el inframundo está relacionado con la fertilidad, la Creación, el origen y es la residencia de la divinidad de las aguas pluviales y las subterráneas. Al descender a cuevas y cenotes, los mayas observaban que las piedras contenían los restos endurecidos de crustáceos, corales y moluscos, desconocemos qué reflexiones les provocaría tal observación, sin embargo, sabemos con certeza que para ellos los objetos podían convertirse en sujetos, es decir, adquirían alma.

Un objeto ritual como un cetro de poder con la imagen de la divinidad Kawil, simbolizaba el Poder mismo de la dinastía reinante pero lo trascendente es que estaba vivo. De igual manera, los basamentos y los templos que erróneamente nombramos pirámides (no terminan en punta y tampoco los construyeron los egipcios), fueron llamados Witzob por los mayas históricos y estaban dotados de alma, se les imbuía existencia al ofrecerles ch’ulel o energía vital, la cual, se encontraba en la sangre. 

Los Witzob fueron entidades y no monumentos, adquirían alma con el ch’ulel y luego las pintaban de rojo, en el Mundo Maya, la mayoría de las pirámides estuvieron pintadas de rojo y, como si fuesen antenas parabólicas invertidas: unían al cielo, a la tierra y al inframundo. Los monumentos mayas, son la suma del Poder religioso y por su majestuosidad, generaban sumisión. Su función fue múltiple, algunos contuvieron sepulcros para los ahauob (reyes), otros estuvieron adosados de habitaciones (como la llamada acrópolis de Ek Balam) y, en la cima de algunos Witzob, se dispuso de plataformas para las danzas e invocaciones a los espíritus o entidades divinas que erróneamente llamamos dioses ya que un dios es omnipotente, invisible, omnisciente, castiga o premia, nos comunicamos con él a través de la oración o con un intermediario y fundamentalmente nos crea un sentimiento de persecución y culpas, en tanto, a las entidades divinas o espíritus –como los que veneraban los mayas— se les invoca y evoca, se les ve de frente, se crean alianzas con ellos y se tornan aliados en las intenciones contra nuestros congéneres, por lo anterior, se genera una deuda que se debe pagar puntualmente. Las mal llamadas pirámides mayas eran el espacio catártico en el que nuestros mayores se comunicaban con sus espíritus. 

Los Witzob fueron construidos con piedras que originalmente formaron la vida submarina y luego se petrificó; millones de años después, los mayas históricos las cubrieron de estuco y sus Witzob fueron bañados de rojo. Las piedras de los mayas históricos tuvieron dos veces vida.

Tun, es el vocablo para nombrar a las piedras mayas y, como la lengua maya es polisemántica, es decir, un vocablo puede tener varias acepciones, Tun, también es un apelativo para nombrar al tiempo. 

Es a través del movimiento como podemos percibir al tiempo. Observando el movimiento de los ciclos de los planetas y del Sol y de la Luna, los mayas estructuraron sus calendarios o fijaron al futuro y al pasado los eventos divinos y los humanos. En función del movimiento de Venus determinaron los periodos para sus guerras y, cuando sucedían conjunciones planetarias, inauguraban sus monumentos. 

Cuando un planeta aparece en el horizonte y luego desaparece, los mayas históricos percibían la sensación del paso del tiempo pero el ciclo de los astros no dejaba rastro físico. Viendo petrificados en las piedras a los crustáceos, a las conchas marinas, a los caracoles y a los peces, ubicaban el testimonio de la vida y de la muerte, contaban con la evidencia física del paso del tiempo y, quizá por ello, pudiera ser, para los mayas el tiempo y las piedras fueron unidad.

Claudio Obregón Clairin

Apuntes del Juego de Pelota

 



Los mexicah (aztecas) lo llamaron “Tlachco” y los mayas “Pitz”, erróneamente hay quienes lo nombran “Pok Ta Pok” y se le considera un espacio deportivo-ritual en el que el perdedor o el ganador era decapitado, lo cual también es falso ya que no existe ninguna fuente histórica que avale esta contemporánea interpretación del Pitz.

Es revelador que a pesar de que los mayas contaron con una escritura propia, no existe un solo texto en el que especifiquen que algún supuesto partido terminó con un marcador tipo 4 a 3 y el perdedor o el ganador fue sacrificado.

Sahagún menciona que durante la fiesta del mes Panquetzaliztli, eran sacrificados 4 prisioneros en el tlachco mexica. Los desmembraban y sus extremidades ensangrentadas las arrastraban por el suelo del Tlacho, más tarde eran conducidas hacia los extremos de la ciudad y luego los juntaban nuevamente en el Tlachco… curiosamente, este ritual tiene semejanza con el acto chamánico de los gemelos Xbalamqué y Hunahpú quienes transfigurados en actores se desmembraron delante a los Señores del Inframundo para luego volverse a “armar” y los Señores del Inframundo pidieron ser igualmente desmembrados pero cobrando venganza de la muerte de su padre y de su tío, no fueron unidos nuevamente. 

Así que no hay evidencia epigráfica o iconográfica que nos lleve a concluir que el vencedor o el ganador de un supuesto juego eran sacrificados. Pero en algunos “Juegos de Pelota” como en el Chichén Itzá o en el Tajín, se observa precisamente un sacrificado, entonces ¿quienes eran las víctimas y por qué se les decapitaba? Reconocemos que en la ascensión al trono, los ahauob (reyes mayas) tenían que capturar a un enemigo y lo decapitaban. Los gobernantes mayas se consideraban hijos de la Entidad Divina del Maíz y por ello deformaban en forma cónica sus cráneos. Cuando se cosecha el maíz, se corta la mazorca como si se decapitara. La decapitación entonces es una reproducción simbólica del momento en el que se cosecha la mazorca del maíz.

En Cantona, Puebla, existen 27 “Juegos de Pelota”, hace unos meses visité el sitio y llevé una pelota mixteca elaborada a la usanza ancestral con la resina del Ficus elastica o árbol del hule, al lanzarla sobre los muros de los llamados “Juegos de Pelota”, evidencié que el rebote no era controlable ya que los muros fueron construidos sin argamasa, las piedras de cantos irregulares estuvieron apiladas “en seco” y los muros de los 27 Juegos de Pelota carecieron de estuco por lo que en ellos es imposible “jugar” con una pelota de hule como se presupone que se hacía.

Las culturas autóctonas fueron machistas y agrícolas, el “Juego de Pelota” es ante todo, un espacio de hombres, sin embargo, en Coba, reconocemos que la fundadora de la Dinastía de las Reinas de Fuego “Kalomté Ix Kawil Ahau I” dedicó el pitz que está cercano al complejo Nohoch Mul y, en ese mismo espacio ritual, se entronizó. Recuerdo que hace 20 años, ese pitz contaba con unas estelas fijas en el supuesto terreno de juego, en ellas aparecen las imágenes de Kalomté Ix Kawil Ahau I y de su descendiente K’ak’ Balam. Desde el punto de vista práctico, era imposible sortear esas estelas si se jugaba a la pelota, amén de que no había anillos en los muros, los cuales fueron más tarde anexados por los arqueólogos del INAH. 

En Chichén Itzá, hay 13 Pitzob y el más grande, ubicado en la Gran Nivelación, tuvo dos muros construidos de Este a Oeste que lo dividían de manera no simétrica, por lo que no se utilizaba todo el terreno que hoy observamos. Linda Schele, fue la primera investigadora en identificar al Chak Mol como la Entidad Divina de Maíz y sugirió que ese era un espacio para la entronización relacionada con el maíz, tal y como observamos en los grabados del Templo Norte. 

De manera conceptual, podemos deducir que el “Juego de Pelota” es la reproducción plástica del cielo invertido, ciertamente el pitz simboliza al inframundo y los anillos pudieran representar al Sol introduciéndose al crepúsculo o a punto de surgir al alba, la pelota pudiera ser una alegoría de Venus (Entidad Divina relacionada con la guerra) que acompaña al sol al amanecer y otros días al atardecer. Sin embargo, en ninguna imagen de los Vasos Ceremoniales del Petén fotografiados por Justin Kerr, observamos que los jugadores de pelota introduzcan la pelota en el aro. Una gran cantidad de “Juegos de Pelota” carecen de aros y aún sirviéndose de un bastón o una raqueta de piedra como aparecen ataviados los jugadores de Chichén Itzá, es prácticamente imposible introducirla en ellos. Lo que sí es cierto, como en la fotografía que acompaña estos apuntes, es que los mayas golpeaban la pelota contra escaleras.

Actualmente el Ulama que se practica en la Costa Occidental de México como en la Mixteca, carecen de aros. Los juegos que sobrevivieron no introducen la pelota en ningún aro y los jugadores pasan la pelota de un lado al otro… ahora bien, los “Juegos de Pelota” de diversas regiones son en forma de I o de T, por lo tanto, sugiero que era en esos espacios laterales donde los jugadores practicaban un deporte ritual pasando la pelota de un lado al otro y el objetivo era reproducir al mito fundador de los gemelos que juegan contra los Señores de las Tinieblas. 

Ahora bien, el que consideramos terreno para el juego, fue un espacio dedicado a la dramatización de los mitos de la Creación y del Inframundo, pero sustancialmente a la entronización de los gobernantes y por ello en Coba aparece una reina gobernante que asciende al poder.

Coc.