Blog del escritor e investigador mexicano Claudio Obregón Clairin / literaturaymundomaya@gmail.com
lunes, 31 de agosto de 2009
Las 7 Profecías Mayas - Fernandinas
miércoles, 26 de agosto de 2009
Dos Lunas en el Cielo
¿Y La Luna? Nuestro satélite no estará junto a Marte, se verá al atardecer acompañado de Mercurio y Saturno hasta como las 10 de la noche.
martes, 25 de agosto de 2009
Escribano de lo insondable
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domingo, 23 de agosto de 2009
Los Japoneses Toltecas y Los Rincones de Cancún
lunes, 17 de agosto de 2009
Reptiles Mayas
sábado, 15 de agosto de 2009
Los Mayas y la violencia humana / Respuesta a Deisy.
Las interpretaciones contemporáneas de los eventos históricos relacionados con la Civilización Maya, forman un espectacular elenco en el que los estudiosos e investigadores presentamos equidistantes y contradictorias versiones sobre las realidades de los mayas históricos.
Por una parte, existe una idílica --y en ocasiones romántica-- versión de los mayas en la que sin sustento, se inventan profecías y se les adjudican valores metafísicos --y hasta cósmicos--. Simplemente se afirma que los mayas fueron seres cósmicos y pacíficos, que viajaron por dimensiones donde únicamente las partículas subatómicas pueden circular, que previeron el fin del mundo y los desastres ecológicos o sociales que ha provocado el capitalismo pero quienes escriben dichas "versiones" del pasado, "nunca presentan sus fuentes epigráficas, coloniales, pictóricas o alguna referencia a las tradiciones orales de donde obtienen sus conclusiones".
En el otro extremo, los arqueólogos e investigadores formales publican escasos ensayos e informes relacionados con sus trabajos de campo y, cuando lo hacen, su información es demasiado técnica y especializada por lo que el Gran Público no logra conocer la importancia de sus investigaciones.
Este Blog se encuentra situado entre estas dos vertientes y como prioridad establece el compromiso con la veracidad de la información; como investigador reconozco el legado mágico y chamanístico de los mayas sustentado en la información escrita por los mayas mismos. Igualmente, considero prioritario informar con veracidad las certezas del pasado histórico que nos otorga la interpretación arqueológica.
También tengo un leal compromiso con quien me lee y celebro cuando alguna lectora o algún lector me escribe para comentarme sus criterios sobre mis ensayos. Precisamente, el pasado 10 de Agosto, con referencia al texto que escribí sobre "El Día Fuera del Tiempo" recibí un valioso comentario de Deisy que con gusto y respeto a la divergencia daré respuesta en este artículo con la finalidad de enriquecer el intercambio de criterios sobre el fascinante estilo de vida de los mayas históricos.
Deisy me escribió: Afortunadamente una cuestión no delimita a otra: "ser historiador y amante de las certezas". Sería una barbaridad, pues como historiador que se profesa debe saber que NO existen certezas cuando se trata de la historia. Existen puntos de vistas, evidencias, indicios. Jamás certezas. Mucho menos para una civilización como los mayas. Así que afirmar que los mayas fueron "violentos, guerreros, sanguinarios y con una tendencia a la simulación para perpetuarse en el poder" resulta bastante tajante, sin mencionar que falta de perspectiva. No en vano, los mayas y nuestra civilización (y disculpe si me atrevo a asegurar esto, pero alguien que se refiere a los mayas de tal manera no deja sino semejante impresión), muy a pesar de haber existido en el mismo territorio, nada tienen que ver. Descendemos de una casta proveniente del mundo occidental, por lo tanto nuestra visión se ve delimitada por cánones establecidos por el mismo. De manera que quizá la próxima oportunidad en que llegue a considerar a los mayas como "violentos" (por ejemplo), tal vez debería considerar si los mayas no hubiesen pensado lo mismo de usted. En otras palabras, cuando se trata de civilizaciones de Mesoamérica no tenga miedo, atrévase a "pensar indio". Finalmente agrego que las palabras que faltaron ahí, fueron: "Los mayas fueron, quizá entre otras cosas..."
Una de las primeras ciudades mayas fue Izapa, se localiza en el sur del estado de Chiapas a unos cuantos kilómetros de la actual ciudad de Tapachula. Esta ciudad fue contemporánea de las ciudades Olmecas de San Lorenzo y La Venta, en ella, se localizan algunas extraordinarias estelas en las que se presentan pasajes de la mitología maya relacionados con Los Mitos de la Creación y otras estelas narran eventos de su vida cotidiana.
Localizada en la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología e Historia, la Estela 21 nos muestra a un individuo que cuchillo en mano, ha decapitado a otro ser en tanto que al fondo de la escena, dos personajes sostienen un trono donde un probable dirigente (que curiosamente aparece oculto) testimonia el sacrificio humano que se escenificó en Izapa hacia el siglo VI o V antes de nuestra Era.
Durante 1000 años, los mayas nombraron a sus reyes: Ahau, en plural Ahauob, y quizá esta palabra deriva de Ahuat (el que determina, el que habla o grita), de igual manera los mexica (aztecas) nombraron a sus dirigentes máximos Tlatoani (el que habla o posee la palabra) y es que a través de la palabra se transfigura al mundo y los dirigentes de Mesoamérica le dieron una vital importancia a la palabra; hoy en día, sus descendientes hacen propia la riqueza de la palabra y cuando observan que los occidentales no la cumplen, reconocen el abismo que existe entre tener y ser.
Los Ahauob justificaron su poder a través de la guerra, cuando ascendían al trono, cambiaban de nombre y en múltiples ocasiones adjuntaron a su título nobiliario el concepto de "el que capturó a... o el de los 14 cautivos". Cuando la guerra maya se escenificaba, no eran ejércitos los que participaban en ella sino grupos de elite y la intención principal era "capturar" a otros Ahauob o Sahalob (nobles) para llevarlos a sus ciudades, denigrarlos, retirarles las insignias y luego sacrificarlos ritualmente.
Los mayas consideraban que tanto los seres humanos como las plantas, los animales y hasta las montañas poseían una energía vital llamada "Ch´ulel" y en los seres humanos se le identificaba con la sangre. Es por este vinculo con los dioses que se realizaba a través de la sangre que la mayoría de las pirámides mayas fueron pintadas de color rojo y cuando las inauguraban, practicaban sacrificios de animales y/o seres humanos, los restos de los sacrificados eran colocados en dos platos de cerámica pintados de color rojo con el polvo que se obtiene al moler las semillas del achiote (de la palabra náhuatl achiotl y su nombre científico es Bixa orellana) y se enterraban delante al monumento que inauguraban, esa ofrenda se nombra "Pib"; de ese entierro, derivan los platillos gastronómicos llamados Cochinita Pibil y Pollo Pibil.
En la ciudad de Yaxchilán un temerario Ahau llamado Pájaro Jaguar IV realizó una batalla el 5 de Mayo de 755 capturando a "Cráneo Enjoyado" el Dintel 41 localizado en el Museo Británico muestra la fecha en la parte superior izquierda cuatro jeroglíficos, leídos de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, los dos ubicados en la parte superior, se leen 7 Imix 14 Tzek, señalan la fecha y en la parte baja, el primero representa el signo -verbo para "Guerra de Estrella" que consiste en una estrella derramando sangre y está relacionado con el Planeta Venus, el segundo indica el lugar de la batalla. Itzamnaj B´alam está acompañado de una de sus cuatro esposas llamada Ix Wak Jalam Chan Ahau originaria de la ciudad de Motul de San José y junto a la lanza que empuña Itzamnaj B´alam aparecen cuatro jeroglíficos que se leen de arriba hacia abajo: su prisionero, Cráneo Enjoyado, capturado por Itzmnaaj B´alam Ahau de Yaxchilán. En el estupendo libro Crónica de los Reyes y Reinas Mayas de Simon Martin y Nikolai Grube se pueden consultar decenas de batallas entre los Ahauob de 11 ciudades mayas y confirmar que los Ahauob y los Sahalob, cuando perdían las guerras o eran traicionados, terminaban sacrificados, la mayoría, por decapitación.
Esta extraordinaria pieza maya presenta al Ahau Chel Te´ Chan K´inich conocido también como "El Captor de Guacamayo, Amo de la Antorcha" quien ascendió al poder el 14 de febrero de 752 en la ciudad de Yaxchilán y está recibiendo a tres prisioneros capturados por su lugarteniente Aj Chak Maax (el Gran Mono Rojo) quien en 783 capturó a estos prisioneros en la ciudad de Laxtunich para ser sacrificados. Los cautivos están amarrados, en lugar de orejeras de jade, portan papel amate (símbolo que determinaba su condición de prisioneros dispuestos al sacrifico humano) y uno de ellos tiene la mano izquierda delante de su frente en señal de lamentación por el futuro que le espera.
Los Ahauob y los Sahalob acostumbraban beber chocolate en vasos cilíndricos que decoraban con escenas de la vida cotidiana maya o de su vasta y compleja mitología. En el sitio http://research.mayavase.com/kerrmaya.html se pueden consultar miles de esos vasos cilíndricos provenientes de las ciudades mayas del periodo llamado Clásico (S. I al IX de nuestra Era); a continuación presento uno de estos vasos cilíndricos donde los artistas mayas plasmaron una escena que muestra a tres prisioneros que serán decapitados, en tanto que un Sahal realiza una danza sujetando una cabeza sangrante de un decapitado en honor del Ahau sentado en el trono de madera.
Finalmente otro vaso ceremonial presenta a un Ahau con un cuchillo en mano y delante de él un niño recién sacrificado con el plexo solar abierto de donde se le ha extirpado el corazón, una entidad anciana dialoga con el Ahau y detrás de él un segundo personaje sujeta entre sus manos la cabeza de otro individuo recién decapitado.
Respetuosamente, lector (a) Deisy, me permito comentarle que estos testimonios en piedra y cerámica mayas, no son puntos de vista, son certezas. Nos presentan a una civilización guerrera, sanguinaria y violenta, como todas las civilizaciones de la humanidad.
Resulta demasiado romántico e ilógico excluir a los mayas de la condición humana. El maestro historiador de las religiones, Mircea Eliade, escribió que somos el resultado de una decisión final: "haber matado al otro para sobrevivir" y lo seguimos haciendo. El hecho de descubrir a los mayas como una civilización violenta, no significa menospreciar sus alcances matemáticos, astrológicos, arquitectónicos ni artísticos, simplemente estas virtudes humanas se entienden en el ámbito de la guerra y la violencia, como todos los logros de cualquier civilización, la energía nuclear, por mencionar un ejemplo contemporáneo, es el resultado de la destrucción humana.
Cuando escribí que los mayas simulaban para mantenerse en el poder, como cualquier gobernante o político de todos los tiempos, fundamenté mis palabras en el hecho de que en la ciudad de Palenque, la línea matrilineal de la familia gobernante de K´inich Janaab Pakal K´in obligó a sus descendientes a transformar la historia de sus dioses para justificar su permanencia en el poder, "acentuando el nacimiento de la Primera Madre por encima del nacimiento del Primer Padre y de Venus", cambiando por completo su historia con relación a los demás pueblos mayas. El texto que refiero, se puede consultar en los jeroglíficos del Templo de las Inscripciones y constatar que desde siempre, la simulación es el arte de transformar los eventos de los humanos y los de los dioses para sostenerse en el Poder. También el Ahau K´ak Tilihu Chan Yoaat quien gobernó la ciudad de Quriguá de 724-785 simuló sometimiento al Ahau de Copán Waxaklahuun Ub´aah K´ahuil y a la primera oportunidad que tuvo, lo invitó a una ceremonia en Quiriguá, lo tomó prisionero y lo decapitó.
Cuando se estudia la Historia como profesión, la nacionalidad a la que uno accidentalmente pertenece, pasa a un segundo término; en ese sentido, mi discernimiento y mis conclusiones sobre la historia de los mayas, no está condicionada a mi pasado familiar, que por cierto, al ser pluriétnico (basta observar el origen de mis apellidos y de mi nombre) me torna una persona con un criterio universal que trasciende las condiciones que impone nuestra sociedad materialista consagrada al consumo.
Cordialmente la invito a leer mis artículos sobre filosofía que he publicado en este mismo Blog, en ellos, podrá constatar que ni comparto, ni acepto los cánones del mundo occidental que usted menciona, por lo que mi visión no se enmarca en esos estrechos límites.
La Civilización Maya fue grandiosa y también una de las civilizaciones originales del mundo. Los mayas concibieron el concepto del cero, tuvieron una estructura matemática que les permitió acceder a números que representan un tiempo mitológico que equivale cuatro veces la Historia del Universo y la cifra resultante --compuesta de una fila de 42 números--, todavía se multiplica por 360 (Estela 1 de Cobá); midieron con exactitud los ciclos sinódicos de Venus, de Júpiter y Saturno; dieron muestra de una extraordinaria capacidad para crear una civilización en condiciones de adversidad; sembraron en una tierra escasa y pobre, no se sirvieron del uso práctico de la rueda, carecieron de metales y tallaron el jade con maestría, sus calendarios nos sorprenden por su exactitud y cuentan con otros sustanciales logros culturales como el chamanismo, las artes escénicas, la música, la pintura al fresco, la herbolaria, la cerámica policromada con excelsas imágenes referidas a su mitología y a una particular visión chamanica del universo; sin embargo, fueron violentos, sanguinarios y simuladores, como todas las civilizaciones de la humanidad.
Los mayas históricos fueron seres humanos, no podrían ser diferentes a nosotros en cuanto a los valores intrínsecos de los seres humanos se refiere. Verlos en su Totalidad, lejos de menospreciar sus logros y su intensidad, se valoran aún más porque se tornan próximos a nosotros mismos.