miércoles, 13 de abril de 2016

Excursión a las Comunidades Mayas


Excursión Comunidades Mayas

Sahcab Mucuy - San Juan

Domingo 17 de abril

Salimos de Cancún a las 7 am y se puede abordar en todas las poblaciones camino a Tulum. Las comunidades están a 30 kms de Cobá, incluye comida, transporte, guía certificado por SECTUR, comida en la comunidad de San Juan, entradas a los meliponarios de las abejas mayas, a la zona arqueológica y a la gruta de Kukican, al Centro de Salvaguarda de Usos y Costumbres de la Cultura Maya, al Cenote para nadar. Incluye también una Ceremonia Maya y una Presentación de Música y Danza Mayas por los niños de la comunidad de Sahcab-Mucuy. Grupo reservado a 15 participantes. Cuota de Recuperación para las Comunidades $ 650 pesos. Ven a compartir el conocimiento, la comida no transgénica y la realidad de los mayas.




2 Meliponarios Mayas



Zona Arqueológica de Kukican



Ceremonia Maya


Comida Maya



Gruta y Cenote para Nadar


Museo Maya


Explicación del Verdadero Calendario Maya



Música y Danzas Mayas


Aprovecha la oportunidad de compartir con los mayas su riqueza histórica, que sean ellos quienes te la compartan. Convive con niños músicos, descubre los secretos de las abejas mayas, conoce sus rituales, visita una zona arqueológica que pocos conocen, nada en las aguas cristalinas de un cenote, comparte la cocina maya y pasa un domingo espectacular. Cupo limitado a 15 participantes para que realmente sea una visita personalizada. 

Cuota de recuperación $ 650 pesos.

Inscripciones al 9983 20 32 50 y en Literatura y Mundo Maya de Facebook. 





La Guerra Maya






A pesar de las evidencias de batallas y capturas de prisioneros plasmadas en estelas, vasos ceremoniales y en las pinturas murales de Bonampak, los estudiosos de mediados del siglo pasado determinaban que los mayas tuvieron dirigentes–sacerdotes dedicados a los rituales y a la benevolencia. Cuando se empezaron a traducir los jeroglíficos mayas, se develó la realidad político y social de los mayas históricos, obviando que al igual que todas las culturas del mundo, los mayas, realizaban cruentas batallas.

Somos lo que somos por compartir los alimentos y por matar “al otro” para sobrevivir, los mayas no pudieron haberse desarrollado de manera diferente y hoy reconocemos las Ciudades Estado, conocemos los nombres de los reyes y reinas gobernantes, sus alianzas, sus debilidades, sus guerras. 

Tikal y Calakmul escenificaron las batallas más importantes del Mundo Maya, pero igualmente hubo mujeres guerreras como Ix Wak Chan de El Naranjo y los murales de Bonampak dan cuenta del Golpe de Estado que escenificó el ahau (rey) Chan Muan II apoyado de su cuñado, Itzamanaaj Balam IV, ahau de Yaxchilán. 

Para comprender la dinámica existencial de los mayas históricos es conveniente alejarnos de nuestros parámetros de vida y ubicar que los mayas históricos tuvieron --y los contemporáneos siguen  teniendo-- una sociedad “ritual, comunitaria y agrícola” en tanto que nosotros conformamos una sociedad “consumista, individualista y de servicios”. Esta diferenciación es la que nos permite estudiar a los mayas como fueron y no como los seguidores del ladrón histórico, José Argüelles, pretenden que sean, es decir, galácticos individuos de paz que seguían un mafufo calendario inventado por Argüelles que infructuosamente intenta elevar “la conciencia”.

Hoy reconocemos que las guerras se relacionaban con el movimiento sinódico del planeta Venus, el glifo para la Guerra Maya es precisamente la representación del Planeta Venus sangrando sobre la ciudad vencida. Los estudiosos norteamericanos respondieron a su iconografía mental y en lugar de nombrarlas Guerras de Venus, decidieron llamarlas Guerras de Estrellas, sí, como la película. Ahora bien, si Venus regía la guerra y es un astro que se observa tanto al alba como al atardecer, reconocemos que está en un momento de transición entre la luz y la oscuridad, por ende, entre la vida y la muerte. 

Durante el periodo histórico que nombramos Clásico, la Guerra Maya se realizaba al acecho nocturno, lo importante era tomar prisioneros a los ahauob’ contrincantes y luego los conducían a sus ciudades para ser martirizados y humillados públicamente; los despojaban de sus insignias y embestiduras para colocarles fragmentos de papel amate en las orejas y eran amarrados brutalmente. En el Templo 33 de Yaxchilán aparecen unas víctimas siendo arrojadas como pelotas desde 6 escalones. Y por qué seis y no otro número, porque Wak (6) es el vocablo que indica tanto al numeral como a lo elevado, es decir, desde lo alto al inframundo maya. Ahora bien, postula un mito contemporáneo que el perdedor en el Juego de Pelota era decapitado, eso es falso porque en realidad, de un poco más de 10 mil textos jeroglíficos mayas que podemos consultar, nada más existe un texto que afirma tal evento y está registrado en la ciudad de Caracol. Un grano no hace un sembradío, un caso aislado no puede considerarse como una verdad para todos los mayas, sobre todo, cuando leemos que cada ciudad contaba su propia historia.

Como investigador de la Civilización Maya tengo la vocación de transmitir y difundir masivamente los resultados de mis ejercicios de investigación y es por ello que regularmente dicto conferencia e imparto cursos de actualización para los guías de turistas, también agradezco el espacio que me brinda Por Esto! de Quintana Roo desde hace 18 años y puedes consultar el historial aquí, en mi Blog y en Literatura y Mundo Maya de facebook donde estamos compartiendo constantemente información, investigaciones y propuestas interpretativas, por lo que además de agradecer el favor de tu lectura, querida lectora y estimado lector, si vives en Cancún, te invito el día jueves 14 de abril de 8 a 10 pm a participar en la primera conferencia sobre la Guerra Maya que impartiré en el Centro Luz Azul Cancún. Mayores informes en Misterios y Descubrimientos al 9983 20 32 50 y en facebook.

sábado, 9 de abril de 2016

Los Cemíes




La cultura precolombina Taína se desarrolló desde las Bahamas hasta las Antillas Menores. Sus orígenes se ubican en América del Sur (desembocadura del río Orinoco) y hacia el siglo VIII o IX, algunos pobladores de la selva navegaron desde las Antillas Menores hasta las Bahamas. Su idioma pertenece a la familia “Arawak”, la palabra “maíz” es del idioma taíno. La organización social taína se fundamentó en cacicazgos y, a la llegada de los españoles, en República Dominicana había 5 caciques principales a quienes se les paga tributo. Portaban un pectoral en oro para distinguir su rango, los asistían chamanes llamados buhuiticus o behiques quienes conocían los poderes sanadores y mágicos de las plantas; con ellas curaban a la población de las enfermedades del alma y del cuerpo; fueron los intermediarios con las entidades divinas.

Religión Taína

De origen animista, la Religión Taína contó con figuras esculpidas llamadas Cemi, Zemi, Zeme o Trigonolitos. Eran “objetos de Poder” y se utilizaban tanto en ceremonias como en ofrendas dedicadas al mar, a la fertilidad y a los sembradíos de yuca. Poseían “alma” y criterio propio, participaban en la vida cotidiana de los taínos influyendo en el desarrollo de su destino y de sus actos. Al Cemi se le interpretaba como la imagen de las entidades divinas, de los ancestros y de las conciencias mitológicas, es por ello que fueron tallados con cuidado y maestría. Cada cacique tenía un Cemi personal y existían Cemíes colectivos, fueron elaborados en piedra, madera, hueso, conchas marinas, algodón y madera.

Los Cemíes

Los Cemíes tienen tres puntas que indican los tres niveles chamánicos de la existencia: el cielo, la superficie terrestre y el inframundo así como los tres reinos de las conciencias: el humano, el de los espíritus y el de los ancestros. Fueron relacionados con rituales de fecundidad y especialmente con la productividad de las porciones de tierra dedicadas al cultivo de la Yuca, conocidas como “conucos”; también estuvieron relacionados con la reproducción de los seres humanos. Se han ubicado principalmente en las costas de República Dominicana y Puerto Rico.

Otra característica de los Cemíes o Tigonolitos es que su base es plana y su función se orienta hacia un instrumento chamánico. Lo anterior se sustenta en el estudio del especialista mesoamericano del Laboratorio de Antropología del Museo de la Cultura y las Artes Indias en Santa Fe, Nuevo México, Peter T. Frust quien en su ensayo “Éxtasis y transformación visionarios: el caso de las psicofarmacología olmeca” hace mención del uso de los Cemíes en los rituales chamánicos taínos para moler y hacer polvo a las semillas del árbol Anadenanthera peregrina (de la familia de las Acacias) con la finalidad de inhalarlas con la ayuda de un bambú o bejuco e ingresar a estados de éxtasis y visión.



También podemos consultar el testimonio del fraile Román Pané quien acompañó a Cristóbal Colón en su segundo viaje a la isla de La Española, hoy República Dominicana. Cristóbal Colón comisionó al fraile Román Pané para que observara y elaborara un reporte acerca de los rituales taínos. Pané resume en sus conclusiones: “Si un indio es atacado por una enfermedad lo llevan con el buhuitihu (chamán taíno). Este curandero debe seguir la misma dieta que la persona enferma, y también debe de adoptar la expresión del rostro de éste; también debe purgarse del mismo modo en que el hombre enfermo se purga a sí mismo, esto es, tomando cierto polvo, al que llaman cohoba, aspirándolo por su naríz; esto le provoca tal intoxicación, que deja de saber lo que está diciendo. De este modo, los buhuitihus le dicen a la gente muchas cosas sin sentido, argumentando que están hablando con los Cemíes (sus dioses), quienes les están revelando las causas de la enfermedad (…) Este cahoba es su manera de rezar a los Cemíes y de pedirles fortuna (…) Esta ceremonia cahoba no se ofrece solamente a sus Cemíes de piedra o madera, sino también a los cuerpos de sus muertos”.




A partir del testimonio del franciscano que vio las prácticas chamánicas así como el uso práctico que los buhuitihu le daban a los Cemíes y, del estudio de Peter T. Furst: los Cemíes tenía la función de moler con la parte plana a las semillas del árbol Anandenanthera peregrina y obtener un polvo que inhalaban llamado cahoba, el cual contiene un alcaloide conocido científicamente como Bufotenina (5-hidroxy-N,N-dimetiltriptamina –5 OH-DMT--).

El especialista en el estudio de Plantas de Poder de Mesoamérica, Peter Frust, planteó durante la “Primera Mesa Redonda Olmeca, Balance y Perspectivas” celebrada en 2005 el Museo Nacional de Antropología que probablemente los misteriosos y angostos tubos de jade, así como las barcas o cuencos que los olmecas tallaron con maestría, fueron utilizados en rituales chamánicos para aspirar la semilla de la Anandenanthera peregrina que también conocemos como yopo, cohoba, nopo, mopo o parica. Esta práctica no es común en ningún pueblo de Mesoamérica a pesar de que la planta se encuentra profusamente dispersa desde Sudamérica hasta el Golfo de México.


Si fue utilizada por los olmecas como propone el maestro Furst, por qué no lo hicieron las otras culturas que los secundaron, gran misterio se nos presenta, ahora bien, hace unos meses, dictando una conferencia sobre este tema, un amigo comentó que en cierta ocasión vio en Cancún a dos jóvenes tabasqueños que bajaban las semillas de la Anandenanthera peregrina y después de machacarlas, realizaron su ingesta y su comportamiento fue vasilante, decía mi amigo: reían y jugaban como niños…

martes, 5 de abril de 2016

Tulum, Mitos y Misterios





Tulum es una zona arqueológica ubicada frente al mar Caribe que se mantiene erguida delante al paso del tiempo y los huracanes. Su arquitectura prescinde de los ángulos rectos y es un claro ejemplo de la homogeneidad carente de simetría. Las habitaciones y los templos están “torcidamente bien alineados” en dirección a los desplazamientos del Sol, la Luna y los planetas que siguen una línea imaginaria que va del Este al Oeste y que nosotros llamamos Eclíptica pero para los mayas era una serpiente bicéfala. La fotografía que acompaña el texto es de Don Milo, excustodio de Tulum quien descubrió estos alineamientos arqueoastronómicos.

Los guías de turistas tenemos el privilegio de acompañar a nuestros visitantes al interior de un enigmático recinto que ha sido estudiado, explorado, excavado y transformado al gusto de los arqueólogos quienes publican poco y comunican menos sobre lo que descubren. 

A falta de publicaciones científicas, más aún, de difusión masiva y contando con cronistas castellanos que nos legaron fuentes históricas contradictorias, Tulum ha sido envuelta en mitos contemporáneos que distorsionan su realidad histórica. Es publicitada como la única zona arqueológica maya frente al mar, cuando en realidad, la Isla de Cancún e Isla Mujeres o el Meco, tienen edificios a la orilla de la playa: una cultura que se comunicaba vía marítima no pudo tener una única salida al mar, eso es absurdo. De igual manera, es común leer en guías para turistas que Tulum fue un Puerto Comercial, pero… ¿dónde están las bodegas? Ahora bien, Cobá contaba con decenas de caminos que la comunicaban con diversas ciudades de la Península de Yucatán, uno de ellos recorre 100 kilómetros hasta Yaxuná; entonces ¿si Tulum está a 47 kilómetros de Cobá, por qué no hay un camino que comunicara a estas dos ciudades? Porque fueron enemigas. 

Hacia el 564 tenemos el registro de la Estela 1 de Tulum que por cierto refiere a una mujer y Stanley Paul Guenter en el capítulo 22 de “The Queen of Coba –a reanalysis of the Mancanxoc Stelae” establece la dedicación del Juego de Pelota --ubicado camino al Nohoch Mul-- hacia el año 574, lo que indica que fueron contemporáneas y, aunque el Chilam Balam de Chumayel y la Crónica Matichu no establecen la fecha en la que estuvieron los Itzáes en Tulum, su estilo arquitectónico es Itzá.  No existe camino entre Tulum y Cobá porque fueron ciudades enemigas.  

Otro mito sobre Tulum es que fue un santuario dedicado a la Diosa Ixchel. Los mayas no tuvieron dioses sino entidades divinas y las representaban de múltiples maneras y formas, porque ellas mismas adquirían atributos o préstamos de otras entidades divinas. El fundamentalista Diego de Landa dedicó medio párrafo Ixchel en el capítulo III de su “Relación de las Cosas de Yucatán”  textualmente escribió de la travesía de Francisco Hernández de Córdova: … que llegó a la Isla de Mujeres, (a la) que él puso este nombre por los ídolos que allí halló de las diosas de aquella tierra como “Aixchel, Ixchebeliax, Ixbunic, Ixbunieta”, y que estaban vestidas de la cintura abajo y cubiertos los pechos como usan las indias; y que el edificio era de piedra, de que se espantaron, y que hallaron algunas cosas de oro y las tomaron.” Es todo, en ningún momento se menciona que Tulum era el santuario de Ixchel sino Isla Mujeres… si Ixchel tiene varios nombres es que es una entidad divina, una Diosa es indivisible, en contra parte, una entidad divina se multiplica. En todo caso ¿dónde está la imagen de Ixchel en Tulum? Acaso pudieran ser algunas de las mujeres que aparecen en los murales del Templo de las Pinturas pero la que pudiera parecerse más porque cuenta con una garra de jaguar, está moliendo en un metate que proviene de la Gran Nicoya (Costa Rica), cuenta con un penacho de la entidad divina (diosa) Xochiquetzal que era del Altiplano y una falda que asemeja a los bordados de la Mixteca-Puebla, es una allinclusive.

De todos estos temas seguiremos platicando en futuras entregas y si vives en Cancún, te invito a la conferencia sobre Tulum e Ixchel el próximo jueves 7 de abril en el Centro Luz Azul, Cancún, como todos los jueves, de 8 a 10 pm, mayores informes en Misterios y Descubrimientos al 9983 20 32 50 o en:

domingo, 3 de abril de 2016

Gonzalo Guerrero... el mito del primer padre amoroso





La versión oficial de la Historia considera al náufrago, Gonzalo Guerrero, como el padre del mestizaje, se enaltece su figura al concluir que rechazó unirse a Hernán Cortés y se le rinde homenaje porque murió peleando contra los españoles; igualmente se le presenta como un padre amoroso y fiel esposo. El Himno de Quintana Roo versa en una de  sus estrofas: “Esta tierra que mira al oriente/cuna del primer mestizaje/ que nació del amor sin ultraje/ de Gonzalo Guerrero y Za’asil… pero ¿es realmente cierta esta idílica historia de un cristiano convertido por amor al paganismo?

Las fuentes históricas no coinciden con esta versión del español que renegó de sus orígenes por amor a su esposa y a sus hijos mayas; su veneración forma parte de los implantes ideológicos coloniales que impiden vernos con claridad en el espejo.

Sabemos de la existencia de los náufragos por cronistas españoles quienes de  diferente manera narraron el encuentro de Jerónimo de Aguilar con las tropas de Hernán Cortés, algunos de ellos fueron testigos presenciales, pero la mayoría simplemente volvieron a narrar lo escrito por Francisco López de Gómara en su obra “Historia General de las Indias”. Gómara nunca estuvo en la Nueva España pero es considerado uno de los grandes cronistas y, fue él, quien en 1552 escribió por vez primera que Guerrero no quiso volver por amor a sus hijos y a su mujer, repetirán lo mismo Francisco Cervantes de Salazar, Antonio de Herrera y Bernal Díaz del Castillo.

Ahora bien, Hernán Cortés, en su primera Carta de Relación, comenta brevemente el encuentro con Jerónimo de Aguilar pero ignora la existencia de Gonzalo Guerrero, tampoco lo nombran Pedro Mártir de Anglería, Gonzalo Fernández de Oviedo ni Bartolomé de las Casas. 

Andrés de Tapia recibió en las playas de Cozumel a Jerónimo de Aguilar y fue el primero en abrazarlo, luego le advirtió que era domingo y no miércoles como él creía. Tapia escribió que Aguilar no avisó a Guerrero, Diego de Landa recuperó esa versión y añadió que Gonzalo se encontraba a 80 leguas de Aguilar por lo que no le daba tiempo para ir a buscarlo. 

Aunque los cronistas de escucha o de lectura son muy precisos y acertados en algunos pasajes de la conquista de la Nueva España, lo cierto es que no vieron a Jerónimo de Aguilar y ello les resta puntos delante a quienes hablaron o convivieron con él. Tenemos únicamente a 3 testigos del evento: Hernán Cortés, Andrés de Tapia y Bernal Díaz del Castillo pero los 3 cuentan diferentes versiones. Cortés ignora a Gonzalo Guerrero, Tapia dice que Aguilar no tuvo tiempo para irlo a buscar y Díaz del Castillo informa que la esposa maya de Guerrero injurió a Aguilar porque estaba sonsacando a su marido para abandonarla.

Tres testigos con tres versiones diferentes, analicemos por qué difieren y concluyamos sobre la veracidad de que “por amor, Gonzalo Guerrero rechazó regresar con los suyos”.

A pesar de que Aguilar le fue muy útil como intérprete e informante de usos y costumbres mayas, Cortés le dedicó medio párrafo en su primera Carta de Relación y, como apuntamos, ignoró a Gonzalo Guerrero. La prosa de Cortés es la de un letrado, se dirige con propiedad y esmero a sus majestades sin perder la oportunidad de justificar sus actos y denostar al gobernador de Cuba, Diego Velázquez de Cuellar. 

A la luz de los hechos, que Cortés ignoró a Guerrero cuando de infieles se constituye su discurso dirigido a sus majestades y, considerándose un acto vil traicionar a la Fe cristiana: si se hubiese negado Guerrero, es más probable que Cortés lo hubiese señalado en lugar de ignorarlo ya que serían puntos a su favor evangelizador que cubría sus intereses particulares, porque en aquellos soles, los conquistadores eran ávidos hombres de negocios que incrustaban espadas en nombre de la Fe. La Conquista era un asunto de particulares que invertían sus haciendas en las conquistas que realizaban en nombre de la Virgen, Cristo y sus majestades. La Conquista de aquellos castellanos tiempos estuvo bruñida con el barniz de un incipiente capitalismo.

Tapia, devela gratuitamente su postura con el título de su obra  “Relación de algunas cosas de las que acaecieron al muy ilustre señor Don Hernando Cortés, Marqués del Valle desde que se determinó a ir a descubrir tierra e la tierra firme del mar océano”. Es un panfleto de alabanzas a Hernán Cortés. Pero curiosamente, Tapia fue pariente de Velazquéz, abordó la armada de Cortés en la última parada que hizo en la Habana y, aunque bien pudiera ser un espía de Velázquez, en realidad se convirtió en uno de los capitanes de confianza del conquistador dirigiendo célebres batallas como la Cuauhnahuac y acompañó a Cortés a España cuando tuvo que defenderse. Lo trascendente es que Andrés de Tapia fue quien encontró a Jerónimo de Aguilar al llegar a Cozumel y escribió que Aguilar no le avisó a Guerrero.

Bernal Díaz del Castillo fue un soldado raso que acompañó a Cortés, navegó y convivió con Jerónimo de Aguilar. En 1575, cuando tenía 84 años de edad, concluyó el manuscrito “Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”, y de ser de su autoría, develó una memoria prodigiosa por la exactitud de los acontecimientos que narró y más aún, nadie le vio escribir notas. No se le conocen otros textos por lo que salta a la vista la calidad literaria de su obra, no parece escrita por un soldado que siguió a su capitán por todos lados, más parece la autoría de un intelectual. Fue publicada hasta 1632 y hay serias dudas sobre su autoría. 

El americanista Christian Duverger, acostumbra crispar la paciencia y las buenas maneras de la comunidad de investigadores y ha propuesto en “Crónica de la Eternidad” que el mismo Hernán Cortés fue el autor de la Verdadera Historia de la Nueva España y que su hijo mayor, Martín Cortés le dio el texto en cuestión a Bernal Díaz del Castillo y, el hijo de este, fue quien lo divulgó como propio de su padre.

Ivan Vallado Fajardo, en su ensayo ¿Por qué se quedó Gonzalo Guerrero? Aclara que Aguilar, en palabras de Bernal, era un simple esclavo que no servía más que para acarrear agua y leña, cómo pudo en tampoco tiempo ir hasta Chetumal a buscar a Guerrero, sin conocer el camino, tampoco le daba tiempo ya que los separaban 80 leguas según Diego de Landa, lo que equivale a 640 kilómetros de ida y vuelta (en realidad hubiera recorrido 514 kms),  por lo que no le daba tiempo en los 15 días que tardó en llegar a Cozumel desde que salió la carta de Cortés envuelta en la cabellera de un maya. 

Cortés ignora la existencia de Guerrero, Tapia dice que Aguilar no lo fue a ver, Bernal Díaz del Castillo no solamente indica que fue Aguilar personalmente a buscar a Guerrero sino que coloca un diálogo entre Aguilar y la esposa de Guerrero cuando sabemos que nunca aprendió ni el maya ni el náhuatl, escribió con error todos los nombres de dignatarios y lugares: cómo entonces pudo recuperar ese diálogo si como vemos, otros autores presenciales no lo mencionan y, además, Tapia, quien lo abrazó y colocó de nueva cuenta en el tiempo cristiano, afirma que Jerónimo no fue a ver a Guerrero. 

Por la distancia y por el tiempo, porque no lo menciona Cortés, porque Bernal Díaz del Castillo es una fuente con muchas interrogantes en su autoría e incongruencias históricas que contradicen a los otros testigos, podemos concluir que Gonzalo Guerrero nunca se enteró que lo andaba buscando Cortés, que atendió a su destino y, por la ausencia de su Fe de Bautismo, estamos inciertos en que fuese católico, bien pudo se judío y entonces no traicionó a nadie. 

Lo del Padre del Primer Mestizaje es una  figura romántica que estorba en la interpretación de nuestro pasado histórico al ser una invención de Francisco López de Gómara y Bernal Díaz del Castillo que llevamos hasta en nuestro himno y, como apunta Ivan Vallado Fajardo en su ensayo citado: “… en el fondo podríamos estar ante la oportunidad de nuevas revisiones que nos permitan liberarnos de una historia colonizadora de nosotros mismos, derivada de prejuicios y falsedades que los “cristianos españoles del s.XVI” escribieron y nos legaron como historia”.

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