sábado, 19 de agosto de 2017

La Falsa Pirámide Social Maya




La fotografía que acompaña este artículo fue tomada en la Sala Maya del Museo Nacional de Antropología y muestra una errónea versión de la estructura social maya del periodo Clásico.

Ubicamos en la cima de la supuesta pirámide social maya al ahau (que significa el que grita, determina o habla), luego aparece un grupo de dignatarios y, en los estratos subsecuentes, se sugiere la presencia de comerciantes, artistas y funcionarios; en el fondo de la base piramidal, encontramos a los campesinos.

Provenientes en su mayoría de la Isla de Jaina, veamos con detenimiento a los personajes de la fotografía: entre los estratos sociales aparecen individuos que evidencian deformaciones, enfermedades y dolores, otros asumen características de animales y los guerreros están en todos los niveles. Las figuras exhibidas no encuadran con la propuesta museográfica porque los mayas no tuvieron una pirámide social como la que aquí se presenta.

 

Los mayas del Clásico fueron gobernados por un ahau que heredaba en línea patrilineal el poder, en un segundo estrato estaban los sahalob (nobles) quienes configuraban clanes o familias reales. Se trata precisamente de los individuos que habitaban los palacios situados alrededor de los Witzob (pirámides) y entre ellos se encontraban los artistas, los sabios, los comerciantes, los astrónomos y los matemáticos; los hombres de conocimiento, los guerreros de elite y quienes gestionaban la administración de las ciudades Estado.

El control de los reyes europeos sobre la vida de los nobles ocupaba todos los ámbitos, hasta el sexual. El célebre vocablo inglés, “fuck” se colocaba a la entrada de las casas inglesas para indicar que se contaba con el permiso real para las prácticas sexuales. Los reyes ingleses utilizaban la espada como una prolongación de su falo que colocaban en el hombro de sus súbditos para sellar su lealtad.  

En el Mundo Maya, los nobles (sahalob) eran leales, pero también podían disentir y fundar otra ciudad, en ocasiones se llevaban el glifo emblema y con este gesto, reclamaban para sí la liga divina con sus ancestros y con el linaje original.

Tal fue el caso de B´alaj Chan Kawil, quien hacia el año 648 y, a consecuencia de una lucha de intereses al interior de los sahalob (nobles) de Tikal, decidió exiliarse, fundó la ciudad de Dos Pilas y se alió con el ahau Yucnnom el Grande, de la ciudad de Calakmul quien fue un acérrimo enemigo de los ahuob de Tikal.

En el tablero 6 de Dos Pilas, B´alaj Chan Kawil afirma su derecho genealógico al título de Mutal (Tikal) y en otro pasaje fechado hacia el 648 se describe así mismo como “yawau” o “yahau” (vasallo) de Calakmul. Esta afrenta a Tikal por parte de B´alaj Chan Kawil, desencadenó varias guerras. Simon Martin y Nikolas Grube en “Crónica de los Reyes y Reinas Mayas” retoman las palabras de Stephen Houston quien comenta sobre estos hechos históricos: “Lo que siguió fue la “guerra civil” de Tikal, la narrativa de campaña más detallada del Clásico. En el primer acto, en 657, Calakmul atacó a Tikal expulsando a su ahau Nuun Ujol Chaak. Sin embargo, no hubo control duradero sobre la ciudad y los exiliados no pudieron regresar a su ciudad abiertamente. La guerra llegó a Petexbatún en 672, cuando Nuun Ujol Chaak logró tomar Dos Pilas, forzando a B´alaj Chan Kawil a una ignominiosa retirada. Su exilió de 5 años terminó en 677. Como su regreso se llevó a cabo el mismo día en que Calakmul obtuvo una posterior victoria sobre Tikal, su dependencia hacia el patrón resulta sumamente obvia. Tikal y Dos Pilas midieron fuerzas de nuevo en 679, esta vez con resultados muy distintos. Nuun Ujol Chaak fue derrotado y uno de sus lugartenientes, Nuun B´alam, fue tomado prisionero. A pesar de que Dos Pilas presenta esta victoria como la culminación de la guerra, ningún bando había alcanzado una satisfacción completa. Ninguna esperanza de Dos Pilas con respecto a destronar al linaje de Nuun Ujol Chaak fue satisfecha, mientras que el poderoso Tikal demostró su incapacidad para sofocar a su hermano desde el nacimiento”.  

La animadversión de B´alaj Chan Kawil contra Tikal continúo vigente y el 27 de agosto de 682, envió a su hija Ix Wak Chan a refundar una dinastía en la ciudad de El Naranjo, con la finalidad de limitar a Tikal del abastecimiento de obsidiana de las Montañas Mayas y cerrarle una vía comercial y de dominio territorial. Ix Wak Chan tomó para si las prerrogativas de los ahauob y se hizo retratar en monumentos, ejecutando rituales calendáricos e incluso participó en batallas de las que surgió victoriosa y fue esculpida pisoteando a cautivos a la usanza de un ahau guerrero. Igualmente, en Coba, hacia el 480, otra reina refundó una dinastía, se trata de la célebre reina de fuego Kalomté Ix Kawil Ahau I quien inauguró un Pitz ( Juego de Pelota) lo cual resulta trascendente ya que como vemos, en una sociedad agrícola-machista, las mujeres podían tener un lugar en equidad con los hombres de Poder, siempre y cuando se tratará de prolongar la línea dinástica a otras latitudes y, se llegó al extremo de permitir que las mujeres participaran en los rituales que dramatizaban los mitos fundadores en los que  los hombres normalmente fueron los protagonistas.

Reconocemos que los artistas como Aj Maxam de la ciudad de El Naranjo, formaban parte de las familias reales, de igual forma, los guerreros eran grupos de elite de los sahalob quienes realizaban guerras nocturnas de acecho en las que lo sustancial no era matar a sus enemigos sino capturarlos --así como a sus objetos de Poder como palanquines, escudos, pedernales y cetros Kawil--. Más tarde y en función de posiciones planetarias e intereses políticos, seleccionaban el día o la noche para ejecutar públicamente a sus cautivos. Los mayas del Clásico, más que sacrificios humanos, realizaron ejecuciones políticas.

El ahau era elegido con la aceptación de las familias reales que concertaban su ascenso y, en ocasiones, para afianzar o formalizar alianzas políticas, debía contraer matrimonio con mujeres de linajes de su ciudad y de otros reinos. Tal es el caso del ahau Pájaro Jaguar IV quien, para ascender al trono --después de un interregno de 10 años--, tuvo que mediar con intereses dentro y fuera de Yaxchilán. Después de un difícil camino al trono, Pájaro Jaguar IV otorgó dinteles a sus cuatro esposas para elevarlas al ámbito divino, mantener satisfechos los intereses de las familias reales que representaban y allanar el camino a su hijo Chel Te´Chan K´inich para que años después se convirtiera en el ahau Itzamanaaj B´alam III.

La arquitectura intimista que concentraba en el centro ceremonial templos, plazas, palacios reales, habitaciones para los nobles y la ausencia de construcciones habitacionales en mampostería para sectores sociales secundarios, al igual que la nula presencia de sectores medios en la administración, sumado a los eventos históricos antes reseñados, nos permite afirmar que la pirámide social maya por estratos intermedios que presenta esta fotografía, no es correcta y distorsiona la interpretación histórica de los mayas del Clásico.

En realidad, en la cima del Poder se encontraba el ahau o la ixahau, en un segundo nivel se ubicaban las familias reales que concentraban y gestionaban la administración, las artes, el conocimiento, las guerras y los rituales. En un estrato de base, se ubicaron los campesinos. Finalmente, y como preámbulo a futuras entregas sobre la sociedad maya, es importante señalar que entre los mayas históricos no existió la esclavitud formal ya que los seguidores de los ahauob estaban sometidos ideológicamente por una religión matemática y por mitos fundadores en los que los ahauob se relacionaban con la entidad divina del maíz.

Claudio Obregón Clairin    

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