Blog del escritor e investigador mexicano Claudio Obregón Clairin / literaturaymundomaya@gmail.com
domingo, 28 de junio de 2009
¿A dónde vamos si no compramos? / Museo Pelópidas de Cancún
martes, 23 de junio de 2009
Arqueólogos Cancunenses / Guillermo de Anda
jueves, 18 de junio de 2009
La Palabra / Ensayo
La palabra crea universos y atmósferas, es visionaria, dirige. La palabra es la diferencia entre el vacío y tu intención. Con ella, nombras al viento que transporta tus fonemas; así recreas tu voluntad. La palabra hiere o resulta indiferente, sella compromisos y seduce a quien desea ser engañado. Muchas palabras pueden ser una cascada que atrapa nuestra atención y sin ellas, no podemos vernos en el espejo porque necesitamos de su luz.
AURORA
Los homínidos poseían un sofisticado lenguaje corporal y un limitado lenguaje hablado; sus actividades respondían a las conductas de animales gregarios irracionales y “sobrevivir” era el talante de su existencia; sin que nadie pueda explicarlo de manera convincente, desde hace dos millones y medio de años, el cerebro humano evolucionó de manera excesivamente rápida para detenerse abruptamente hace unos trescientos mil años.
Los investigadores nos dicen que en el lado izquierdo de nuestra masa encefálica se localizan el área de Broka y el área de Wernicke, zonas relacionadas con la estructuración del lenguaje, y por ello, nuestro hemisferio izquierdo, a la altura de la sien, tiene una protuberancia… aunque las palabras no se fosilizan, los cráneos de nuestros ancestros contaban ya con esa protuberancia y evidenciaban una primaria intención por articular palabras.
El pensamiento encontró en la palabra a su cómplice; las circunstancias dejaron de ser percibidas de manera intuitiva y el inconsciente colectivo configuró los lenguajes primigenios. Somos lo que somos por haber matado al otro para sobrevivir y luego compartir los alimentos, pero estamos como estamos, por las acciones que generan nuestras palabras.
NOMMO
Los primeros lenguajes nacieron en África y de ellos, aún subsiste el grupo lingüístico “Khoisan”; los bosquimanos pertenecen a ese grupo y son los únicos humanos que en su habla usan sonidos metálicos –clicks-- que producen colocando la lengua en el paladar y luego separándola de manera intermitente -como cuando le damos una orden a un caballo-. Este arcaico estilo de articular palabras nos remite a aquellos soles en los que nuestros ancestros pronunciaban onomatopeyas que imitaban los sonidos de la naturaleza.
En las lenguas africanas llamadas “bantúes”, los sustantivos no se dividen por el género gramatical en masculinos, femeninos y neutros, sino que se agrupan en cuatro clases: Muntu, que se refiere a los seres (mujer, hombre y espíritus), Kintu, que designa a los animales y a las cosas (el perro y la piedra), Hantu, que sitúa al espacio y al tiempo (el oriente y el ayer) y Kuntu, que es una modalidad (la risa y la belleza). Los seres y las cosas poseen una sustancia y fuerza, emparentadas, gemelas, complementarias que en su simbiosis provocan el asombro y crean la palabra.
En la arcaica filosofía del África Negra no existen contrarios y nada está lejano; y no es que la materia y la energía se unan, sino que jamás han estado separadas.
El motor que provee a todas las fuerzas de vida y actividad es el “nommo” -palabra, logos- que como el agua, la semilla y la sangre, genera vida con sólo su presencia. Entre los africanos que hablan las lenguas bantúes, la palabra es el vehículo para comunicarse con sus antepasados. Son ellos y no un Dios, quienes por medio de su infinito poder son capaces de auxiliar a los “vivos” en sus plegarias. Toda hechicería es hechicería de la palabra; puede ser un conjuro, un encantamiento, una bendición o una maldición y un desafío.
Es a través de la palabra que los seres humanos imponemos dominio sobre las cosas y los seres. En el evangelio de San Juan la palabra queda en Dios, y el hombre debe dar fe de ella y difundirla. Más tarde, la palabra se hizo carne en Cristo. En cambio, en la filosofía del África Negra, la palabra (“nommo”) se hace carne dondequiera, es más ¡crea a los dioses!
Durante la ensoñación los hombres de conocimiento utilizan la fuerza del “intento” para nombrar las cosas y volverlas tangibles. El nombrar corporeiza las energías y dado que existen miles de idiomas, sólo la energía descifra nuestra intención, que se expresa en mil voces. En la ensoñación transitan otras palabras, las de los seres inorgánicos y los aliados (demonios y ángeles en otras tradiciones); si se mantiene el diálogo interno en silencio, nuestras palabras pueden entablar comunicación con ellos en el ensueño; algunos son grandes vendedores de ilusiones, atrapan nuestra atención con palabras sutiles o situaciones dramáticas pero, con tales conciencias inorgánicas no nos conviene jugar ya que, sin que nos demos cuenta, aprovechan nuestro asombro para absorber una gran cantidad de nuestra energía.
De no existir la palabra, las fuerzas tangibles y las del ensueño quedarían rígidas, no habría interpretación consciente de la creación, del movimiento ni de la vida. Dice una antigua frase de sacerdotes yorubas: “Nada hay que no haya; todo aquello para lo que tenemos un nombre, lo hay (existe)” lo cual significa que la expresión, la imposición de un nombre, crea lo nombrado. El nombrar y conjurar es entonces un acto creador, por lo que toda palabra tiene sus consecuencias y sus obligaciones. No hay palabras inofensivas: la palabra altera al mundo.
DOÑA CIENCIA
Los idiomas se pueden diferenciar por su sonido, por los significados y por su sintaxis. Existen 5000 idiomas algunos; están en proceso de desaparición como el “Popoloca” en el Golfo de México. Dentro de 50 años se habrán perdido la mitad de ellos. Luca y Francesco Cavalli-Sforza han realizado una exhaustiva investigación lingüística en su libro CHI SIAMO, la storia della diversità umana, con la esperanza de encontrar las raíces de las palabras que configuran los idiomas, y concluyen: “El problema es que los idiomas cambian rápidamente y no podemos encontrar lazos de parentesco después de transcurridos seis mil años”.
Hasta el momento los lingüistas reconocen algunas superfamilias como la den-caucásica que cuenta con unos cuarenta mil años de existencia y la nostratica euroasiática de veinte mil años de vida. Al conocer el esquema de las superfamilias, inevitablemente nos asalta la curiosidad y desearíamos saber si existió una lengua madre. Los estudios lingüísticos de Cavalli-Sforza concluyen que algunas etimologías pueden ser casi universales como tik que con sus variantes tok, titi, te, tong, tik significan respectivamente: uno (nilosahariano), dedo (caucásico), mano (japonés), brazo (indopacifico) e índice (esquimal), pero el enigma comienza cuando estas etimologías primarias y comunes para seres de diversas latitudes se comparan con las lenguas primigenias africanas como la Khoisan o la Níger-Kordofaniano y no encontramos ninguna semejanza. Descubrir los orígenes de tal incompatibilidad es un gran desafío para quienes estudian la evolución lingüística. Cuando se vislumbre una solución, diversas ramas de la antropología moderna se verán beneficiadas al tener la posibilidad de recorrer por completo el desarrollo de la diversidad humana.
ESPEJOS
La palabra es un surco donde se siembran intenciones, deseos y voluntades hechas conciencia; la palabra zurce y labra, acomoda e incomoda, destruye o armoniza, la palabra viaja con los sonidos y puede provocar graves silencios.
Las palabras narran la historia de quienes las usamos y en cada uno de los sonidos vueltos fonemas que lanzamos al aire en forma de palabras, evidenciamos siglos, milenios de un sinuoso desarrollo cultural. Con palabras de satisfacción se narran los triunfos y siempre hay palabras que reconfortan nuestro espíritu. Las palabras mágicas abren las puertas del conocimiento; por eso nacemos sin palabras, para que cada pueblo pueda enseñar a sus hijos el camino de la palabra verdadera… la verdadera palabra que nos hace libres o nos somete a sus creencias, cuestión de enfoques y de palabras que los explican.
En pocas palabras: palabra que sí te cumplo, empeño mi palabra porque algunas palabras se las lleva el viento y la mía es una palabra de honor. Detrás de las palabras puedes ver mi intención, pon oídos sordos a palabras necias porque a nadie le va a gustar que estés apalabrada conmigo. Eres una persona de pocas palabras pero por desgracia siempre están en contradicción con tus acciones así que puedes exigir gritando a los cuatro vientos: amor, justicia, tierra y libertad; pero no se te ocurra dejar una sola palabra escrita porque la quemaremos inmediatamente, te doy mi palabra de que así será y si no te basta, recuerda que también existe la palabra de Dios.
lunes, 15 de junio de 2009
Artistas Cancunenses /Marisol Moreno y Raúl Salcedo
Los mexicanos mestizos, somos frutos germinados de varias semillas. Por nuestros pensamientos circulan sensaciones y certezas provenientes de regiones distantes; asiáticas las más lejanas, precolombinas las que menospreciamos y españolas las que negamos. Quizá por ello, en un volado nos jugamos la vida y en un albur nos duele el corazón.
Presos de fantasmas invocados por un Estado que durante décadas ha desarticulado nuestra identidad y por intelectuales que berrearon cuando se perdieron en los Laberintos de su Soledad, se nos ha inculcado un estúpido sentimiento de culpa sobre la invasión y/o conquista española que sucedió hace 500 años. ¡Qué tontos hemos sido al hacer verdades las transgresiones y al no observar que gracias a ese evento: es que pudimos nacer!
En la Historia no hay buenos y malos, todos somos humanos. Tan bárbaro el delincuente que descendió de los barcos como el que lo saludó con el palpitante corazón de una víctima humana entre sus dedos. Al negar nuestro legado español, estamos negando una parte de nosotros mismos, no hay que ir muy lejos para comprenderlo, basta observar que la mayoría de los mexicanos pensamos y nos comunicamos en idioma español.
Las expresiones artísticas traducen los orígenes de las culturas. Cuando observamos el tradicional baile peninsular de la Jarana, es notorio que los pies acarician o despiertan a la tierra para que los danzantes se tornen un vaso comunicante entre el Xibalbá y el Cielo; al mismo tiempo, con los brazos alzados y chasqueando los dedos, el bailarín dibuja los recuerdos de la Jota Aragonesa.
Los españoles también poseen raíces encontradas como la árabe, la cristiana, la sefardí y la gitana; pero al contrario de nosotros, ellos se sienten orgullosos de ese pasado y lo transfiguran. Cuando escuches nuevamente la canción "Como perder una estrella" interpretada por Alejandro Fernández, encontrarás esas raíces que queramos o no, también son nuestras.
Es por todo lo anterior, que el trabajo artístico de los artistas cancunenses Marisol Moreno y Raúl Salcedo, resulta trascendental en nuestras vidas.
En su arte escénico, observamos a dos bailarines que sintetizan una parte de nuestra historia, nos llevan de la mano hacia nuestros orígenes y nos hacen visible nuestra realidad cancunense. Recordemos que habitamos una tierra de inmigrantes y que aquí fue el primer espacio de encuentro y confrontación entre españoles y mayas.
Marisol y Raúl llevan 16 años en Cancún. Inicialmente ofrecieron su arte a la Industria Turística y, como todos los bailarines que trabajan en Cancún, fueron despreciados por la hotelería que no valora al arte y que privilegia la comisión sobre la calidad; la plusvalía sobre la integridad; el menor costo y mayor beneficio sobre el bienestar social; que paga por trimestre, que contrata improvisados animadores para explotarlos en todos los sentidos elevándolos a la categoría de "todologos"; en el colmo de nuestro Desarrollo Involutivo: no menos del 30% de sus activos... es deuda a proveedores.
Delante a ésta feroz realidad, Marisol y Raúl decidieron orientar su propuesta escénica hacia los ciudadanos cancunenses. En 1996 formaron una Compañía Profesional de Flamenco y cada año, desde 1994, han realizado coloridos Festivales de Danza Española y Flamenco en la Casa de la Cultura de Cancún para mostrar su calidad como ejecutantes y profesores, estos festivales son ya una tradición que los amantes de la expresión corporal esperamos con renovada expectativa.
También han realizado majestuosos eventos, como el que presentaron después del Huracán Willma, basado en la obra literaria de Don Quijote de la Mancha, con la participación estelar del primer actor, Gonzalo Vega. Al concluir el estreno, Gonzalo comentó que aquella noche había nacido un espectáculo digno de presentarse en los mejores recintos del arte mundial. Infortunadamente, no fue así.
El ínfimo apoyo a la Cultura se traduce como desprecio y es que las señoras y los señores del poder, ven a la Cultura como la Tía Fea de Cancún.
Ante la penosa realidad adversa que enfrentamos los creadores en nuestro país y en nuestra ciudad, muchos han optado por irse de Cancún o de México y quienes nos quedamos, respetamos su dolorosa decisión; por circunstancias diversas, otros creadores, como Marisol Moreno y Raúl Salcedo, continúan sembrando estrellas en la arena y, cuando la Luna decide ser su cómplice, nuestra tierra y nuestras playas se observan luminosas y pletóricas de amor.
Ahora nuestros queridos bailaores cancunenses preparan otro majestuoso Festival de Danza Española y Flamenco para ofrecerlo amorosamente a su comunidad, en esta ocasión participarán artistas cancunenses y españoles. Se trata de un homenaje a uno de los "poetas mayores" de la Literatura de habla hispana: Federico García Lorca.
Las presentaciones serán el viernes 26 a las 20:00 hrs y el Sábado 27 a las 19:00hrs. en la Casa de la Cultura de Cancún y no adelanto más porque reservo el contenido del XV Festival de Danza Española y Flamenco para otra entrega.
En nuestros tiempos violentos y deshumanizados, los creadores comprometidos con su entorno social, están presentes ofreciendo lo mejor de su arte. Observar la Danza Española y el Flamenco como componentes de nuestra identidad, significa perdonar el pasado y abrigar un espacio de armonía con nuestro presente, permíteme sugerirte que lo reflexiones, nos urge reconstruirnos.
martes, 9 de junio de 2009
Artistas Cancunenses / Rubén Carrasco
Rubén Carrasco transitó por los senderos del hiperrealismo, selló un pacto con la forma y conoció su esencia. Durante algún tiempo, detuvo su oficio en la realidad racional e interiorizó en los helénicos criterios de la forma. Un día, percibió que junto a la forma, existe un ligero remanso y, después de ahí, habita la abstracción de la forma. Desde entonces, Rubén observa otras realidades y por su pintura fluyen emociones que aún no han sido nombradas.
La obra de Carrasco nos sitúa en un filtro de interpretación visual donde la voluntad y el espíritu, apaciblemente se acomodan y aquietan su constante diálogo; inmediatamente después, aparecen los elementos visuales de la otra forma, nos seducen con su enigmática narrativa y nos aproximan a las sensaciones que algunos experimentan en sueños o en meditaciones profundas… impresiones donde la razón se descubre incompleta y es el cuerpo quien recuerda.
El trazo de Carrasco inserta la luz en la zona que equilibra y, según su intensidad, puede convertirse en un acento, recorrer la obra deshilvanándose o ser un punto de fuga. En la pintura de Rubén, la luz saluda a la otredad desde el plano consciente, comulga con la asimetría orgánica y cobija la descomposición de recurrentes esferas en movimiento.
sábado, 6 de junio de 2009
La Calle
Cuando tuvimos que permanecer encerrados por la contingencia sanitaria, nos quedamos sin besos, sin abrazos, sin saludos, sin "los otros". Por vez primera en nuestras vidas y por orden de la autoridad, nuestras costumbres y nuestros sentimientos fueron colocados en pausa, las calles estuvieron desiertas. El mensaje del gobierno fue claro: todos "los otros" son sospechosos de estar contagiados y lo mejor es que ni los vean".
En aquellas largas jornadas de forzoso aislamiento, abrí un correo que decía Playing For Change (Tocando Para el Cambio), apareció un video-clip en el que Roger Ridley, un cantante afroamericano, se encuentra sentado en la calle y comenta antes de cantar la famosa canción Stand by Me "La letra de esta canción dice: no importa quién eres tú, no importa a dónde haz ido en tu vida, en algún momento necesitarás decirle a alguien que se quede a tu lado" inmediatamente después, rasga su guitarra y con el peculiar tono aguardientoso de quien ha vivido y superado los excesos, nos deleita con su profunda voz; la gente camina detrás de Roger, en una calle peatonal de Santa Monica, California; la guitarra de Roger continúa sonando pero las segunda estrofa, la interpreta sentado junto a la reja de un parque de New Orleans, Granpa Elliot, un buen hombre de 75 u 80 años, porta una prominente barba blanca, está chimuelo, tiene cataratas en los ojos y una voz que transmite algunos pasajes de la sabiduría que se obtiene cantando en las calles.
Sorpresivamente, la guitarra de Roger, es acompañada por un enorme tambor golpeado al unísono por 8 indios norteamericanos que pertenecen al Twin Eagle Drum Group, de Nuevo México; al fondo, se escucha el pandero de François Viguié, de Toulouse, Francia, así como "el cuatro" del brasileño Cesar Pope, situado en una plaza de Rio de Janeiro, Brazil; el primer plano es ocupado por los acordes de un chelo magistralmente tocado por el ruso Dimitri Dolganov, en una plaza de Moscú, en tanto, las palomas y los deseos de los transeúntes vuelan en su entorno.
Todos estos músicos de la calle, aparecen sincronizados en el video con un alarde tecnológico que procura un limpio producto, carente de defecto alguno en la edición musical o en la visual.
El surinamés Clarece Bekker, merece una mención aparte, desde un patio de una casa en Amsterdam, Holanda, continúa la letra de la canción con una fuerza que conmueve al espíritu más indolente, su voz es el reflejo de un ancestral espectro, nuestros ojos se llenan de lágrimas por la verdad que Clarece comunica con su rostro y en su fraseo, habitan las atávicas atmósferas musicales que unen a los seres humanos desde el origen del lenguaje.
Granpa Elliot, hace la segunda voz, el chelo del ruso le otorga densidad y la abriga; de pronto, se incorpora la guitarra del italiano Roberto Luti junto a la vihuela y al bajo de los venezolanos Geraldo y Dionisio; Granpa Elliot toma su armónica y nos deleita con la claridad de su alma; ahora la percusión queda a cargo de Junior Kissangwa, del Congo, quien desde el apretado balcón de su casa, nos hace visible la humildad que provoca la música y, proveniente de Guguietu, Sudáfrica, el profundo sonido del bajo de Pokei Klaas, no se escucha pero se siente, como corresponde a ese instrumento.
La apoteosis musical se hace presente cuando ingresa a la canción el coro Sinamuva, de Umiazi, Sudáfrica, conformado por cuatro bellas, sensuales y gorditas mujeres, así como por cuatro delgados y meditativos hombres, todos ellos, recrean con sus voces los profundos cánticos africanos de donde derivan todos los vocablos del mundo.
Las voces de Roger, Granpa y Clarence se entrelazan e irrumpe como un rayo, el saxofón del Italiano Stefano Tomaselli que desde la entrañable Pisa, Italia, le da un acento particular a la mezcla de entidades y regiones musicales.
El video dura 5:27 minutos y es una de las joyas de la música contemporánea. Hasta el momento en que escribo la crónica, observo que ha sido reproducido en Youtube 11 331 441 ocasiones y después de haberlo escuchado decenas de veces, estimo que lo ven no menos de 60 000 personas al día.
Gracias a mi amigo creador Jaime Villegas, descubrí que hay más videos de éste sensacional proyecto, en algunos participan Bono y Manu Chao así como decenas de músicos de las calles de todo el mundo.
En estos tiempos de simulación, incoherencias, transgresiones, campañas políticas, un estado fallido, violencia extrema y demás opacos espejos, considero que escuchar a la gente de las calles del mundo unidas a través del lenguaje universal que es la música, nos llena de regocijo, nos acordamos que en realidad somos uno, un corazón, una voz, una intención, y es que para entender nuestro tiempo, es preciso observar que simplemente el neoliberalismo, nos ha colocado unos lentes que nos tornan ciegos, distantes, sin besos, sin abrazos, taciturnos y compradores compulsivos.
Esta dirección cibernética contiene la mayoría de los videos de Playing For Change:
http://www.youtube.com/profile?user=PlayingForChange&view=videos&sort=v
Como cantaba Bob Marley: One love, one heart, lets get togheter and fell all right (Un amor, un corazón, juntémonos y sintámonos bien).
Aquí tienes el video Stand By Me
martes, 2 de junio de 2009
Del Instante / Ensayo
Entre “el todo” y “la nada” habita el instante: el enigma absoluto, la realidad que percibimos sensorialmente y cuya existencia limitamos al racionalizarla. Deteniendo nuestra conciencia en un instante, dejamos de pensar en el pasado y de proyectarnos hacia el futuro; constatamos que el instante nace de “la nada” y que en un instante se disuelve en “el todo”… descubrimos entonces la temeraria sensación de que la eternidad es un “instante presente”, pero inasible.
ETÉREO
Fue en un instante cuando de casi “la nada” nació “el todo” y de las diez dimensiones que configuran nuestro universo, “se desenvolvieron solamente tres: profundidad, altura y anchura, las otras siete dimensiones siguen envueltas en sí mismas” y las puedes ubicar entre estas palabras y tus ojos así como entre un sueño y otro, pero solamente las conciencias y las partículas subatómicas pueden circular en ellas.
Las observaciones astronómicas y la “radiación de fondo” indican que “el instante primigenio” (Big Bang) fue un evento energético que tuvo lugar aquí, allá y en todas partes porque el espacio estaba envuelto en sí mismo; en esa condición se encontraba también la materia y desde entonces ha ido evolucionando y transfigurándose a merced de la fuerza de gravedad, el electromagnetismo, la fuerza nuclear fuerte y la nuclear débil, para crear las luces del universo que cuando agotan su combustible se extinguen, y de sus explosiones o implosiones se forman nuevas estrellas o abominables hoyos negros que engullen galaxias enteras…
…En nuestra dinámica racional, es posible concebir al vacío en una sola abstracción pero nuestra capacidad de discernimiento se descubre muy limitada cuando nos atrevemos a situar y analizar al mismo tiempo a toda la materia, la energía oscura y la antimateria que circula en su interior.
Es factible que el tiempo sea una percepción racional y parcial de un “instante presente” formado por infinitas “atmósferas temporales” donde se desarrollan y se reflejan los eventos de nuestro universo que se encuentra en permanente expansión pero a diferentes velocidades. Las estrellas que recorren la bóveda celeste se localizan a miles de millones de años luz y, aunque algunas de ellas hayan dejado de existir, recibimos su luz que viaja a través del vacío porque a la velocidad de la luz “el tiempo se colapsa”.
Según los parámetros del pensamiento moderno que heredamos de los alabados griegos de la antigüedad, entre el movimiento y el espacio, encontramos al tiempo. Pitágoras argumentaba que “el tiempo es como una esfera que engloba todo” y Parménides dijo que “el ser no fue ni será porque el ahora y el todo están unidos”. Por su parte Plutarco escribió “yo soy todo aquello que fui, soy y seré” y algunos siglos más tarde, San Agustín, en el onceavo libro de La Ciudad de Dios comentó: “el mundo no ha sido creado en el tiempo, sino junto al tiempo. De hecho, aquello que se hace en el tiempo, se realiza antes o después de cualquier tiempo: antes de cualquier tiempo futuro o después de cualquier tiempo pasado…”
Los antiguos mayas sacralizaron al tiempo y en un solo vocablo “K´in” envolvieron al tiempo, al Sol, al dirigente, al día y a lo supremo… el tiempo maya es circular y cíclico y, en ese sentido, tal y como sugieren Nietzche con “el eterno retorno” y los calendarios mayas, podemos aventurarnos a pensar que “el futuro ya pasó”…
En los soles de los mayas históricos la fecha de nacimiento de los herederos al trono era programada para que vieran la luz en un sol predestinado que coincidiese cíclicamente con “las fechas de nacimiento de sus dioses” y cuando por alguna circunstancia la fecha de nacimiento de un noble maya no coincidía con la de un dios, entonces cambiaban la historia de los dioses para que se adecuara a las necesidades humanas.
Los mayas mesoamericanos dotaron al tiempo de los atributos de un dios; San Agustín colocó a Dios dentro del tiempo; Nietzche lo expulsó; Einstein dijo que Dios no juega a los dados y Hawking replicó --argumentando con sus ecuaciones sobre la entropía gravitacional intrínseca de los hoyos negros--, que Dios no solamente juega a los dados sino que a veces nos confunde aventándolos donde no podemos verlos.
ESPEJOS
El “instante presente” que de “la nada” forma “el todo” se constituye de ritmos, movimientos y ciclos… Las actividades y el desplazamiento de nuestros cuerpos así como el ansia que produce la expectativa de un encuentro o el estupor que provoca una voz ingobernable que ignora las valiosas pausas, son eventos que nos permiten percibir que el tiempo transcurre, pasa, regresa, se pierde o nos hace falta. Sin embargo, la voz que ya no escuchamos, el reposo de nuestros cuerpos o el atardecer de la semana pasada, son testimonios subjetivos y parciales de los eventos del espacio que ocupa cada uno de nosotros en el universo, y que configuramos en una percepción individualizada que transita en “un tiempo lineal”. Es ahí donde la mentalidad occidental se detiene, porque la importancia personal, así como la comprensión de los eventos de manera lineal, individualizada y racional, limitan nuestra percepción de aquel misterio seductor que llamamos tiempo.
En el ensueño, “el tiempo se colapsa” y encontramos al futuro envuelto en sí mismo; en el sueño paradoxal somos conciencia y por ello podemos introducirnos en otras dimensiones, percibimos que si es de noche es porque estamos ubicados en contraposición al Sol pero, tanto él como la primera estrella que se formó así como el oscuro final de nuestro universo, configuran un solo “instante presente”… En el principio, el espacio y la energía estaban ensimismados, “el todo” y “la nada” eran una unidad que de pronto se desenvolvió y desde ese instante hasta éste, el tiempo que ha transcurrido ha sido simplemente una percepción humana de la interacción entre la energía y el espacio.
En el nivel consciente nos vemos tangibles pero en el ensueño sabemos que somos luz en movimiento dentro de un universo energético pletórico de conciencias orgánicas e inorgánicas, y que no es el único al que podemos ingresar en éste o en cualquier otro instante.