martes, 26 de marzo de 2013

Olmecas Globalizados

Chamán Olmeca en la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch'en, Kantunilkín, Quintana Roo, México




Montreal, CA. La científica mexicana Silvia González, de la universidad John Moores, Liverpool, descubrió con estudios genéticos que desde tiempos sin memoria y hasta hace 200 años, en Baja California Sur habitaron los Pericués, individuos que contradiciendo las teorías oficiales de las migraciones al Continente Americano, no provinieron de Asia sino de Australia. 

El rostro reconstituido de "La Mujer de las Palmas" -- con 10 mil años de antigüedad y ubicada en un río subterráneo cercano a Tulum-- evidencia que existió una lejana migración proveniente del sureste de Asia (Indonesia). 

La fisonomía de los habitantes de San Agustín, Colombia, al igual que la de los olmecas, demuestra un origen africano mezclado con migraciones asiáticas. Los vikingos llegaron antes que Colón al Continente Americano --justamente aquí, en la Península del Labrador, donde ahora me encuentro-- y aportaron su material genético a los pueblos amerindios. Cuando nacemos, millones de mexicanos --tanto mestizos como descendientes mesoamericanos--, portamos en la espalda baja la llamada "mancha mongólica" una especie de hematoma que revela nuestra ascendencia mongólica. 

A la luz de las evidencias que demuestran migraciones milenarias provenientes de todos los continentes, concluimos que la Globalización inició miles de años antes que la promocionara Margaret Tacher.

El sentido de pureza racial, étnica, cultural y lingüística, es absurdo. Provoca racismo, marginación, indiferencia y nubla nuestra percepción sobre nuestros orígenes. La Historia nunca deja de escribirse y se deconstruye con cada nuevo descubrimiento. 

Hace siete semanas, fui invitado a visitar la Gruta de Xibalbá por mis amigos mayas: el explorador Carlos Poot y el promotor cultural Germán Pool, así como por tres colegas periodistas quienes me comentaron que habían registrado grabados y relieves en el fondo de la sagrada oquedad y me invitaron para que les diera sentido. 

Mi sorpresa fue mayúscula al percatarme que se trataba de "petroglifos y relieves olmecas situados en una gruta maya". A partir de ese momento y durante un mes, estudié intensamente los petroglifos, consulté la obra de decenas de especialistas olmecas, realicé un ejercicio comparativo con la iconografía ubicada en las cuevas de Oxtotitlan y Juxtlahuaca (contemporáneas a la Gruta de Xibalbá) y, después de continuas visitas a la Gruta de Xibalbá, concluí que se trata de un Relato Mitológico compuesto de 5 escenas ( 3 figurativas y 2 abstractas) que narran un discurso chamánico en el que destaca la presencia de los wayob' (nahuales o coesencias) quienes interactúan con una de las primeras representaciones de la divinidad "Serpiente Emplumada", identificada como Quetzalcoatl por las culturas nahuas del Altiplano, nombrada Wuaxaklahun Ubah Chan en la escritura jeroglífica maya y reconocida como Kukulkán en la tradición postclásica y en las crónicas coloniales.

Chamán Olmeca en la Piedra-Altar de la Gruta de Xibalbá, Kantunilkín, Quintana Roo, México

En una enorme Piedra-Altar situada al centro de la Gruta de Xibalbá, descubrí a un chamán olmeca y a su way (nahual o coesencia) unidos por delgadas líneas que representan un intercambio energético; el chamán olmeca transfigura su brazo izquierdo en una serpiente y está sentado sobre un altar en forma de "T" decorado finamente con rombos, grecas, plumas y el número 6 dibujado con una barra y un punto. El chamán porta un antifaz, presenta rastros de pintura negra en su rostro, su brazo izquierdo se fractura y luego se transfigura en líneas energéticas que se disparan hacia el cielo. Junto a ésta representación de un Acto de Poder, se ubica otro personaje quien asciende por un tubo derivado de una lengua bífida; su cuello se alarga como el de una tortuga y su rostro evidencia la nariz chata y ancha; sus ojos son almendrados y su cabeza es prominente, características propias de los pueblos olmecas. 

Altar con la fecha 4 Ahau en el costado izquierdo, junto al nicho, Gruta de Xibalbá, Kantunilkín, Quintana Roo, México

La iconografía del Relato de Xibalbá es de origen olmeca y nos revela hachas, serpientes voladoras, wayob', rituales chamánicos, un glifo que representa al día "4 Ahau" en el calendario que fue llamado más tarde Tzolk'in y rituales de sacrificio de niños. La evidencia étnica de los personajes demuestran que fueron chamanes olmecas quienes crearon el Relato Mitógico de Xibalbá; sin embargo, la Delegada del INAH en Quintana Roo, Adriana Velázquez Morlet, se apresuró a descalificarme, así nada más, porque sí, sin conocer los resultados de mi investigación, ya no digamos el interior de la Gruta de Xibalbá. 

La entrevista que Adriana otorgó a Notimex se replicó en diversos medios de comunicación, la Delegada del INAH en Quintana Roo intentó desprestigiarme gratuitamente en lugar de atender mi amable invitación para compartir el conocimiento que a todos nos pertenece por igual. Dijo que estoy exagerando y especulando, luego comentó que se debían realizar excavaciones para datar su temporalidad; sin embargo, en 1996, el Dr. Dominique Risollo, visitó la Gruta de Xibalbá y la llamó Cueva Pak Ch'en, registró sus medidas, excavó y clasificó 103 tiestos; los más antiguos pertenecen la variedad "Axiote" ubicada hacia el 700 a. C, época en la que todavía no existían Centros Ceremoniales Mayas y la presencia olmeca es evidente desde Honduras y El Salvador hasta Guerrero y Veracruz... si los pueblos olmecas estuvieron en toda Mesoamérica ¿Por qué negara priori su presencia en Yucatán? 

Cuando observamos la Historia de Occidente, encontramos una línea de continuidad histórica que inició con la cultura Minoica, en Creta, después pasó a Micenas, a Atenas, a Roma, al Medioevo, al Renacimiento y así... hasta nuestros días. Un ejemplo de transfiguración cultural occidental es la actual Corrida de Toros que inició en Creta con los primeros "forcados" quienes saltaban sobre el dorso del toro cuando los embestía; la cultura Helénica lo relacionó con el culto a Baco y al culto a Dionisio, los romanos dieron el salto del vino a la sangre vertida en los coliseos, luego los árabes hicieron propia la fiesta taurina y la llevaron a España, siglos después, en honor a Martín Cortés se realizó la primera Corrida de Toros en lo que actualmente es el Palacio Nacional y hoy, la tauromaquia es amada y denostada por igual. 

Ninguna sociedad evoluciona por generación espontánea, los mayas, heredaron un conocimiento ancestral de los pueblos olmecas y siglos después, lo sublimaron. El Relato de Xibalbá algún día será considerado y apreciado como lo que es, el testimonio plástico y mitológico olmeca más largo y mejor conservado hasta hoy localizado; ahora deconstruyo sus significantes, he sacado a la luz la mayor parte de las 5 escenas, su contenido mitológico transfigura nuestro conocimiento de la Religión Maya y lo centra en un ámbito chamánico ligado al Toltecayotl, a la Tensegridad y a la obra de Carlos Castaneda, situación que tampoco es del agrado de la arqueología oficial; sin embargo, la evidencia gráfica es irrefutable, al tiempo... por lo pronto, agradezco la confianza que me otorgan mis amigos mayas y hay que seguir trabajando ya que la Historia, al igual que la sombra que emana del fuego, nunca está quieta y las piedras cantan para quienes se miran sin rubor en el espejo bruñido con gerundios... 

domingo, 17 de marzo de 2013

Kantunilkín en los Tiempos del 13 Baktún




Hace unos días presenté al Consejo Supremo Maya de Kantunilkín, en la Casa de la Cultura de Kantunilkín y en la Casa de la Cultura de Cancún, los resultados preliminares que arrojó la primera etapa del trabajo de investigación sobre el Relato Mitológico que identifiqué en la Gruta Xibalbá- Pak Chén ubicada en Kantunilkín, Quintana Roo.

La semana pasada y en exclusiva para Por Esto! publiqué en cuatro artículos una síntesis de mi investigación; varias estaciones de Radio me han permitido valiosos minutos en sus noticieros o programas culturales; en la Televisión he tenido también presentaciones y dos programas en Novelísimo.

Agradezco al honorable elenco de autoridades mayas, autoridades gubernamentales de Cultura y Educación de Quintana Roo, promotores culturales mayas, medios de comunicación, a Por Esto! y mis amigos, los espacios que me han brindado para difundir una de las más antiguas, “sui géneris” e importantes expresiones del Arte Precolombino.

Fue una grata experiencia compartir el descubrimiento del Relato de Xibalbá con los habitantes de Kantunilkín, me quedo con la imagen de los sorprendidos rostros de los jóvenes estudiantes quienes tuvieron contacto con su riqueza histórica que ahora se revela al mundo y qué mejor que iniciar la difusión con ellos. Durante la exposición, contamos con la presencia del representante del Gobernador, Ing. Olegario Tah Balam, lo cual agradezco ya que considero sustancial que el gobierno del Estado sea informado de la importancia cultural e histórica del Relato de Xibalbá.

Privilegiado me siento por haber platicado de los wayob’ con los integrantes del Consejo Supremo Maya, al concluir, comulgamos comiendo en un Luch (jícara) un caldo de ibes (frijol blanco) con Choko Ua (tortillas calientes) y en otro Luch un delicioso Sak-Ká (bebida de maíz martajado), disfrutando el alimento, reflexionaba que finalmente, después de tantos años de dictar conferencias por el mundo, se me dio la oportunidad de compartir con los mayas pasajes sustanciales de su riqueza histórica.

Presencia Olmeca en Quintana Roo.

Mi investigación se sustenta en la información de la Primera Mesa Redonda Olmeca, en el ensayo “Olmec Art at Dumbarton Oaks” de Karl A. Taube --que contiene la lista de fechas calibradas más confiable— (http://www.doaks.org/resources/publications/doaks-online-publications/pre-columbian-studies/olmec-art-at-dumbarton-oaks/olmecart.pdf )--, en los resultados que publicó el Dr. Rissolo en el Boletín 12 de la Association for Mexican Caves Studies (www.amcs-pubs.org/bul/bul12.pdf ) y en los ensayos y trabajos de campo realizados por una larga lista de investigadores y arqueólogos entre los que destacan los nombres de Guadalupe Martínez Donjuan, Richard Diehl, Ponciano Ortis, Michel Love, Richard Hansen, Tomas Pérez, John Clark entre otros autores.

Hay registros de presencia olmeca en El Salvador (Chalchuapa), Honduras (Copan), Belice (Cuello), Guerrero (Teopantecuanitlan), Oaxaca (San José Mogote), Morelos (Chalcatzingo), D. F (Cuicuilco), Chiapas (Chiapa de Corzo), es decir, en todas partes ¿por qué entonces no deberían estar también en la Península de Yucatán? Pues bien, en las cinco escenas que constituyen el Relato de Xibalbá, ubiqué símbolos e individuos de origen olmeca.

Los individuos y los símbolos del Relato de Xibalbá evidencian rituales chamánicos y aparece una de las más arcaicas representaciones de una divinidad en forma de serpiente emplumada que detiene por un instante su vuelo para sostener del cuello a dos wuayob’ quienes zigzagueando como el humo ascienden desde la cola de un reptil que liga una escena figurativa con una conceptual en la que ideogramas y glifos fueron esculpidos, pintados y grabados entre rostros y máscaras.

Una Piedra de Poder que fungió como altar cuenta también con chamanes labrados en piedra, uno de ellos transfigura su brazo en una serpiente que gira y se alza al cielo, el otro tiene los labios carnosos, nariz chata y larga, ojos almendrados.

La Delegada del INAH en Quintana Roo, Adriana Velázquez Morlet, declaró en entrevista para Notimex que “respetaba mi percepción” pero que estaba “exagerando y especulando”, respondí también a Notimex y les envié fotografías que constataban no mi percepción sino la realidad visual que evidencia la presencia Olmeca en Quintana Roo.

Invité públicamente a Adriana Velazquez a conocer mi trabajo de investigación antes de denostarlo. Infortunadamente, Adriana no asistió a mi conferencia ni tampoco un-a representante del INAH. Hubiera sido extraordinario intercambiar criterios y analizar el escenario que explica el intercambio territorial y cultural entre los mayas y los olmecas, escenario que después del Relato de Xibalbá, se descubre superado.

Adriana Velazquez ha dicho que estoy especulando y exagerando, cuando con sustento estoy descifrando y compartiendo un descubrimiento que revoluciona la interpretación de los orígenes de la Civilización Maya.

#YO SOY 13 BAKTUN

Germán Pool veía con tristeza el Mul (cerro) del centro de Kantunilkín convertido en un lugar de consumo de la peor de las drogas, el alcohol. Un día se levantó decidido e inició la limpieza del Mul, sacó 6 carretillas de trozos de vidrio de cerveza y sus coterráneos lo observaban primero con curiosidad y luego se animaron a participar en la limpieza del Mul, después se organizaron y con recursos de la SEDESOL --y la gestión arqueológica del INAH-- se dieron a la tarea de excavar y encontraron un Witz o Pirámide que se alza al menos 25 metros de altura, Kantunilkín fue un importantísimo Centro Ceremonial Maya.

Ahora, en lugar de destapar cervezas entre los árboles del Mul, se imparten clases de maya ¿Quiénes las dan? –le pregunto a Germán— “los niños --me responde--, jugando platican con otros niños y quienes hablan mejor maya enseñan a los que saben menos y así, jugando se aprende. Igualmente se realizan eventos que incluyen danza prehispánica que se identifica con la danzas teológica compuestas por nosotros a partir de imágenes antiguas y movimientos natos, un ejemplo de nuestras investigaciones es “Okot Keh” (la Danza del Venado) que recupera momentos del apareamiento; para las niñas y mujeres también hay clases de bordado, organizamos conferencias como la de hoy y actividades que recuperan los valores de la Lengua Materna. Preparamos el proyecto de la construcción de un Museo Comunitario para exhibir las obras de Arte Maya que los mismos pobladores han decidido donar”.

Estamos sentados enfrente de la Casa de la Cultura de Kantunilkín y entrevisto a Germán, somos constantemente interrumpidos por los saludos de sus amigos que pasan en bicicleta o vehículos, vamos ¡hasta los policías lo saludan! Y es que en Kantunilkín se respira un ambiente de tranquilidad y seguridad ¿Por qué? –le preguntó a Germán Pool—y me dice: “somos reconocidos como los Mayas Pacíficos, nos gusta el respeto en la convivencia. Una manzana o hasta dos, pueden estar habitadas por familiares y, al interior, sus casas se comunican sin puertas, para los mayas no hay barreras”.

¿Qué te identifica como Maya en una sociedad globalizada, estimado Germán? –le pregunté y comentó—Antes que nada que quiero a mi pueblo, porque estamos siempre unidos aunque pensemos diferente, el parentesco, la sangre, es muy importante para nosotros, pero estamos abiertos a los desafíos modernos y por ello “Somos 13 Baktún”, somos el cambio que se esperaba, un maya del 13 Baktún es aquel que quien sin perder su idioma y tradiciones o el respeto a sus orígenes, se coloca unos audífonos y usa tenis de marca, se puede comer una hamburguesa pero eso no debilita su cultura, ese es el verdadero cambio, los mayas estamos evolucionando sin perder contacto con nuestra cultura, por eso escuchamos Pop y Reguetón en Maya, para nosotros decir #YO SOY 13 BAKTUN significa incorporarnos a la dinámica común con nuestras particularidades, es imposible rechazar las influencias modernas, podemos transformarlas a nuestro estilo y entonces ya no son tan extranjeras…”

Germán Pool es un nuevo amigo que aprecio y reconozco en él un Camino con Corazón, sin dogmatismos y abierto a la realidad histórica; Él, al igual que los mayas del 13 Baktún, acepta con gusto el nuevo orden mundial porque lo hace propio matizándolo con aspectos mayas, tampoco le sorprende ver que los abuelos de sus abuelos fueron olmecas, los mayas viven la vida sin apasionamientos ni elucubraciones derivados de la Importancia Personal. La gente maya ve.

Hemos concluido un ciclo de investigación y difusión, inicia otro. En unos días salgo a Montreal, Canadá para atender invitaciones en radio y televisión, visitaré igualmente la ciudad de Gatineau para encontrarme con investigadores del Museo Canadiense de Civilizaciones quienes también han mostrado interés en conocer el contenido del Relato de Xibalbá ya que enriquece el trabajo de investigación que desde hace unos meses realizamos sobre los orígenes boreales de la mitología mesoamericana.

Sería oportuno que en Quintana Roo, como sucede en el extranjero, se reconozca la importancia del descubrimiento, ojalá que ahora que empieza a ser conocida la noticia en el mundo, alguna institución, programa o fundación, aporte recursos económicos porque los míos ya se gastaron.

Es preciso estabilizar los relieves y los petroglifos, realizar un estudio fotográfico para elaborar un registro total de las cinco escenas y sugiero reproducir algunas copias a escala para observar el contenido mitológico ancestral y exhibirlo en plazas de Kantunilkín y en Museos y ciudades de Quintan Roo. Se trata de uno de los vestigios plásticos más antiguos en Mesoamérica que enuncia un discurso mitológico, lo cual, a los quintanarroenses debe llenarnos de orgullo porque nos distingue de manera sobresaliente en el Mundo Maya.

jueves, 14 de marzo de 2013

Secretos Revelados de la Gruta de Xibalbá / El Chamán Olmeca de Kantunilkín


Las sociedades agrícolas heredaron de las culturas de cazadores y recolectores, los rituales, mitos y ceremonias que al transfigurarse por el tiempo y por la conveniencia, fueron el sustento de las religiones solares, monoteístas, machistas y piramidales. En tiempos lejanos, cuando aún la agricultura no era la base de la economía y durante milenios Dios fue mujer, los ancestros de todos los rincones del planeta dejaron testimonio visual de sus inquietudes tallando la piedra y los muros de las cuevas y montañas que habitaron.

Petroglifos en San Agustín Colombia

A los testimonios labrados en piedra se les conoce como Arte Rupestre, Arte Primitivo, Rock Art, Petroglifos, Arte Paleolítico, Boreal, Glaciar, Arcaico, en fin, existe una gran cantidad de términos para nombrar a las tallas en piedra de nuestros mayores, lo que indica que también hay múltiples interpretaciones sobre su función y origen, no siempre son expresiones artísticas, en ocasiones son referencias informativas como la ubicación de una constelación, en otras se convierten en pausas en un discurso figurativo.

Petroglifos de Altavista o Pila del Rey, Chacala, México.

Los símbolos anteriores a la escritura cuentan con una sintaxis interpretativa en la que el espacio y el tiempo forman una unidad. Como referencia ilustrativa, menciono que para los niños pequeños, su casa, la de sus abuelos, el parque de la esquina y la recámara de su tía, forman un único espacio porque aún poseen el sentimiento de “Unicidad”, de igual manera, en el marco de esa lúdica interpretación espacial, los petroglifos y los relieves del Relato de Xibalbá nos muestran escenas relativas al universo onírico o chamánico que reproducen la intención de “unificar” en un espacio sagrado lo existente con lo pensable.






El Chamán Olmeca de Kantunilkín

La Gruta Xibalbá-Cueva Pak Ch’en posee un Relato Mitológico que fue creado por artistas chamanes de origen olmeca hace 2 700 años, se constituye de cinco escenas compuestas por relieves y petroglifos, así como pintura, esculturas y bajo relieves.

Hoy, concluyo la presentación de los resultados preliminares del ejercicio interpretativo del Relato de Xibalbá con una imagen que desde que por vez primera la ubiqué, intuí que desataría innumerables interpretaciones y acalorados debates; Panel G-II fue el registro que en 1996 le dio el Dr. Dominique Rissolo en su ya citado reporte. La descubrí completa en la reciente visita que realicé a la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en. Presento una fotografía de un fragmento del Chamán de Kantunilkín ubicado en la Quinta Escena del Relato de Xibalbá, también un dibujo que realicé para el artículo en el que se observa toda la escena que obtuve al juntar varias fotografías. Con la finalidad de definir al chamán y al rostro felino ubicado arriba de la cabeza del chamán, no dibujé los filamentos de energía (grafitis) que se ven en el original de la fotografía.


De no más de 40 cm, nos sublima la poderosa representación de un chamán olmeca sentado en un trono en forma de “T”, en su rostro hay vestigios de pintura negra y porta un antifaz, su cabeza fue deformada y lleva un pectoral probablemente de jade, unas telas o unas delgadas cuentas están suspendidas del pectoral y cubren su vientre.

En la región genital destaca un relieve pintado en rojo que asemeja una “w”, el pie del chaman desciende sobre un costado del trono. En los extremos del trono hay dos incisiones, una representa la curvatura de una voluta y la otra es una línea horizontal con un punto pintado en su parte superior. Entre ambas incisiones, encontramos un grupo de rombos que simbolizan dibujos o quizá bordados. El trono está cubierto de una secuencia de telas dobladas en forma rectangular hasta llegar al piso de la composición.



El brazo izquierdo del chamán presenta una fractura, el derecho se convierte en una serpiente que gira para después salir erguida hacia el cielo. Sobre su rostro, acechando detrás de la superficie de la piedra, aparece una entidad con características felinas; ligeras son las concavidades de sus ojos y boca pero contienen una fuerte carga figurativa.



Detrás del cuello y delante al rostro del chamán olmeca aparecen una serie de hendiduras estilo grafiti que en primera instancia pareciera fueron talladas de manera violenta, como deseando borrar la imagen del chamán; sin embargo, después de un análisis detenido del ritmo, forma y dirección de las líneas, considero que no fueron realizadas con enojo o al azar, forman parte de la composición.



Se trata de la representación de filamentos energéticos que desde el cuello y el omóplato del chamán olmeca, surgen como fluidos o líneas de luz para formar un estructura rígida de la que luego se tuercen violentamente; desde su frente, otras líneas ascienden en zigzag hasta el rostro de la entidad felina, quizá se trate del way, nahual o coesencial del chamán.

Al criterio ortodoxo de la antropología formal quizá le incomode lo que acabo de describir e interpretar, en contraste,  probablemente los buscadores de lo insondable se sentirán satisfechos al ver las grafías que algunas tradiciones orales, el Toltecayotl y Carlos Castaneda, mencionan sobre los puntos de encaje, los nahuales (wayob’ para los mayas), las conciencias inorgánicas, el Nahual, la otredad y la transformación.  

Conclusiones y Reflexión

Hace unas semanas inicié un trabajo de investigación iconográfica en las profundidades de la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en que fue habitada desde al menos el 700 a. C (según reporta el informe de cerámica del Dr. Rissolo). A lo largo de unos 15 metros se encuentra el Relato de Xibalbá, un conjunto de relieves y petroglifos divididos en cinco escenas, cuatro sobre el muro y una quinta en la piedra central de la cueva. La iconografía, así como las características somáticas de los personajes y el imaginario religioso son de origen olmeca.

Los olmecas no fundaron un imperio que dominó a Mesoamérica sino más bien, fueron distintos pueblos de origen olmeca poseedores de un original y común bagaje mitológico, tecnológico y militar, que progresaron en un amplio territorio con una estructura socioeconómica sustentada en el cultivo del maíz y en un gobierno divino.

Tuvieron características somáticas distintivas, ojos redondamente almendrados, nariz ancha y chata, prominentes labios y fisonomía mestiza entre los asiáticos y los negroides. Aunque en el Golfo de México se localizan sus principales Centros Ceremoniales, esparcieron su cultura desde Mezcala, Guerrero, hasta la Huasteca Veracruzana, desde Morelos hasta El Salvador y desde Chiapa de Corso hasta Kantunilkín.

Si como observamos, el Relato de Xibalbá fue creado en un lejano tiempo y la iconografía así como la fisonomía de los personajes es olmeca, surgen entonces infinidad de preguntas que confluyen todas a una principal que también se cuestionan en otras regiones de Mesoamérica ¿cómo fue el tránsito cultural, territorial, político, económico y religioso entre los olmecas y los mayas?  También podemos inquirirnos ¿Es prudente observar a los olmecas separados del resto, como poderosos individuos que habitaron en toda Mesoamérica y nunca se fusionaron con los locales? ¿Cómo se extinguieron como etnia y por qué se mantuvo su herencia cultural y mitológica? En el caso de la Gruta de Xibalbá – Cueva Pak Ch’en ¿Cómo consideraban los mayas clásicos del siglo V  las pinturas y relieves creados ochocientos años antes por chamanes olmecas y por qué durante ese tiempo jamás fueron alteradas las imágenes del Relato de Xibalbá aunque seguramente la religión había sufrido transfiguraciones considerables en ese lapso de tiempo? ¿ O no fue así ? Quedan decenas de preguntas por formular y sorprendentes respuestas así como revolucionarias conclusiones. Por sus significantes, el Relato de Xibalbá, es una de las obras plásticas más importantes de los albores de Nuestra Historia y privilegiados somos de iniciar su comprensión.


lunes, 11 de marzo de 2013

Secretos de la Gruta de Xibalbá III / "El Altar de la Otredad"



Cenote Sagrado de Chichén Itzá

En el subsuelo de la Península de Yucatán existe una infinidad de oquedades, grutas, cuevas y cenotes que los mayas históricos consideraron espacios sagrados y en los se relacionan con sus entidades divinas vinculadas con la fertilidad, la muerte, la regeneración y el origen divino de la Creación.

Entrada a la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch'en, sentado junto a la cuerda, el explorador maya Carlos Poot

Invitado por amigos periodistas y el promotor cultural Germán Pool, hace unas semanas, descubrí un extraordinario legado mitológico en la Gruta Xibalbá-Cueva Pak Ch’en. Se constituye por cinco escenas que revelan rituales referidos a la guerra, a la transfiguración corporal de los chamanes quienes en vertiginosos Actos de Poder convierten sus brazos en poderosas serpientes y reconocemos el vínculo energético de los chamanes con jaguares y con una Serpiente Voladora entre otros discursos mitológicos. Los personajes presentan características olmecas, lo cual, ha sido puesto en duda por la Delegada del INAH, en Quintana Roo, Adriana Velázquez Morlet quien en entrevista a Notimex considero que un servidor está “exagerando y especulando” cuando en realidad estoy descifrando y compartiendo.

Quinta Escena del Relato de Xibalbá, aparece una máscara con labios carnosos, ojos almendrados y nariz chata y ancha.

Desde hace dos días he presentado pasajes del Relato de Xibalbá que han evidenciado la presencia de individuos con características propias de la fisonomía olmeca así como diversos elementos de la iconografía ritual olmeca. 

El Dr. Rissolo visitó la Gruta de Xibalbá-Pak Chén en 1999 y la reportó en el 2012; el reporte de la cerámica del Dr Rissolo señala una primera ocupación hacia el año 700. a C y, tomando como referencia las “fechas calibradas” del ensayo Olmec Art at Dumbarton Oaks de Karl A. Taube (http://www.doaks.org/resources/publications/doaks-online-publications/pre-columbian-studies/olmec-art-at-dumbarton-oaks/olmecart.pdf) planteo que por aquellos tiempos y en Guerrero, estaba en apogeo Teopantecuanitlan, un Centro Religioso que no es aún célebre pero fue un importante Centro Ceremonial Olmeca; en una cueva conocida como Oxtotitlan, también en Guerrero, así como en la cueva de Juxtlahuaca Oaxaca, los chamanes-artistas olmecas pintaron dos importantes escenas relativas al imaginario religioso de hace 2 700 años. El chamán de la cueva de Oxtotitlan une con su cuerpo los tres mundos, cielo, tierra e inframundo, se presenta como un vínculo con la otredad, en tanto que el chamán de Juxtlahuaca aparece con su way, coesencial o nahual. Se trata de dos rostros en uno, similar a la imagen del way de dos rostros de la Primera Escena del Relato de Xibalbá. 


Fotografía y dibujo de Francisco Villaseñor del chamán con su doble, Way, Nahual o Coesencia.  Juxtlahuaca, Oaxaca.

Nahual, Coesencia o Way con su doble en la Primera Escena del Relato de Xibalbá

Juxtlahuaca y Kantunilkín muestran el mismo lenguaje mitológico y fueron contemporáneos los creadores de ambas obras maestras del Arte Olmeca. Los olmecas estuvieron en toda Mesoamérica, fueron los padres culturales de las Civilizaciones Precolombinas y si estuvieron en El Salvador, no debe extrañarnos que exista presencia olmeca en Quintana Roo.

Rissolo, al igual que el fotógrafo Stephen Alvarez registraron los petroglifos de manera fragmentada y antes que yo, nadie había reportado un Relato Mitológico ni descubierto los rituales chamánicos. Adriana Velázquez comentó para Notimex que tenía conocimiento del contenido gráfico de los relieves y petroglifos, afirma que un grupo de especialistas habían ya visitado la oquedad.

Ahora bien, en la Web y en publicaciones, únicamente hay registro de las visitas de Rissolo y Alvarez; los dibujos de Rissolo muestra algunos esquemáticos grabados, aquí el link de su reporte: ( http://www.amcs-pubs.org/bul/bul12.pdf ), por otra parte, es una pena que Alvarez publicó una sola fotografía, excelente, por cierto, aquí el link ( http://print.alvarezphotography.com/media/b18ed50a-07ba-11e0-a1e3-bf445480a516-niche-for-the-cross-in-pak-ch-en-cave-near-kantunilkin-quintan ). 

He comentado en anteriores artículos que resulta muy complejo fotografiar dentro de la cueva por la oscuridad que nos obliga a utilizar flashes e iluminar con lámparas, entonces se aplanan las imágenes. Iluminando a distancia, con velas o apreciando con la resolana de la luz solar es como descubrí el increíble legado plástico del Relato de Xibalbá. 
 
Ofrendas

Justo al fondo de la Gruta Xibalbá-Cueva Pak Ch’en, una pequeña cueva abriga un cenote, en su muro frontal superior, aparece esculpida, dibujada y grabada la segunda escena figurativa del Relato de Xibalbá y que el Dr. Dominique Rissolo ubica en su informe con las figuras de los Paneles E y F.


Una concavidad tallada en el muro reproduce la boca de serpiente abierta o una vulva en torno a ella se encuentran una serie de ideogramas, serpientes y una interesante máscara invertida que ve hacia la realidad interior de la roca, a la otredad. En el lado izquierdo aparece un cuadrado con el número 4 --representado por los cuatro puntos alineados—y fuera del nicho ubicamos tres puntos formando un triángulo equilátero, es un símbolo relacionado al origen del fuego que se gestó en el espacio triangular que forman las estrellas Alnitak, Saif y Rigel en la Constelación de Orión que en jeroglíficos se identifica como Oxib’ Xk’ub’ (Tres Piedras del Hogar) y están emparentadas con la tradición maya de cocinar con tres piedras en el fogón llamado Cobén.



Cuatro serpientes en tres planos visuales envuelven la vulva, o nicho que también pudiera representar las fauces abiertas de una serpiente, en su interior, hay vestigios de diferentes pigmentos, quizá también Pom o incienso de copal, hay unas manchas rojizas que se distinguen dispuestas como para que escurra un líquido hacia la parte baja del nicho que culmina en un canal.

  
Seres humeantes y niños llorones

En la parte superior derecha aparecen la representación de las nubes y el viento, abajo, un grupo de individuos parados se agrupan y de manera muy estilizada configuran la cola de una las cuatro serpientes que bordean el nicho. A la izquierda del grupo de individuos se descubre un danzante pintado sobre la piedra, es remarcable que su cabeza representa una flama y está saltando.

Debajo de ésta inusitada composición, se localiza un pequeño individuo que pudiera ser un niño, carece de rostro aunque su cabeza hasta la curvatura de su frente esta tallada en la roca, es posible que su rostro estuviese pintado, sus dos brazos están colocados en su pecho y lo envuelve una lengua que surge de una de las cuatro serpientes que están dispuestas alrededor del nicho. Pudiera ser una temprana representación de los sacrificios de niños vestidos de jaguar que realizaron los mayas siglos después y que se ofrecían a la divinidad Kauak que tenía una serpiente bífida para recibir a los niños en ofrenda.

Vaso Ceremonial Maya que presenta el ritual de niños jaguares ofrecidos a la divinidad de la muerte que los recibe gustosos, el niño jaguar se posa sobre una lengua bífida en la divinidad Kauak

Es una ofrenda-sacrificio en la que reconocemos un añejo ritual de origen olmeca consistente en sacrificar niños. En las esculturas olmecas es común encontrar a niños dispuestos a ser sacrificados, en los altares de La Venta aparecen danzando con hachas o llorando entre los brazos de los adultos; el Señor de las Limas es una escultura de gran factura que muestra también a un niño sacrificado y es que los rituales de sacrificios de niños son ancestrales, también los mexicah sacrificaban niños en la cima del Nevado de Toluca en honor a las entidades divinas relacionadas con las aguas del cielo y las de la tierra. Los niños que nacían “mulix”, es decir, con el pelo ensortijado, eran predispuestos a ser sacrificados a las entidades de la lluvia.

Escultura de la Sala Olmeca del Museo Nacional de Antropología e Historia, un individuo sostiene entre sus brazos a un niño que probablemente simboliza el acto de sacrificio de infantes que después se desarrolló en toda Mesoamérica.

En otros tiempos y en regiones distantes, las crónicas Inuit (mal llamados esquimales) recuerdan que en aquellas gélidas regiones los niños varones eran codiciados como mano de obra en un ambiente de grandes adversidades y por ello se los robaban. Desde el frío boreal hasta la selva tropical, los niños fueron robados en la antigüedad por motivos varios y contrastantes creencias, sustancial resulta percatarnos que en la psique de algunos quebequenses, chilangos o mayas, radica el pavor que de saberse observado por el Sr. del Costal quien si nos portamos mal o salimos a la calle sin permiso, nos puede meter en su costal y súbitamente desaparecernos, a ese temible personaje los mayas le llaman Okol Pal

Nuestra abuelas nunca nos dijeron que hacía el "Sr. del Costal" con los niños, con sabernos eventualmente robados era ya suficiente motivo para preocuparnos y nadie deseaba angustiarse aún más conociendo pormenores de esa terrible historia que se resume en un concepto-frase “El Sr. del Costal”. En contraste y en los tiempos que estamos estudiando, se robaban a los niños para sacrificarlos.

Lo sagrado es sensual

En la parte inferior de la escena, aparecen sobre una franja cuatro montañas y una vulva pintadas de rojo. Las vulvas están relacionadas con la fertilidad y el erotismo, sugieren los atributos femeninos de la creación y es un elemento empático al ser un oquedad con flujos, uno de ellos, el rojo, la vida y el Ch’ulel es lo que relaciona al ámbito femenino con la Creación y el Inframundo.

Las Montañas por su parte, son los vasos comunicantes con los tres mundos, el cielo lo alcanzan con sus cimas, de la tierra se alzan y en sus oquedades se accede al Inframundo. En el momento de la Creación, las crónicas gráficas y escritas de origen maya nos narran la presencia de cuatro árboles que sostuvieron al Cielo en los albores de la existencia; el cuatro lo encontramos presente en el ámbito mitológico de la Creación, son cuatro montañas las que percibimos junto a una vulva y en la parte superior izquierda un glifo con cuatro puntos pudiera también estar relacionado con el nombre del lugar, recordemos que Kan es un vocablo muy antiguo que se puede traducir como cuatro o como amarillo, de tal suerte que tanto las montañas como los cuatro puntos del glifo superior izquierdo pudieran estar relacionadas con el nombre antiguo del lugar del que quizá derivó Kan-tunilkín.

Mañana concluimos con un fragmento de la quinta escena ubicada en una enorme piedra utilizada también como altar en el que nos sorprende un personaje de rasgos olmecas que porta un antifaz y probablemente estuvo pintado de negro, se trata de un chamán que transfigura su cuerpo y su brazo derecho se convierte en una serpiente que asciende al cielo después de girar delante al cuerpo del chamán olmeca. Mañana presentaré a un chamán olmeca que realiza el acto de poder de transfigurar su brazo en una serpiente… 

Secretos Revelados de la Gruta de Xibalbá II / La Primera Escena


 Primera escena Central del Relato de Xibalbá

En una oquedad sagrada ubicada en el municipio de Lázaro Cárdenas, Quintana Roo, cercana a la ciudad de Kantunilkín, recientemente encontré y decodifiqué un Relato Mitológico que fue esculpido hace 2 700 años por artistas-chamanes olmecas quienes plasmaron cinco escenas de su imaginario religioso relacionadas con la fertilidad, la guerra y los rituales chamánicos en los que las “coesencias” conocidas como nahuales o wayob’, ascienden entre serpientes ondulando como el humo en un lenguaje plástico que fusiona la pintura, la escultura y el bajo relieve; ofreciendo una lectura en tres niveles visuales; dependiendo del tipo de luz con la que los observemos, revelan siempre un contenido parcial o diferente. Son obras de Arte Chamánico realizadas en estados alterados de conciencia.

Primera aproximación

Presento hoy un acercamiento inicial a la lectura e interpretación de la primera escena del Relato de Xibalbá que descubrí hace unas semana y que el Dr. Dominique Rissolo registró como Paneles A, B y C en su estudio sobre las cuevas ubicadas en la región llamada “Yalahau” que publicó en el Boletín número 12 de la Association for Mexican Cave Studies en el año 2003 aunque sus exploraciones las realizó  en 1996 y volvió en 1997. Aquí el link para consultar el reporte del Dr. Dominique Rissolo (a partir de la página 62)  http://www.amcs-pubs.org/bul/bul12.pdf

Sugiero una lectura global, interpreto que la que las imágenes forman un único Relato Mitológico-Chamánico compuesto por cinco escenas intercomunicadas. Son cinco movimientos de una obra ritual con tres discursos figurativos y dos simbólicos.  

Tomando como referencia la fotografía y el dibujo que realicé de la primera escena del Relato de Xibalbá, propongo iniciar su lectura en el costado superior derecho donde una oquedad en la piedra fue transfigurada por los artistas-chamanes-olmecas en una cueva de la cual emerge el dibujo de una lengua que culmina en una cascada de estalactitas; hay un cráneo esculpido de un misterioso ser a la entrada a la cueva.


Fotografía y dibujo de la Primera Escena del Relato de Xibalbá 

A la izquierda de la oquedad en la piedra, aparece un individuo esculpido de manera elemental, su boca está abierta y denota gruesos labios y ojos almendrados, alza sus manos en señal de alabanza y sostiene con la izquierda un maniquí o una pequeña escultura, el humano porta en su vientre una máscara con la boca abierta en tanto que una lengua de serpiente desciende sobre su cabeza; a su lado, un rostro sutil --quizá el de un infante--, porta un peculiar sombrero con telas y piedras preciosas y delante a su rostro, aparece un pequeño ser con un sombrero cónico que lleva los brazos extendidos, pareciera un juguete.

Este espacio con dibujos y personajes esculpidos, representan el ámbito terrenal, inmediatamente después a ellos descienden unas “estalactitas planas” que se han formando sobre la roca y que los artistas del Relato utilizaron como un filtro que separa lo humano de lo divino en la parte baja cuentan con unos gastados dibujos que representan volutas enroscadas.

Una Serpiente Voladora esculpida sobre una prominencia del muro se sostiene en el aire y presenta un rostro esculpido con rasgos olmecas, a la altura de su mejilla derecha, es flanqueado por las escultura de un guerrero con escudo y en su costado izquierdo aparecen labradas dos cuentas de jade, una circular y otra rectangular; la entidad presenta los ojos grandes y almendrados, la lengua bífida y retorcida, la nariz está unida a las cejas, lleva orejas de murciélago, en una de ellas hay una flama en la parte superior y aparece un rostro delante a ella. Es toda una composición de la cual surgen serpientes pintadas y en bajo relieve algunas atraviesan los cuellos de dos wayob’, nahuales o coesencias, otras envuelven hachas o dan forma a rostros surgidos de las sombras.

En el discurso mitológico y en el ámbito plástico, el hacha suspendida es el elemento dominante de ésta composición, está envuelta por dos pequeñas cabezas de serpientes. De su parte inferior desciende una línea entrecortada y blanca que la mantiene en contacto con la máscara triangular ubicada abajo de ella. En la parte inferior dos hachas configuran el contorno de un semicírculo en el que al fondo a la derecha acecha el rostro de un jaguar (las hachas fueron sustanciales en los tiempos olmecas porque no existieron metales duros y además mostrar su calidad durante el intercambio comercial, tenían la doble función de ser excelentes armas o precisos instrumentos para cortar. Podemos dimensionar la importancia de las hachas en el imaginario de nuestros ancestros hacia el año 700 a. C si recordamos que ochocientos años después, en la escritura jeroglífica maya, cuando una ciudad era conquistada, se escribía que era “hachada”).

Al centro del semicírculo hay una “T” invertida, el símbolo “T” sabemos que simboliza al viento, al hálito divino, al sonido e invertida, proviene del Inframundo que también se representaba con el número 9; junto a la cabeza de  jaguar se encuentra una barra y dos puntos lo que en numeración maya equivale al 7 pero hay vestigios de que desapareció la mitad, originalmente había cuatro puntos y la barra era más larga por lo que el número era el 9.

¿Rostro Teotihuacano en una cueva maya con petroglifos olmecas?

¿Teotihuacan?

Reconozco que hace unas semanas me entusiasmó observar máscaras triangulares que parecían teotihuacanas, lo cual, resulta completamente incomprensible e imposible, porque cuando los chamanes-artistas crearon el Relato de Xibalbá, Teotihuacan no era ni un pequeño ranchito; la máscara en cuestión aparece sobre el rostro de un nahual olmeca situado por debajo y ligeramente a la izquierda del rostro de la serpiente, fue esculpida en una curvatura que ofrece una vista tangencial de la escultura a menos que uno se acueste en las rocas y la mire hacia arriba, de todas maneras, desde cualquier ángulo, cuando se ilumina con una lámpara o se fotografía con flash, en efecto, se confirma que la máscara es triangular y parece teotihuacana: posee un mentón breve y el rostro es semitriangular, evidencia la frente amplia y destacan sus grandes ojos almendrados; cuenta con todas las características teotihuacanas.

Cuando la lógica y los análisis históricos negaban la presencia de una máscara teotihuacana en el 700 a. C, busqué una explicación en el discurso plástico y, por empatía iconográfica, sugiero que el rostro triangular puede derivar de la forma de las hachas que son el motivo principal del arco dibujado en el muro así como en la primera, segunda y tercera escenas del Relato (Paneles A y B, C y D de Rissolo).

Los recientes descubrimientos de ofrendas de hachas en El Manatí nos indican el valor sustancial que los olmecas dieron a las hachas y sugiero que la presencia de un rostro con mentón breve y frente amplia que evidenciamos en el Relato de Xibalbá: es una expresión empática del arte chamánico en el que los objetos se tornan sujetos.

Se observan los filamentos energéticos que reptan como el humo para formar los cuerpos de los Wayob'

Más tarde observé con la luz de una vela que la máscara triangular surge del rostro de un individuo olmeca y con mayor precisión, de su cachete, como una serpiente que repta y luego se ensancha hasta convertirse en el rostro triangular, el personaje que también asciende como “surgido de la lámpara de Aladino”, lleva las manos unidas, el pulgar de la mano izquierda es sujetado por los dedos índice y gordo de la mano derecha, ésta entidad se encuentra confrontada visualmente con un severo rostro quien a su vez es acompañado por otros rostros muy apretados los unos con los otros; el flujo energético que los envuelve sigue ascendiendo hasta que otros dos rostros que parecieran la expresión de una entidad y su doble --destacando que uno es blanco y el otro oscuro--, son atravesados a la altura de sus cuellos por una serpiente que surge desde la frente del rostro olmeca con orejas de murciélago.

Dos Wayob' , uno de rostro oscuro y el otro blanco, una serpiente los envuelve por el cuello

Aquí observamos los cuerpos completos de los Wayob'  delante a la Serpiente Voladora de Xibalbá

Los rostros, máscaras y entidades mencionadas reptan desprendiéndose de una franja que pareciera la cola de un reptil y que forma parte de la segunda escena. En el Relato de Xibalbá  cuatro escenas están intercomunicadas a lo largo de un discurso unitario y la quinta está situada enfrente del muro, en una enorme piedra que fungió también como altar.

Lo Etéreo y el Resumen

La segunda escena posee un lenguaje conceptual en el que predominan rostros, máscaras, glifos de la palabra, grecas y hachas situadas en los bordes de una concavidad natural incorporada al lenguaje simbólico de la que uno de sus extremos, surge una flor como símbolo de fertilidad, de la guerra y de la efímera belleza.

En la Primera Escena del Relato de Xibalbá encontramos dos estadios de conciencia: la vigilia y el ensueño, lo mundano y lo divino, el discurso inicia con un agradecimiento de los humanos a la voluntad de las entidades que propician desde una oquedad el surgimiento de las aguas vitales y, al concluir la danza y las ofrendas, aparece una cascada pétrea suspendida en el tiempo que separa la realidad divina con la de los mortales.

Dos personajes de la Primera Escena bailan y dan ofrendas junto a la cascada de estalactitas

Del otro lado de la conciencia, en lo sagrado, la Serpiente Voladora sostiene un encuentro con entidades energéticas agrupadas en una cortina de humo y una de ellas tiene el suficiente Poder Personal como para ascender individualmente y cubre parte de su rostro con una máscara triangular que está en contacto con el hacha dominante a través de una misteriosa línea blanca que desciende desde el hacha hasta la máscara triangular.

En ese ámbito serpentino, los wayob’ se confrontan visualmente entre sí, algunas son independientes y poseen buenas relaciones en tanto que otras son sometidas por el cuello por una vigorosa serpiente.

La Serpiente Voladora del Relato de Xibalbá y los Wayob'

Hace 2 700 años, los chamanes-artistas de origen olmeca que crearon el Relato de Xibalbá, consideraron trascendente presentar los cuerpos energéticos se sus wayob’, nahuales o coesencias, en vital comunión con una arcaica Serpiente Voladora que siglos después la escritura jeroglífica reconocería como Wuaxaklahun Ubah Chan (Las 18 imágenes de la Serpiente) y en un todavía más lejano tiempo, en las Crónicas Coloniales se le nombró Kukulkán y los mexicah (aztecas) la llamaron Quetzalcoatl.

La segunda escena se funde con  la tercera, configuran una pausa gráfica en la que aparecen glifos de la palabra, símbolos de la dualidad, vulvas alusivas a la fertilidad y se mantienen presentes las hachas que ahora son pequeñas y están suspendidas o colocadas en los bordes de las concavidades. Sorprende la presencia de un triángulo y sobresalen dos flores con enormes pétalos.

Mañana nos referiremos a la escena 4 que se ubica sobre un cenote y que presenta a un enigmático danzante con rostro de flama, sobresale un nicho que semeja la boca abierta de una serpiente o una vulva… nos aguardan más secretos revelados de la Gruta de Xibalbá