Desde hace algún tiempo, circulan en Internet 7 Profecías Mayas que anuncian para el invierno de éste año un cambio de conciencia en la humanidad así como el arribo de un rayo luminoso que nos sincronizará con el centro de nuestra galaxia.
Estas Profecías Mayas, no son mayas. Fueron escritas por Fernando Malkún, un arquitecto colombiano que viaja por el mundo informando sobre sus Profecías Mayas pero en ninguna de ellas encontramos referencias a los mayas o a su legado cultural.
En una entrevista con la periodista Maria Paulina Ortiz, Fernando Malkún afirmó: “La esencia de las profecías mayas es comunicarnos la existencia de un ciclo de 26 mil años, llamado 'el gran ciclo cósmico'. Todo, estaciones, meses, días, se ajusta a ese ciclo. Hace 13 mil años, el Sol -igual que ahora- irradió más energía sobre el planeta y derritió la capa de hielo. Esa capa cayó al mar, subió su nivel en 120 metros y sucedió el llamado 'diluvio universal'. Los mayas dijeron que cuando el sistema solar esté otra vez a 180 grados de donde estaba hace 13 mil años, la estrella polar brille sobre el polo, la constelación de Acuario aparezca en el horizonte y el tránsito decimotercero de Venus se dé -lo que sucederá el 6 de junio del 2012- el centro de la galaxia pulsará y habrá manifestaciones de fuego, agua, tierra, aire. Y hablan, en específico, de dos periodos de veinte años -de 1992 a 2012 y de 2012 a 2032- de cambios intensos”.
Infortunadamente Fernando Malkún no comparte las fuentes históricas, epigráficas o de usos y costumbres que consultó para afirmar que los mayas predijeron todo lo que él afirma. Dice que existe un ciclo de 26 mil años y que los mayas lo llamaron “el gran ciclo cósmico” sin embargo, no informa en cuál estela, vaso ceremonial, códice o dintel podemos consultar la existencia de dicho ciclo cósmico.
Para los mayas, la tierra era rectangular y en ocasiones se le representaba con la forma de un cocodrilo, los planetas fueron vistos como entidades divinas que participaban en los eventos humanos. Al carecer de telescopios, únicamente podían observar a simple vista los ciclos planetarios de Venus, Marte, Mercurio, Júpiter y Saturno, quienes transitan junto con la Luna (o saltan, como Venus y Mercurio) del Este al Oeste a través de una línea imaginaria que los científicos llaman eclíptica. Los mayas pensaban que los planetas eran divinidades, nunca supieron que nuestro planeta forma parte de un Sistema Planetario ni mucho menos que se encuentra situado en la periferia de una galaxia.
Malkún afirma que el próximo mes de diciembre y proveniente del centro de la galaxia, llegará a la Tierra un rayo luminoso y sincronizador; sin embargo, en el centro de las galaxias habitan agujeros negros y no emiten rayos luminosos, al contrario, los absorben y dado que el centro de la galaxia se localiza a 50 mil años luz, si un rayo luminoso proviniera del centro de la galaxia ¡Ya lo hubiéramos visto!
Las Profecías de Fernando Malkún carecen de referencias a los mayas, no tienen ningún sustento histórico, epigráfico o tradición oral y desde el punto de vista astronómico, son incoherentes.
Otros profetas modernos, como José Argüelles, acompañan a Fernando Malkún en ésta cruzada mundial de desinformación y transfiguración del legado cultural de la Civilización Maya. Argüelles inventó que los mayas contaron con día fuera del tiempo… la Civilización Maya otorgó al tiempo el status de un dios, contó con diversos y precisos calendarios, es considerada la campeona en la mensuración y precisión del tiempo ¿cómo pudieran entonces los mayas tener un día fuera del tiempo? Argüelles también inventó que los mayas tuvieron un calendario lunar como el que él diseñó y, al calendario ritual, llamado Tzolk’in, le dio un tinte esotérico que nada tiene que ver con el imaginario precolombino.
La mayoría de los profetas modernos dicen que los mayas profetizaron un cambio de conciencia para el 2012, que tendremos la oportunidad de transfigurar la percepción de nuestra realidad a través de la sabiduría maya que nos habla de un despertar de la conciencia y entonces se procurará un ambiente de Esperanza, que Creer es Crear… pero…en realidad, nada de lo anterior fue profetizado por los mayas ni tiene que ver con su cultura comunitaria, agrícola y ritual.
La ignorancia asociada con la malicia han transfigurado la realidad histórica, es por ello que erróneamente se ubican a los mayas como los precursores del New Age. Los Profetas Modernos recopilan las carencias existenciales de nuestro tiempo así como la degradación planetaria provocada por nuestras sociedades de consumo a ultranza y afirman que los mayas predijeron nuestras penosas circunstancias pero para calmar nuestro desencanto, nos venden la ilusión de ser lo que nunca seremos justo en una fecha calendárica maya relacionada con la proyección de eventos astronómicos que no acontecerán.
¿Entonces no existen Profecías Mayas sobre el 2012?
De los 10 mil textos jeroglíficos mayas que podemos consultar, existen dos textos jeroglíficos mayas que hacen referencia al invierno del 2012, uno fue encontrado en Comalcalco pero su contenido no ha sido difundido y el segundo se encuentra en el Monumento 6 localizado en el sitio arqueológico del El Tortuguero, en Macuzpana, Tabasco. El texto fue traducido por el maestro Alfonso Arellano y hace referencia a la vida, las conquistas, los monumentos y los sacrificios que realizó el ahau (rey) Ah Puh Bahlum quien mandó inscribir al final del texto del Monumento 6 una profecía que se lee: U Tzhutz-(a) joom u(y) Uxlahun Pik Chan Ahau Ox Uiniiw Uht-oom Chan Y-em(al) Bolom Yookté K’uh ta…(¿?) y se traduce: Pasarán 13 ciclos de 144 000 días y se llegará al 23 diciembre 2012 y descenderá del cielo el dios Bolom Yokté sagrado señor de…(¿?).
Ésta profecía maya indica que se habrá cubierto un periodo de tiempo de 13 Baktunes, cada Baktun equivale a 144 000 días, al multiplicar 13 x 144 000 nos dan 1 872 000 días que es la duración de un calendario que nosotros llamamos Cuenta Larga. Es un calendario circular, cuando termina un ciclo, inicia otro de la misma duración. En la Estela C de Quiriguá, en el Templo de las Inscripciones en Palenque o en el Vaso de los Siete Dioses --por mencionar únicamente algunos ejemplos--, los mayas nos dejaron testimonio escrito que la Creación se realizó al inicio de un ciclo de la Cuenta Larga el día 13 de Agosto de 3113 a. C, la Cuenta Larga dura 1 872 000 días y concluirá el 23 Diciembre 2012, el 24 Diciembre, iniciará otra Cuenta Larga.
La Profecía Maya del Monumento 6 nos dice que ese día descenderá del cielo el Dios Bolom Yokté quien también se le conoce como Bolom Ok Té o Dios L. Las imágenes en la cerámica ritual nos muestran a un dios anciano, libidinoso, que en ocasiones es enaltecido y en otras es denigrado, tiene un gran pleito con el dios Conejo quien lo despoja de sus vestimentas (imagen) en complicidad con el dios Hun Ahau. Bolom Ok Té aparece en el Vaso de los Siete Dioses presidiendo la Creación Humana, en el Templo del Sol en Palenque es representado como un dios protector que testimonia la ascensión al trono del ahau K’inich Kan B’alam II el 7 de Enero de 684, se le ve purificando la escena con humo de tabaco que emite de una pipa en forma de cerbatana.
Los dioses mayas son muy especiales, más que dioses fueron entidades divinas que participaban en los eventos humanos, la religión maya fue una religión matemática y la relación con sus divinidades se desarrolló en el ámbito del chamanismo. Los dioses mayas tenían fechas de nacimiento como podemos constatar en el Templo de las Inscripciones donde curiosamente se señala que algunos dioses nacieron después de los seres humanos como Venus quien nació el 21 de octubre de 2 360 a. C. El Dios del Maíz moría y renacía, algunos dioses como Chak Xib’ Chaak solían multiplicarse en 400 dioses, entre los dioses mayas había pleitos, preferencias y simulaciones. El universo maya se dividía en 3 Mundos: Ka’an (Cielo) Kab’ (Tierra) e Inframundo (Xibalbá), algunos dioses tenían su residencia en el Xibalbá como Bolom Ok Té pero en la Profecía del Monumento 6 de El Tortuguero está escrito que “descenderá del Cielo…”
Existen interesantes misterios que envuelven a la personalidad del Dios Bolom Ok Té quien se hará presente el 23 Diciembre del 2012 descendiendo del cielo. Es importante señalar que el evento mitológico-profético del Monumento 6 es el “sello” de un texto mucho más largo que enaltece la vida del ahau Ah Puh Bahlum y no hace referencia a ninguna catástrofe solar, energética, existencial o de Fe sino es un ejemplo de la íntima relación que tenían los mayas con sus divinidades quienes al descender del cielo, participaban en los eventos humanos y marcaban su destino temporal. En todas las estelas mayas lo primero que leemos en la parte superior izquierda, es la fecha del evento en el calendario de la Cuenta Larga, de ahí su importancia.
Ah Puh Bahlum vivió en el siglo VIII, y para esa época, proyectar una fecha 1 300 años después significaba ser atemporal y, por lo tanto, divino. Existió un tiempo divino y un tiempo humano, el divino no tiene inicio ni fin, el humano es circular, algunos dioses nacieron como vimos después de los humanos pero otros dioses nacieron hace miles de años. Los mayas le dieron al Tiempo el status de un Dios, y proyectaron en un pasado del tiempo divino algunas fechas que escapan a nuestra imaginación como en la Estela 1 de Cobá en la que se registró un evento que equivale a cuatro veces la historia del universo; el Big Bang --se estima-- aconteció hace 13 750 000 000 de años y ésta cifra consta de 11 números, para colocar en números arábigos la fecha maya de la Estela 1 se precisan 42 números.
La lectura y comprensión de la escritura jeroglífica maya nos permite hoy en día conocer con certezas el cotidiano de nuestros ancestros, sus logros y la íntima relación que mantuvieron con sus divinidades. Los mayas fueron una sociedad agrícola, comunitaria y ritual, en ningún momento profetizaron un “despertar de la conciencia ni auguraron la Esperanza de una Nueva Era”. Lo que resulta sustancial comprender es que se cierra un ciclo calendárico maya de 1 872 000 días y sencillamente inicia otro, sabemos hoy que en el Monumento 6 de El Tortuguero se profetiza el advenimiento del Dios Bolom Ok Té y surgen infinidad de interrogantes sobre su personalidad y su visita, viene a clausurar e inaugurar un ciclo calendárico maya que no volverá a repetirse sino hasta dentro de 1 872 000 días.