jueves, 16 de septiembre de 2010

Crónicas de la Diversidad y la Tolerancia / San Juan Chamula, Chiapas









Hace 29 años y en el Mercado de San Cristóbal de las Casas, abordé un camión de redilas que por un agreste camino subió las montañas y desafió los lodazales, recuerdo que para evitar caer y ser pisoteado por los demás pasajeros, íbamos agarrados a unas cuerdas que estaban amarradas a un tubo que atravesaba el camión de extremo a extremo y después de más de una hora de viaje, llegamos a San Juan Chamula, Era un pequeño pueblo, quizá de unos 5 Mil o 7 Mil habitantes, las cabañas eran de adobe y paja, después de pagar mi derecho de admisión, al ingresar al atrio de la Iglesia Chamula, un guardia armado con una macana me advirtió que no estaba permitido tomar fotografías, En esta Iglesia no se acostumbran la misa, dado que cada rezo y cada plegaria es una comunión con Dios, muy directa y personal pero precisa de la asistencia de un chamán y sus implementos mágicos, Ese día y por vez primera, fui testigo de rituales e invocaciones a seres divinos que como consciencias inorgánicas participan en la vida cotidiana de los chamulas.

El piso del interior de la Iglesia Chamula está cubierto con hojas de pino fresco, entre ellas, se abre un espacio donde se coloca una cama de veladoras, decenas de velas blancas y otras multicolores según el favor que se solicita, entonces el chamán toma con sus manos la muñeca del paciente y siente su pulso, observa a través del latido de su corazón el malestar energético que le aqueja, luego inicia sus plegarias y cantos delante a las imágenes de San Juan y sus Hermanos Santos, quienes están colocados dentro de enormes vitrinas y portan varios espejos en sus pechos con la finalidad de que les sirvan de ojos para “ver al mundo” … los chamulas invocan con sus plegarias a sus Santos y a las fuerzas del “más acá” y, como tributo, ofrecen rezos que se improvisan en función de la súplica, llanto, exorcismo, sacrificios de gallinas y luego se brinda con un poderoso alcohol de caña que cuando se bebe afuera de la Iglesia se llama “Poch” pero cuando se ingiere en su interior, al ser sagrado, se nombra “Puch”, en caso de apetecerlo, dentro de la Iglesia de San Juan Chamula se puede también encender un cigarro y probablemente un guardia con la macana a la cintura se aproxime para solicitar que se le invite un cigarro.    



Después de varios años de no visitar Chamula, hace dos meses estuve de nueva cuenta en su poderosa Iglesia, era Domingo, día de Mercado, salí de San Cristóbal y en unos cuantos minutos llegué a San Juan Chamula  por una autopista excelentemente trazada, A la entrada del pueblo construyeron un enorme estacionamiento y desde ahí caminé por una calle donde hace 29 años había casas de adobe rodeadas de borregos, guajolotes y sembradíos de hortalizas… en esa misma calle encontré residencias de dos y tres pisos, con perros Dalmata en la terraza y un Ford último modelo en el estacionamiento, también ubiqué bodegas, gente vendiendo fruta en las banquetas y tiendas de artesanía, al llegar a la Plaza Principal, descubrí al Gobierno Chamula en pleno: el cabildo, el presidente municipal y los representantes del gobierno de usos y costumbres quienes presidían las actividades religiosas, comunitarias, agrícolas y realizaban audiencias públicas. La plaza de San Juan Chamula, es un centro ceremonial que los chamulas llaman el “ombligo del mundo” y a través de él, nos dicen ellos,  humildemente se conectan con “la Madre Tierra y El Cosmos”.







Hace unos años, ciertas creencias evangelistas empezaron a tener adeptos entre los chamulas, pero para el Gobierno de Usos y Costumbres era un atentado a su visión del universo y a su Poder, así que después de gritos, balazos y sombrerazos terminaron por expulsar a 40 000 chamulas, los “sin tierra” envueltos en su Fe evangélica, se arrinconaron junto a la montaña situada frente al Mercado de San Cristóbal y con nuevos usos y costumbres construyeron un pueblo incrustado en la ladera de una montaña.












Al igual que hace 29 años, los chamanes de la Iglesia de San Juan Chamula siguen realizando limpias, súplicas e invocaciones a sus Santos para que ayuden con sus aguas a las cosechas o acompañen a quienes viajan o los libren de los malos espíritus que rodean sus vidas, El fuego de las veladoras y las velas invocan la presencia de lo que está oculto y el rezo en forma de canto--mantra, trasmite la súplica de la voluntad humana a los Santos para que intercedan en el bienestar de los suplicantes, El chaman presenta la situación a los Santos e inicia una comunión con ellos a través del poderosísimo Puch, en tanto, los niños juegan alrededor de las familias que por cierto son polígamas, es decir, un hombre puede estar casado con varias mujeres y procrear hijos con todas ellas, así que de pronto se encuentran grupos familiares de ocho o nueve personas sentadas o de rodillas en un ritual de súplica, el chaman pasa unos huevos de gallina por el cuerpo de la mujer que solicitó sus servicios, luego los rompe dentro de un vaso con agua, “lee” la composición y el color de las claras y las yemas para interpretar la enfermedad del alma y cuando conoce la respuesta, sujeta entre sus manos a una gallina amarrada de sus dos patas... inquieta, presiente que la intención del rezo, de las velas y de la presencia de los Santos, anuncian que su alma está en peligro, intenta aletear pero el chamán la tranquiliza colocando su mano en la cabeza, el hombre de conocimiento sigue cantando y pasa la gallina alrededor del cuerpo de la mujer que solicitó sus servicios, coloca la gallina frente del altar de velas y rápidamente la desnuca, entonces su flácido cuerpo se convulsiona en el suelo mientras el chamán sigue cantando y vuelve a beber un poco de Puch, Esta escena se repite todos los días delante a la mirada de asombro de los visitantes extranjeros sin que a los chamulas les perturbe la curiosidad de los seres de piel blancuzca siempre y cuando no les tomen fotografías (la fotografía del interior de la Iglesia de San Juan Chamula que acompaña este artículo fue tomada por los chamulas y aparece en el libro San Juan Chamula, Chiapas, Historia de un Pueblo y sus Tradiciones).





Al salir de la Iglesia de Chamula encontré en el interior del atrio a varios conjuntos musicales provistos de acordeones, guitarras y cantantes de tesitura aguda quienes amenizaban los improvisados bares frecuentados por familias chamulas que después de ofrecer rezos y votos a sus Santos, continuaban la borrachera ritual escuchando la música de su preferencia, Las mujeres sentadas en el suelo bebían refrescos y sus maridos en sillas de madera consumían cerveza, los niños jugaban con piedras y juguetes de plástico, el tiempo pareciera que fluía como las aguas de un río sereno y que existiese una tregua en el laborioso cotidiano Chamula para  festivamente celebrar con sus Santos.






Los chamulas cuentan con tradiciones, usos y costumbres que determinan un crecimiento social sustentado en un orden agrícola, comunitario y ceremonial, en tanto que nosotros, los occidentales, construimos un progreso improductivo basado en una desordenada sociedad de servicios, individualista y consumista, esta es, sin duda, la gran diferencia entre el universo ceremonial de los chamulas y nuestro estilo de vida, es ahí donde radica el vacío entre ambos mundos y nuestra distancia con el espíritu de sus usos, costumbres y ceremonias.



Si nos detenemos a observar el crecimiento económico de ciertos sectores de la sociedad Chamula que permite a algunas familias construir casas de dos y tres pisos, contar con automóviles último modelo y, al mismo tiempo, encontramos a personas marginadas que sobreviven vendiendo las legumbres que cosechan en el jardín de sus casas o la lana que cardan de sus borregos, descubriremos que el universo capitalista ha ingresado en San Juan Chamula con la misma voracidad que en el resto del mundo, sin embargo, al comulgar con el ámbito ceremonial de la Iglesia de San Juan Chamula, concluimos que delante a los ojos de los Santos (Seres Inorgánicos) Chamulas, lo que cuenta es la riqueza energética, la creencia, las obsesiones mentales y el conocimiento que permite la comunión con lo invisible.

En nuestro afán por determinar y detener el flujo divino, deseamos inmediatamente tomar una fotografía para que cuando nuestros recuerdos se vean contaminados podamos ver en ella los detalles de lo inasible, precisamente, los chamulas nos impiden fotografiar estos eventos, porque lo que menos desean es detenerlos, su camino con corazón, determina que el tiempo se vuelve mágico cuando se habla con los Santos o con Dios y en ese camino, podemos “ver” la Diferencia, los chamulas, con su enorme desapego al criterio y al deseo de los de piel blancuzca, nos dan prueba de una gran Tolerancia al permitirnos observar su universo ritual donde la intención de la palabra transfigura la realidad y ya luego, que vea quien sepa ver.



2 comentarios:

  1. Me gustó mucho el artículo, hace pocos días estuve en esta iglesia, y me impactó ver, oler y escuchar todo lo que ahí pasa, es increíble las costumbres tan arraigadas que aún prevalecen, y la devoción con que los chamulas piden a sus santos...al comenzar a leer esta reseña, me transporté 29 años atrás, cuando usted fue por primera vez, y me lo imaginé aún más mágico, debió ser una experiencia como pocas, y que bueno que tenga ese recuerdo...ojalá que con el tiempo no desaparezca, sería una terrible pérdida para la humanidad...felicidades.

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  2. Estimada Lupita, me da gusto que una experiencia energética pudo ser compartida, en realidad ha cambiado mucho, demasiado, es ya otro tiempo y otras las necesidades humanas de estos pueblos milenarios que ahora se integraron al universo occidental manteniendo sus usos y costumbres, pero con celular en la mano, casas con perros dálmatas y vehículos Ford Focus en el garage, el consumo desenfrenado de Coca Cola y las fiestas patronales que se desarrollan casi en perpetuidad fueron también tocadas por la usura y la comercialización... condición humana, quizá pensar que un universo estático es armonía no sea lo correcto y viéndonos a nosotros mismos como tercera generación que conoce la luz eléctrica y que puso quietas a las sombras, entonces podemos entender que es la humanidad la que tiende a transfigurarse... puede ser, quizá... saludos cordiales Lupita.

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