Segundo programa Novelísimo sobre los Petroglifos de la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch'en. Muestro imágenes sobre un Relato Sagrado de 2 700 años que viene a revolucionar la percepción que teníamos sobre el origen de la Civilización Maya. En el contenido iconográfico reconocemos rostros olmecas y máscaras de estilo teotihuacano, aparecen las imágenes tempranas de la divinidad de la lluvia Chak Xib' Chaac, improntas chamánicas y el inicio de la escritura a través de petroglifos. Se trata de uno de los descubrimientos más importantes de los últimos años en el Mundo Maya.
Blog del escritor e investigador mexicano Claudio Obregón Clairin / literaturaymundomaya@gmail.com
lunes, 25 de febrero de 2013
Nacidos para comprar...
Homo habilis tomó dos piedras y las
golpeó de lado, después de varios machucones, obtuvo una rudimentaria punta con
la que pudo cortar y herir; desde entonces fabricamos millones de objetos que
han dado forma a nuestro mundo y, en nuestro tiempo, los objetos se han
convertido en el único referente del mundo.
La dependencia existencial hacia la tenencia de los objetos
determina nuestros estados de ánimo y la producción de objetos supera nuestra
capacidad para adquirir nuevos modelos; tangencialmente, nuestras angustias
superan a nuestras necesidades.
En tiempos chamánicos, los “objetos” adquirían vida y eran considerados “sujetos”. Aquella
milenaria práctica chamánica se manifiesta evolucionada en nuestro cotidiano
consumista, los objetos son nuestro mundo, un mundo de consumo en el que los
productos-objeto mejoran a la misma velocidad con la que se desechan.
La Industria del Consumo observó que los consumidores creamos
una relación chamánica con el objeto y lo llamó “producto”. Con el tiempo y
para diferenciarse en calidad y precio, a los productos se le ha dado una
“marca” y, precisamente, nombrando la “marca” corporeizamos inquietudes y
necesidades: al referirnos al objeto-producto por su nombre, invocamos las
virtudes tangibles o inventadas que la industria mercadotécnica dice que posee.
Cada ocasión que nombramos, consumimos, tocamos o utilizamos el “objeto-sujeto con marca”
realizamos un acto chamánico y transfiguramos la realidad, aunque sea de manera
inconsciente y orientada al consumo.
En el teatro como en el chamanismo, el “objeto-sujeto-cosa” no
es lo que se ve que es sino lo que se dice que es, así entonces, los
publicistas le dan la vuelta a nuestras inquietudes primarias, crean
necesidades superfluas que la publicidad repite incansablemente hasta que se
vuelven vitales y recreamos una realidad alterna en la que los objetos se
tornan sujetos, se les invoca, se les desea y se les procura hasta precisar de
ellos para existir. Esa obsesiva dependencia crea un temor que únicamente es
solventado con la obediencia al consumo irreflexivo.
Los objetos dan forma al estilo de vida occidental, poseer
objetos significa ser un triunfador, el consumo es el parámetro de la felicidad
y los publicistas determinan cómo debemos pensar en medio de la simulación y la
degradación que nombran desarrollo pero en realidad se trata de un Progreso
Involutivo.
Los visitantes a Cancún, justo cuando salen del Aeropuerto se
encuentran con un anuncio publicitario en inglés que dice “Nacido para
comprar”, esa frase sintetiza el sentido profundo del Tonal de nuestro tiempo y
nos alerta a poner atención en nuestros códigos de comunicación ya que la
publicidad y los medios de comunicación norman al pensamiento colectivo.
Soy lo que veo,
compro y luego existo.
Si la felicidad es una de las sensaciones de éxtasis que
aspiramos a contener el mayor tiempo posible, es preciso entonces observar los
acuerdos que tenemos con la definición de felicidad, sobre todo cuando los “objetos-sujetos-marca”
configuran un mundo al cual respondemos en voluntad y espíritu hasta el punto
de existir únicamente en función de ese acuerdo.
Las primeras televisiones en blanco y negro fueron enormes
cajones de madera y en su interior había bulbos; cuando de pronto se apagaban,
debíamos darle de golpes a un costado para que lentamente volviera la imagen,
ahora las pantallas de plasma están a un paso de contar con una resolución, un
color, una luz y una profundidad muy próxima a la realidad que percibe nuestra
vista. Vertiginosos cambios sufren los objetos y aunque casi logramos una
comunicación similar a la que tenemos con los sujetos, su breve existencia nos
impide establecer una relación de Poder ya que los reemplazamos por el último
modelo que incluye lo que no necesariamente hace falta, más bien, es factible
que esa novedad tecnológica cree otra dependencia emocional.
En Occidente la felicidad no dura más de dos pensamientos, al
tercero, nos asalta la duda, esa inquietante incapacidad de mantener a las
palabras en la acción, al amor en la mirada de “el otro” y al fondo sobre la
forma, son los factores-motivos que generan nuestras insatisfacciones, penas,
angustias y quebrantos.
Una de las nobles verdades del universo se refiere al
movimiento, en él encontramos al tiempo a la luz, al fondo y al silencio. Los
seres humanos evolucionamos a partir de la búsqueda de la sobrevivencia y a la
mejora de nuestras habilidades, domesticamos al fuego y golpeamos las piedras
de manera dirigida para producir los primeros objetos.
Los seres humanos y sus palabras crean un mundo que refiere al
mundo de los objetos, con ellas, les otorgan un valor imaginario y otro
potencial. El movimiento otorga al objeto la vitalidad suficiente para
transfigurarse en un sujeto que transgrede al estado conciente y racional. En
reposo, el objeto contiene en sí mismo universos paralelos pero únicamente la
palabra y el movimiento desdoblan sus virtudes.
Hoy, los seres de movimiento utilizan a los objetos para recrear
universos paralelos en el que los sujetos son tratados como objetos y quienes
no poseen los objetos correctos, sus palabras son de poca valía en un mundo en
el que lo imaginario nunca es potencial y los objetos son fugaces sujetos
acumulables en corrosivas montañas o en errantes islas de plástico en altamar.
Los objetos evolucionan, pero ni ellos ni
nosotros lo hacemos de manera
lineal, nuestros desvaríos interpretativos confirman que no toda evolución significa
progreso.
domingo, 17 de febrero de 2013
Secretos del Xibalbá con Carlos Poot
Explorador Maya Carlos Poot
Carlos cuenta con un Tonal templado, se muestra amable y
simpático; cuando guarda silencio parece que atiende pensamientos provenientes
de otro mundo. Por la selva camina por delante a paso firme y encuentra una
serpiente que zigzaguea –“es una ratonera”--- nos dice y advierte que andemos
atentos porque estamos cruzando la casa de la venenosa serpiente Cuatro
Narices; con una vara elimina las
minúsculas garrapatas que suben a sus pantalones.
Desde su natal Kantunilkín, Carlos Poot ha recorrido a pie
el Norte de Quintana Roo, conoce zonas arqueológicas aún sin explorar y hace 20
años descubrió la “Cueva de Pak Ch’en”, también conocida como “La Gruta de
Xibalbá” me contó que un día “caminaba por una vereda en compañía de mi padre,
era el periodo de “secas” y vimos salir del suelo a un pájaro Toh, mi padre
dijo: ahí hay agua, nos aproximamos y vimos una pequeña entrada, descendimos y
además del agua, encontramos los dibujos.
Caminando rumbo a la Cueva de Pak Ch’en – Gruta de Xibalbá,
Carlos me refiere que hay muchas cuevas alrededor de Kantunilkín, en una de
ellas encontró unas mesas talladas en la piedra. En otras hay caritas y la más
importante es la de Pak Ch’en ¿cómo traduces Pak Ch’en? –pregunté a Carlos y
respondió— más o menos como “Gruta Inclinada”.
Desde la superficie, la entrada parece una pequeña oquedad,
se desciende con una cuerda y al llegar a una plataforma, descubres una
pendiente de 45 grados que se incrusta en la tierra 30 metros, la bóveda de la cueva
inclinada se alza 18 metros en la parte media de la oquedad y conforme
descendemos, encontramos vestigios de escalones tallados por los mayas en la
“Piedra Madre”. Una enorme roca se ubica casi en el centro de la cueva, la
mitad de la misma está sepultada desde hace milenios, en ella, aparecen los
primeros petroglifos.
La semana pasada publiqué un primer esquema interpretativo
del “Relato de Pak Ch’en” preparo un ensayo más preciso que informa de los
nuevos descubrimientos. Hace dos días visité la sagrada oquedad provisto de un
equipo fotográfico con una mejor resolución que en anteriores ocasiones y localicé
a un nuevo personaje; descubrí que uno de los chamanes extiende su brazo y se
convierte en una serpiente; al personaje que preside desde un altar, ahora se
le ve ataviado con una vestimenta de plumas y telas. Los secretos de la Gruta
de Xibalbá se revelan paulatinamente…
“Quien tirando
piedras golpea la imagen de sus abuelos, condena a sus hijos a nunca comprender
el sentido de la existencia… sus nietos desconocerán su nombre y sus oficios”.
Oye Claudio esa marca no estaba la última vez que venimos –
me dice Carlos observando indignado que siguen los actos vandálicos en contra
de los petroglifos— No, no estaba –respondo y unos minutos después Carlos
exclama—: Waaaay… mira aquí abajo… rayonearon una mancha, esto no estaba hace
unos días… parece que se pusieron a aventar piedras al cenote y algunas
golpearon los dibujos… aquí usaron
una llave para rayar la piedra…
Contrariado, Carlos observa cómo se deterioran los dibujos
de sus mayores, su silencio es profundo, ahora entiendo su urgencia por dar a
conocer públicamente el contenido mágico del Relato de Pak Ch’en antes de que
sea destruido. Carlos intuye que se trata de algo importante y se desespera
cuando constata que gente sin criterio está yendo a la Gruta de Xibalbá
(también conocida como Cueva Pak Ch’en) a comer papas fritas con refrescos y
juegan al tiro al blanco contra los petroglifos, mellando con piedras las máscaras
sagradas, ignoran que además de ser
una de las más antiguas representaciones de los papás de los abuelos: son
vasos comunicantes con la otredad…
El contenido iconográfico del Relato de Pak Ch’en,
transfigura la percepción histórica que pensábamos cierta sobre los orígenes de
la Civilización Maya… las grafías de Pak Ch’en revelan los secretos de los papás
de nuestros abuelos, es la expresión artística maya mejor conservada de su
tiempo y una de las más arcaicas, el Relato data de en un periodo histórico de
transición entre los cacicazgos y los centros ceremoniales. Una época en la que
los rituales chamánicos se institucionalizaron en el ejercicio de una Religión
con sustento agrícola.
La cerámica reportada en el estudio del Dr. Dominique
Rissolo ubica la ocupación más temprana hacia el año 700 a. C, doscientos años
después de la caída de San Lorenzo y 100 años antes que las majestuosas estelas
de Izapa. En la época en la que se esculpió el Relato de Pak Chén, a los
olmecas aún le quedaban 300 años antes de desaparecer.
Hace 2 700 años, algunos individuos rechonchos con ojos
almendrados, anchas narices, labios gruesos, cachetones y con grandes
bocas, descendieron al ojo de agua de Pak Ch’en y luego se representaron
sentados o divinizados; portan máscaras estilo teotihuacanas, esculpieron una
temprana representación de Chaac, que es una divinidad de las aguas que habita
en el Xibalbá (inframundo-subsuelo) y está relacionada con los murciélagos; del
contorno del rostro de Chaac, emerge una serpiente que pasa rígida delante del
rostro de un chamán y su doble, nahual, wayob' o co-esencia.
Carlos guardó en secreto la localización de la cueva para
protegerla, infortunadamente ahora varias personas conocen su localización y
está siendo lastimada, es por ello que decidió dar a conocer su ubicación a los
medios de comunicación para que se valore su contenido mitológico y se procure
su conservación. Se trata de un legado histórico único en el Mundo Maya.
Explorador Maya Carlos Poot, junto a su padre descubrió la Gruta de Xibalbá--Cueva de Pak Ch'en
martes, 12 de febrero de 2013
Olmecas Religiosos
Su origen es un
misterio pero sus rostros denotan rasgos asiáticos y africanos, fueron expertos en
la talla de jade, concibieron el “concepto del cero”, desafiaron a la selva y a
los pantanos.
Además del Golfo de
México, hay vestigios olmecas en toda Mesoamérica. Legaron su conocimiento, el
Calendario Ritual de 260 días, sus divinidades y su organización política social
sustentada en un “rey” que gobernaba por derecho divino.
Los olmecas de San
Lorenzo, hacia el 1200 a. C, configuraban el Centro Ceremonial más importante
de Mesomérica, su comercio e influencia cultural también impuso estilos de
vida, cultos y necesidades.
En aquellos lejanos
soles, el cultivo del maíz sustentó a la estructura socioeconómica y religiosa
olmeca. Los mitos se ajustaron a las necesidades humanas, las tradiciones
paleolítico-recolectoras fueron relegadas drásticamente por el culto a la
divinidad del maíz y, en la rebatinga mitológica, los Héroes Gemelos subieron
un escalón en el trono divino al derrotar al ave que se creía el Sol.
Lo anterior sucedía
hace 3 mil años y San Lorenzo exponía lo más granado de la Cultura Olmeca pero
declinó hacia el año 900. Primero Tres Zapotes y luego la Venta, sucedieron a
San Lorenzo como referentes de los Centros Ceremoniales Olmecas con tendencia a
Ciudades de Estado. La Venta declinó hacia el año 400 a. C y con ella los
olmecas paulatinamente desaparecieron del plano existencial; cien años después,
en el Corredor de El Mirador, en Guatemala, los mayas erigieron La Danta
(gigantesca construción que supera a la pirámide de Keops por 600 mil metros
cúbicos).
Los olmecas
cohabitaron durante algunos siglos con los mayas, también lo hicieron con los pueblos
del Altiplano Central, con los huastecos en el Golfo, con la Cultura Mezcala
en Guerrero y en Oaxaca con los zoques.
Los olmecas eran todo
terreno y poseían una visión del universo (cosmovisión) sólida y jerarquizada,
conquistaban culturalmente y cohabitaban hasta predominar con sus rituales, sus
técnicas, sus usos y sus formas en todos los rincones de Mesoamérica.
RE-LIGARE
Las religiones, cuando
gobiernan, se dividen en dos entes: la Religión de Estado y la Religión Popular.
En San Lorenzo, la Fe se institucionalizó: los gobernantes olmecas realizaron
rituales chamánicos para sustentar su Poder en tanto que los chamanes
ritualizaron Actos de Poder para sanar a sus pueblos.
El excedente agrícola
ofreció el tiempo para tallar la piedra, se esculpieron excelsas esculturas, la
Religión construyó nuevos actores, el maíz se convirtió en la base alimenticia
y se enterraron a 8 metros bajo tierra ofrendas sagradas como sucedió en la
ofrenda masiva 4 de La Venta en la que se ubicaron toneladas de piedra serpentina traídas en la espalda desde tierras lejanas para ser finamente talladas y luego
sepultadas.
En la religión
olmeca, predomina el Jaguar, sus orígenes paleolítico-recolectores le dan
solidez, además, se desdobla en jaguar nocturno y jaguar diurno; es aliado de
Venus.
En las cuevas, en la
estatutaria, en piezas de jade y en algunas oquedades de las montañas, los
olmecas representaron jaguares humanizados, cada pieza está referida a un
contexto histórico, chamánico, jerárquico o de sacrificios humanos pero la suma
de ellas, revela la religiosidad olmeca que influyó en la mentalidad de los
mesoamericanos por al menos 3 mil años y algunos trazos de ese imaginario religioso
está aún presentes en nuestro cotidiano aunque cada vez se sintetiza más la
información y algunos mitos están siendo suplantados por la atención fija a una
pantalla.
Los olmecas
sacrificaban niños en honor de las entidades relacionadas a la fertilidad, a la
lluvia y a las profundidades terrestres. Los mayas y aztecas igualmente
sacrificaron niños en lagunas, montañas y cenotes.
Ahora bien, el mito
del Robachicos que en maya se nombra “Okol Pal”, es una expresión cultural
relacionada con el miedo, está colocada profundamente en nuestra psique. El
Señor del Costal revela la usanza de robarse a los niños para ser sacrificados
vestidos de jaguar. Los mitos prevalecen, otros evolucionan, algunos se
petrifican con el silencio o cuando se les deja de pensar.
Los olmecas no fueron
únicamente los fundadores de las culturas precolombinas sino que también están
presentes en nuestra memoria colectiva, la cual, en un acto chamánico, utiliza los ancestrales mitos como máscaras para seducir a la realidad.
Coc.
lunes, 11 de febrero de 2013
El Relato de Pak Ch'en / Programa 1 Canal 10 Novelísimo
Primero de dos programas que el maestro Jaime Novelo dedicó a la Cueva Pak Ch'en-Gruta de Xibalbá, ubicada en el municipio de Lázaro Cárdenas, en la periferia de Kantunilkín, Quintana Roo. Una aproximación al contenido ritual del Relato de Pak Ch'en realizado hace 2700 años y que puede considerarse como el Génesis Maya ya que en los relieves y petroglifos advertimos los orígenes mitológicos de la Religión Maya. Aparecen las tempranas representaciones de "Chaac", entidad relacionada a la lluvia, fertilidad y oquedades, así como otra primera imagen de la Divinidad "Xaman Ek" entidad que presentaba siempre una actitud neutra delante a los conflictos de otras divinidades y se relaciona con el comercio, con el Norte, con lo boreal y lo chamánico.
sábado, 9 de febrero de 2013
La Gruta de Xibalbá -- Cueva Pak Ch'en
Hace unas semanas inicié una serie de reportajes sobre el
contenido petroglífico de la Gruta de Xibalbá (ubicada en las cercanías de
Kantunilkín, Quintana Roo). Los amigos que me invitaron a conocer los
milenarios símbolos de nuestros mayores, me informaron que la sagrada
concavidad se llamaba Gruta de Xibalbá, con ese nombre la identifiqué y con mis amistades así como en la Red, busqué datos sobre anteriores estudios sin encontrar
ninguna referencia.
Platiqué sobre el contenido petroglífico con algunos amigos
investigadores y arqueólogos, fue entonces cuando el explorador National Geographic, Guillermo de Anda, me informó que existía un estudio y un registro sobre la
cueva que publicó el Dr. Dominique Rissolo en el boletín número 12 de la
Association for Mexican Cave Studies en 2003. La cueva la visitó en 1996 y le informaron que se llamaba Pak
Ch’en.
Entiendo entonces que por motivos varios los sitios sagrados
reciben diferentes nombres. Fue el Dr. Rissolo el primero en documentar el
lugar por lo que debemos respetar el nombre de Pak Ch´en así como la nomenclatura
y orden en el que Rissolo registró el Relato Mitológico, a partir de éste artículo, nombraré a la concavidad como Gruta de Xibalbá-Pak Ch'en.
El Dr. Rissolo dividió a los personajes y a los petroglífos
como Paneles A, B, C, D, E, F, G1 y G2, sumo a esa lista el panel H, lo identifiqué
en el extremo derecho de la cueva, en él aparecen unos individuos en cuclillas
y sus fisonomías son originarias del Altiplano Central, lo cual es
desconcertante.
Me congratula reconocer que en el informe del Dr. Dominique
Rissolo aparecen datos que confirman mis sugerencias sobre la antigüedad que la
había situado entre 2500 o 3000 años y ambos vimos la temprana imagen de la divinidad Chaac; Las excavaciones de Rissolo en Xibalbá-Pak Ch’en arrojaron 105 tiestos, los más antiguos pertenecen a la
variedad Achiote situada hacia el año 700 a. C y los más recientes a la
variedad Sabán, hacia el esplendor del Clásico 600 d. C lo cual indica que fue ocupada por más de mil años y su antigüedad es de al menos
2 700 años.
En su informe, el Dr. Rissolo comenta que regresó en 1997 para realizar un registro completo porque se enteró que el Relato de Xibalbá había sido visitado por vándalos quienes dañaron los petroglífos y,
expresado sus limitadas capacidades artísticas, incluyeron nuevas máscaras al
Relato Sagrado.
El Dr. Rissolo realizó un estudio fotográfico en Blanco y
Negro con un buen equipo fotográfico, 15 años después, la tecnología
fotográfica ha evolucionado de tal manera que pequeñas cámaras de bolsillo
toman nítidas fotografías aún en la oscuridad total, además de que los
programas de computadora permiten alterar el contraste, el color, la brillantez
etc.
Descubrí que los paneles guardan secretos que escapan a
nuestra vista, sobre todo si iluminamos los relieves con lámparas. También ubiqué el Panel H y en otra oportunidad
escribiré de él ya que aparecen unos misteriosos personajes provenientes de
lejanas tierras.
Ahora trabajo sobre un detallado dibujo del Relato de Xibalbá que publicaré en futuras entregas, los símbolos nos refieren al
imaginario religioso de aquellos seres que vivieron en un tiempo histórico en
el que diferentes etnias confluían en esa cueva para escenificar rituales
chamánicos relacionados con la fertilidad, las ofrendas, la transgresión de la
realidad conciente y entablaban contacto con sus entidades divinas.
La cerámica indica que fue un escenario de
rituales y ofrendas desde el año 700 a. C hasta el año 600 d. C, lo que
significa que para algunos mayas del Clásico, las imágenes del Relato de Xibalbá eran ya muy antiguas.
Sustentada en la calidad plástica y técnica, así como por su
ubicación e iconografía, una de mis líneas de investigación propone que los
petroglifos fueron realizados por diferentes artistas-chamanes y en diferentes
tiempos.
El ahora llamado “Relato de Xibalbá”, contiene un lenguaje
basado en glífos pero no hay una escritura formal, pareciera que son esbozos de
una intención por comunicar atmósferas sonoras y conceptos que reproducen
formas sagradas. Aparecen infinidad de máscaras y hachas entre individuos con rasgos olmecas, quizá
también zoques y al menos 4 personajes evidencian una fisonomía teotihuacana, no
he localizado perfiles o rostros mayas.
Delante a la realidad, con gusto corrijo y complemento: la gruta se nombra Xibalbá-Pak Ch'en y en su interior se ubica un Relato milenario, se trata de un
tesoro histórico que puede ser descrito como el Génesis Maya, en él, aparecen
las primeras imágenes de la divinidad Chaac y Rissolo reporta que en una
comunicación personal, el maestro Karl. A. Taube le comentó que la máscara que
aparece en la antes llamada Piedra Central y ahora Panel GI: es una
representación de la divinidad Xaman Ek.
Panel G1 máscara de la divinidad Xaman Ek
En otros artículos comentaremos algunas propuestas para
comprender el misterioso tránsito entre los rituales chamánicos y el inicio
formal de una Religión. El Relato tuvo diferentes funciones e
interpretaciones en la mente de nuestros ancestros y fue creado en un periodo
de transición entre los cacicazgos y los centros ceremoniales.
Lo que resulta contradictorio, es que en aquel tiempo,
suponíamos que los mayas ya estaban aposentados en las tierras del Mayab. La
realidad iconográfica, nos conduce a reconsiderar
nuestros orígenes y sugiere observarnos en un espectro cultural más amplio.
martes, 5 de febrero de 2013
Aquí y ora lo cósmico
Damian caminaba con sus amigos por la avenida Tulum;
súbitamente Mateo extendió sus brazos, detuvo su marcha y les preguntó:
--Si te dieran a escoger entre el blanco y el negro ¿con
cuál te quedabas?
--Con el gris –respondió Jorge.
--Pero si fueras realista y vieras caer a un anciano a un hoyo ¿te reirías o te preocuparías?
–Insistió Juan.
--Lo ayudaría a salir del hoyo –contestó Jorge.
-- ¡Bueno ya! Si te definieras políticamente ¿serías de
derecha o de izquierda? Jorge abrazó a Juan y le habló al oído:
--Del centro.
--¿Y tú, Damian? –inquirió Juan.
Damian miró a sus amigos y luego a su alrededor, se colocó
sus lentes oscuros, sigilosamente abordó a dos preciosas turistas argentinas
que llevaban sendas minifaldas, les habló en Inglés, se hizo pasar por extranjero, cruzó la avenida
abrazándolas cachondamente; los tres reían a carcajadas y se perdieron entre
las sombras de los tamarindos…
Jorge miró a Mateo y le dijo:
--Ya ves, te lo dije: Damian es muy ex-céntrico
*·*·*·*·*·*·*
Si nos desplazáramos a la velocidad de la luz, en un segundo
le daríamos diez vueltas a la Tierra; en 8 minutos llegaríamos al Sol y
después, sin que nadie se diera cuenta, nos lanzaríamos hacia los confines de
nuestro sistema planetario… como a las 12 horas de viaje, se acabaría la luz
del Sol, lo cual no representaría ningún problema para nuestra expedición ya
que iríamos a la velocidad suficiente como para ser nosotros mismos un poco de
luz; pasados cuatro años, llegaríamos a la estrella Próxima Centauri. Ahora
bien, si pretendiéramos visitar la estrella Rigel en la Constelación de Orión,
tardaríamos 773 años. Claro está, si tuviéramos tiempo y ganas de seguir
viajando a la extenuante velocidad de la luz y, en los más profundo de nuestro
interés existiera la imperiosa necesidad de llegar hasta los confines de lo
visible, tardaríamos 10 mil millones de años en arribar hasta las galaxias más
lejanas.
Según los cálculos del maestro Carl Sagan, si el Dios de los
Inconvenientes tuviera la maravillosa idea de soltarnos a la azar en el Cosmos,
la probabilidad de encontrar un planeta sólido como el nuestro para sujetarnos
fuerte a él, sería inferior a un aparte entre mil millones de billones de
billones. Dicho de manera entendible: un uno seguido de 33 ceros. “Los mundos
son algo precioso” dijo Carl.
El astrónomo Peter Bond dice que si se elaborara un modelo a
escala de la Vía Láctea y nuestro Sol se representara con un grano de arena, la
estrella más cercana estaría a 6 km de distancia. Todo el modelo ocuparía un
tercio de la distancia entre la Tierra y la Luna.
En nuestro universo la luz recorre un gran vacío, el tiempo
se colapsa y el movimiento trasciende al silencio. Las explosiones de estrellas
forman otras estrellas, su componentes viajan distancias sin tiempo y, con él,
forman curiosos seres quienes reflexionando sobre su origen encuentran el de las
estrellas que alumbran sus noches meditativas en la grandiosa oscuridad que
contiene fragmentos de luz en movimiento.
Andrómeda es la galaxia vecina más cercana a nuestro planeta, se localiza a 2 millones de años luz de nosotros, la luz que ahora nos llega, salió de aquellos lejanos lares cuando los seres humanos aún no existían y sus ancestros, iniciaban con fatiga la ardua tarea de dominar al fuego, luego vino el lenguaje y la transfiguración del mundo cuando hicimos un mundo dentro del mundo.
En el vacío, la luz se oculta detrás de la lejana distancia y desde ahí nos guiña sus violentas combustiones internas, por el vacío, la luz viaja en paquetes de energía, se origina en miles de millones de estrellas que nacen y explotan desde hace 13 750 millones de años.
sábado, 2 de febrero de 2013
La Gruta de Xibalbá / Chamanes
En la naturaleza no hay moral sino eventos y
seres que los perciben. En nuestro tiempo, adjetivamos los eventos y también
los mensuramos para inmediatamente después otorgarles una explicación científica,
histórica y racional.
Nuestros mayores, ritualizaron dichos eventos,
mantuvieron un diálogo con las fuerzas de la naturaleza, percibieron los
secretos de las sombras y rindieron culto a lo que nuestra mente racional llama
"fantasías...” a través del
trance o del éxtasis, los chamanes localizaron un espacio mental en el universo
energético, lo ritualizaron y en la oscuridad de las cuevas conocieron los
secretos de la impermanencia y del movimiento.
Los Hombres de Conocimiento comulgaron con las
entidades divinas para mantener orden y equilibrio en sus sociedades, era un
tiempo en el que la mente humana no estaba regida por el dogma religioso… su
atención se concentraba en respetar los tabúes impuestos por las entidades
divinas...
El chamanismo tuvo sus orígenes en el frío
boreal, territorio que hoy ocupan Escandinavia, Rusia, Alaska, Groenlandia y
Canadá. En la zona limítrofe con las paredes de hielo siberiano, surgió una
tradición chamánica que después emigró hacia el Continente Americano.
Chamán es una palabra de origen turco-tungus y
quiere decir “ el que sabe”, entendiendo “saber” como el acto de “ver”,
conocer. El chamán es “el que sabe viendo o ve y por ello sabe”. En tiempos
históricos, era un vínculo con las entidades divinas porque las veía de frente como
también podía ir en búsqueda de las almas perdidas de quienes se enfermaban y
las “veía” vagabundeando en la otredad o aprisionadas, entonces peleaba por
ellas o negociaba las almas de los suyos con poderosas fuerzas y conciencias
inorgánicas
Los chamanes transgredían los planos de
conciencia y su elección era un designio, en tiempos chamánicos nadie en su sano
juicio deseaba ser un chamán; sin embargo, no había manera de evitarlo, cuando era
señalado por las fuerzas de la naturaleza para ser un chamán, el niño y su
familia advertían el sufrimiento que les aguardaba, estaba claro que tendría que
pasar por un duro proceso de adiestramiento y morir en vida, de no hacerlo
bien, lo haría en varias ocasiones.
Antes de que la energía eléctrica bañara con su
luz lo que alcanza nuestra mirada, las sombras danzaban y nunca estuvieron
quietas. Los eventos de las sombras eran considerados tan importantes como los
que acontecen en la luz, los seres humanos razonaban y ensoñaban…
En una profunda concavidad subterránea ubicada
por Kantunilkil, Quintana Roo, los antepasados de los mayas esculpieron su memoria vivencial en
petroglifos y relieves. Se trata de un Relato Mitológico que para situarlo en
el tiempo será preciso “buscar” tiestos de cerámica que contribuyan a datar
estas obras maestras con mayor precisión, por lo pronto y estudiando su
factura, discurso e iconografía, propongo que fueron creadas al menos hace 2500
años. En anteriores artículos he informado que la fisonomía de los personajes del
Relato de Xibalbá son de origen olmecoide, tres de sus máscaras y al menos un personaje
presentan facciones teotihuacanas; expresiones plásticas que evidencian un
escenario para el periodo histórico llamado Preclásico o Formativo en el que
existió un complejo e intenso intercambio cultural, político y religioso entre
los pueblos del Altiplano, los zoques, los olmecas y los primeros mayas.
Los artistas que esculpieron y grabaron el
Relato de la Gruta de Xibalbá vivieron en una sociedad chamánica en transición hacia una sociedad
agrícola con jerarquías establecidas por la cercanía a la divinidad del maíz.
En el discurso del Relato encontramos la incipiente veneración a Chaac en el
relieve de un personaje de origen olmeca que nos muestra su lengua bífida, sus orejas asemejan a las de un murciélago y de entre ambas, surge enroscada una
probóscide similar a la de la divinidad maya de las aguas.
Distante seis metros de éste personaje dotado de
tanto simbolismo, del lado izquierdo y encima del ojo de agua, se ubica otro
personaje acostado, parece simbolizar un sacrificio y es recibido por una
enorme lengua de serpiente que lo envuelve (probablemente representa a la
entidad que luego se convirtió en la divinidad Kauak). Junto a los pies del
personaje acostado, destaca una máscara en negativo, invertida, como un visor a
la realidad detrás de la piedra. Debajo de la máscara en negativo se ubica el
diseño de una vulva y cuatro montañas, dichos símbolos denotan el acento
femenino de la creación en el Xibalbá y la presencia de las montañas como
antecedentes de las pirámides, proyectan un paisaje sagrado terrestre conectado
con el inframundo.
La ocupación de la Gruta de Xibalbá es milenaria
y algunos grafitis y símbolos se grabaron en otro tiempo y en el marco de otros
rituales y circunstancias, se distinguen grafías realizadas en dos periodos
precolombinos y en uno contemporáneo; estoy cierto que en excavaciones se
encontrarían tiestos de cerámica de varios estilos y periodos históricos
volviendo al Relato en un desafiante rompecabezas que va más allá de los mismos
relieves y petroglifos.
Enfrente de las representaciones reseñadas hay
una enorme Piedra Central, su extremo puntiagudo apunta hacia el ojo de agua y
tiene un dibujo en el que se distingue a un individuo que se coloca una máscara
que tiene prominentes y carnosos labios, su nariz es marcadamente negroide. A la
altura de donde debería ir la oreja de quien se coloca la máscara, encontramos
una enigmática grafía, se trata de un tronco que es abrazado por un individuo
de quien tallaron únicamente sus brazos y manos pero no vemos su rostro.
Como en el teatro, el Relato de Xibalbá fungía
como escenografía ritual para las ceremonias de invocación y evocación en la
que por medio de la empatía y transgrediendo al destino natural, los ancestros
de los mayas cantaban, ofertaban, danzaban y actuaban con la finalidad de armonizarse
con los designios y caprichos de las entidades creadoras del Xibalbá.
Los chamanes seducen al estupor, transfiguran a
la realidad a través del tambor, la palabra, el canto, la danza y las máscaras.
En sus rituales llamados mitotes, pareciera que no pasa nada pero la abrumadora
repetición de lo elemental es una estrategia para transgredir a través del
hastío. Se trata de “hacer haciendo un no hacer”. El conjuro a través de las
invocaciones y las transfiguraciones que ofrecen las máscaras permitían transgredir los planos de conciencia y
comunicarse con las múltiples y poderosas entidades divinas.
Algunos siglos después de concluida la creación artística del Relato de Xibalbá y por conveniencia social, los chamanes paulatinamente se transfiguraron en linajes, de igual manera, las entidades energéticas se convirtieron en las divinidades que configuraron a la Religión de Estado Maya. Entre el 500 y 300 a. C la intensa actividad agrícola encumbró el culto de la divinidad del maíz y procuró la formación de las primeras grandes ciudades.
En el Relato vemos a individuos sosteniendo “ofrendas” en sus cabezas, hay una gran cantidad de hachas y se identifican diferentes tipos de máscaras. Encontramos elementos y símbolos de agradecimiento, de Poder y de transfiguración, actividades propias de los chamanes quienes mil años después se convirtieron en los poderosos ahauob’ (reyes), los más prominentes de entre ellos, fueron enterrados con máscaras de jade sobre sus rostros.
El Relato de la Gruta de Xibalbá es uno de los grandes
testimonios históricos de Quintana Roo, en sus grafías se ubican los orígenes
del imaginario religioso que los mayas heredaron de sus antecesores y siglos
después sublimaron. Es un tesoro histórico que precisa reconocerlo, protegerlo
de los irreverentes actos vandálicos, restaurarlo, conservarlo y copiarlo para
que en la superficie, desde los niños hasta los turistas, conozcan la riqueza
milenaria que heredamos.
Es aquí donde la cultura se convierte en un catalizador de
premisas sociales como el arraigo, la pertenencia y la identidad; las grafías
de la Gruta de Xibalbá nos ofrecen la oportunidad de crear productos culturales
y subproductos culturales que se incluyan tanto en los programas educativos como
en la oferta turística de la región y del Estado de Quintana Roo.
El Relato de Xibalbá es igual a un Génesis Maya y se
presenta como un desafío que de entrada solicita actuar con prontitud para
“salvar las grafías mitológicas” de la degradación y del irreverente vandalismo.
Tenemos una gran oportunidad para demostrarnos que somos dignos del legado
histórico que hemos heredado y que podemos difundir su conocimiento… las
riquezas materiales llegarán inmediatamente después.