Estela 5 de Izapa narra la Creación Maya
Salvo los chinos, la mayoría de las civilizaciones
originales consideraron que en el origen hubo oscuridad y luego se hizo la luz,
la tierra emergió de las aguas primigenias, el cielo se separó de la tierra,
aparecieron los montes, los animales y luego fueron creados los seres humanos.
Civilizaciones que no tuvieron contacto entre sí como los
egipcios y los mayas o los sumerios y los mexica (aztecas) curiosamente poseen
los mismos mitos y la misma iconografía ritual ya que compartieron mitos de
ancestros boreales. Algunos escritores de ficción histórica fantasean ubicando
poderes sónicos y meditativos a los supuestos habitantes de la Atlántida y que
de ellos descendieron todas las civilizaciones antiguas, otros afirman que los
egipcios y los mayas estuvieron en contacto y compartieron un conocimiento
secreto negado a nuestro tiempo.
Si observamos los frutos de un árbol suspendidos en los
extremos de sus ramas podemos desarrollar diferentes teorías sobre sus
semejanzas a pesar de estar distanciados entre sí, ahora bien, observando las
raíces del árbol sabremos que los nutrientes que ellas absorben y la
configuración genética del árbol, propiciarán frutos similares en ramas separadas.
Así mismo, el conocimiento humano tiene sus raíces –orígenes- en la adaptación
al medio ambiente que nos es común desde la época de los homínidos y que a lo
largo de millones de años formó nuestra condición, ésta experiencia corporal,
sumada a un conjunto mitológico nacido en el frío boreal hace 40 mil años,
constituyen las experiencias que crearon nuestros mitos y a nuestros dioses. Es
por ello que existen coincidencias mitológicas entre civilizaciones que no
tuvieron contacto entre sí.
Cuando los mayas desarrollaron un complejo sistema
matemático y un intrincado sistema jeroglífico, los egipcios eran ya una
colonia romana. Los sumerios escribían códigos de conducta social al mismo
tiempo que los olmecas, zoques y mayas eran aún cazadores y recolectores, pero
todos los pueblos antiguos poseen una información genética-mitológica y las
mismas respuestas para los mismos estímulos. En el mito, se recrea lo que se
conoce, lo que se lleva en la mente, el mito es un acuerdo de percepción, una
alianza con una información codificada que al repetirse por milenios con la
palabra, la danza y la acción, configuró lo que podemos llamar información
ancestral codificada en nuestros genes.
Así entonces, planteo que en el origen de nuestra existencia,
estuvimos 9 meses en gestación rodeados de un líquido amniótico que nos daba
sustento e ingravidez, la oscuridad nos cobijaba y un cordón nos unía con el
pulso de vida materno. Al nacer, perdimos contacto con las aguas primigenias y
de la oscuridad salimos brutalmente hacia la luz, luego inició el dolor, las
percepciones y nuestra existencia se desarrolló en función de la codificación
del tonal de los tiempos que nos recibió.
Concluyo que nuestra experiencia de vida tuvo sus orígenes
separándonos de las aguas y pasando de la oscuridad a la luz, es por ello que
todas las culturas antiguas como los sumerios, los hebreos, cristianos, los
mexica, los mayas, los polinesios y los egipcios, ubican en el nacimiento el
cambio de la oscuridad a la luz y la mayoría incluye las aguas en la aparición
de la tierra.
El Tiempo y lo Sagrado
La cuenta del tiempo que hoy nombramos Tzolk’in es quizá la
cuenta calendárica más antigua de Mesoamérica, creada por los zoques y olmecas,
fue perfeccionada por los mayas y la cuenta de sus primeros días nos indica
también el sentido ritual del origen en la mentalidad de los primeros
mesoamericanos. Inicia el día Imix, que es el maíz, el sustento, el nutrimento,
lo vital, lo primero, sin alimento no hay nada ya que por él se vive y él da la vida, muriendo. Luego viene
Akbal que simboliza la oscuridad, después Kan que como amarillo por extensión
luz y el cuarto es IK’ que simboliza al viento, al movimiento y sus
consecuencias así como al hálito divino, en éstos cuatro primeros días del
Tzolk’in descubrimos cifrado el mito de la creación.
Los mayas tuvieron dos tiempos, el humano y el divino, ambos
se mezclaron y de su conjunto surgió el Poder de los Señores de la Palabra, los
ahauob’ (reyes) quienes gobernaron a través de la palabra hablada, inscrita en
piedra caliza y repetida en los mantras que unificaban su criterio con la
voluntad divina.
Estela C de Quiriguá
Texto de la Creación en la Estela C de Quiriguá
En el Templo de las Inscripciones hay un texto jeroglífico
que narra el nacimiento de los dioses y el inicio del tiempo humano que los
mayas fecharon hacia el 13 de agosto de 3113 a.C, en la estela C de Quiriguá se
narra el mismo evento y también en el vaso de los Siete Dioses de la Creación
que acompaña éste artículo observamos el momento en el que los Dioses Mayas
dieron inicio al tiempo humano. En el extremo derecho de la imagen aparece el
Dios Bolom Ok Té sentado en un trono de jaguar con una Ceiba y tiene en su mano
derecha el símbolo “Mih” que significa cero, pero el cero visto como el inicio
más que como la nada. Bolom Ok Té señala el inicio del tiempo humano cuando aún
reinaba la oscuridad, es por ello que el vaso está pintado en fondo oscuro,
encima de Bolom Ok Té aparece un cocodrilo que simboliza a la tierra que surgió
de las aguas primigenias tal y como se narra en el Mito de la Creación de la Estela 2 de Izapa y en el Popol Vuh.
Vaso de los Siete Dioses de la Creación
El 13 de agosto 3113 a.C equivale a la fecha 4 ahau en el
calendario Tzolk’in y el 8 Kumkú en el calendario Haab, esa fecha inicia
también la Cuenta Larga, un calendario que equivale a 1 8 72 000 días y que
concluirá el 23 diciembre 2012, en el Monumento 6 de El Tortuguero, la única
Profecía Maya escrita por los mayas indica que al concluir un ciclo de la
Cuenta Larga aparecerá el Dios Bolom Ok Té en el cielo y descenderá el Sagrado
Señor… así que Bolom Ok Té aparece como un maestro de ceremonias que da inicio
y clausura al Calendario de la Cuenta Larga. Los mayas dieron fecha de
nacimiento a sus dioses, determinaron que algunos de ellos aparecieran
cíclicamente al concluir los ciclos del tiempo circular, otorgaron el status de un Dios al
tiempo y los dioses discurrieron por él. El miércoles 8 de Agosto te invito a
la conferencia que dictaré en la Casa de la Cultura de Cancún en la que
presentaré la paráfrasis del texto del Monumento 6 de El Tortuguero y algunos
textos jeroglíficos que he descifrado. En los próximos artículos seguiremos
platicando de Bolom Ok Té.
Fragmento final del texto de El Monumento 6 de El Tortuguero
Nota Bene. Junto a la Asociación Civil Identidad Histórica y
Cultural de Cancún reiniciamos el programa de Excursiones Culturales
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