martes, 10 de enero de 2012

Los Colores del Pensamiento




Alfred de Musset escribió en translúcidas palabras:



Ver, es saber,

querer, es poder,

osar, es tener...





Ciertamente: Ver es saber o aprehender al mundo, chamán significa "el que ve", sin embargo: "Se puede cuando se puede, cuando no, pues no... no todo está en querer" (Monsivais-dixit).



Hay quien quiere y por más que quiere no puede y en su obsesión lleva su penitencia.



Los Guerreros de Luz aman cuando quieren y a quien quieren, así nada más, sin más, porque si, sabedores de que su intención profunda viaja por el viento a través de un abismo, reconocen que su voz tiene ecos donde no apuntaron pero siguen amando a quien aman hasta que el amor se desvirtúa del cuerpo que observan para comprender el por qué del rechazo energético, ya luego, respetuosamente, entienden la impermanencia del criterio ajeno y comprenden que la osadía no procura la pertenencia sino que da sentido a su existencia



Ver para tener es justamente lo que crea la infelicidad, amar, es un acto de libertad, no de posesión... y se puede cuando se puede, cuando no, pues no y ya está...



En "el otro" se encuentra no un "otro yo" sino aquel diferente que transita el mismo camino con corazón que transito yo.





Los pensamientos son energía y se hacen tangibles no por la obsesiva frecuencia con la que nuestros deseos los recrean sino por encauzarlos en el ámbito energético, Los Guerreros de Luz consideran que en este universo lo que mueve a nuestras mentes son las emociones pero lo que realmente trasciende son nuestras acciones.



En el Camino con Corazón, la importancia personal es develada como la causante de nuestras desdichas y sinsabores, encontramos que el origen del desamor no está en las acciones de los otros sino en nuestro egoísmo que se siente ofendido. Hacernos responsables de nuestras emociones es el primer paso para iniciar un Camino con Corazón,



La liberación de nuestra mente de las constantes mentales es posible reconociendo nuestro origen y destino cósmico, entonces nuestro entorno pierde el disfraz de las formas amañadas, se revela amable y procuramos relaciones amorosas comprendiendo que en cualquier instante podrán dejar de serlo, reconocemos que nada es para siempre y ubicamos la felicidad en el control de nuestros pensamientos.



Los Guerreros de Luz deciden regresar al origen luminoso del cual todos provenimos y esa decisión los libera de las simulaciones y sus actos se vuelven congruentes porque la luz conlleva conocimiento.



Los pensamientos son nuestro primer movimiento y tenemos la responsabilidad de percatarnos que con nuestras acciones transfiguramos nuestro entorno, seleccionamos nuestros objetos y podemos reconocernos como creadores.



El color del pensamiento matinal dibuja nuestra relación con el mundo tangible y con aquel que imaginamos, los pensamientos del alba son un termómetro que evidencia nuestras inquietudes y la relación con nuestro entorno, en el pensamiento se ubica la fuerza que transfigura al mundo o crea exigentes mundos ubicados únicamente en nuestras mentes.







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