viernes, 28 de octubre de 2011

Los Seres de Razón



Para Jessita Jess.
 
Los descendientes de los pueblos mesoamericanos nos llaman a nosotros, los mestizos: “seres de razón” y no porque tengamos la razón, sino simplemente porque percibimos la realidad valiéndonos únicamente de la razón, o al menos eso intentamos hacer ya que en la práctica, nuestra vida y nuestras conductas, son bastante irrazonables.

Basta observar que fumamos reconociendo que acortamos nuestra existencia en cada cigarro que nos fumamos. Y no basta impedir que se publiciten las marcas de cigarros en los medios masivos de comunicación ni tampoco que se coloquen leyendas en las cajetillas indicando que fumar nos mata o se les impriman imágenes de pulmones destrozados por el consumo del tabaco y el alquitrán ni tampoco que poseamos dentaduras que asemejan en aroma y color a las coladeras, de todas formas, seguimos fumando…

La revista médica británica The Lancet Publicó el 1 de noviembre de 2010 un informe elaborado por los ex asesores del gobierno británico David Nutt y Leslie King, en el que concluyeron que de entre todas las drogas, el alcohol es la más dañina, los expertos señalaron que su consumo es tres veces más perjudicial que la cocaína y el tabaco, en la Ciudad de México, el alcohol es el primer motivo de muerte entre los jóvenes pero en nuestra sociedad se incentiva su consumo, es legal y se puede adquirir sin restricciones en la tienda de la esquina o en cualquier supermercado.

Nuestro Tiempo se sustenta en la simulación, atendemos a la forma más no al fondo, no somos razonables ya que si atendiéramos a la razón, evitaríamos atentar física y socialmente contra nuestra existencia.

En el ámbito social somos también irracionales, basta observar que los profesores de Quintana Roo --después de suspenderse las clases por el paso del huracán Rina--, olímpicamente decidieron tomarse el puente y suspender clases durante las festividades de Día de Muertos, a pesar de que el Gobernador Roberto Borge “razonablemente” indicaba que era necesario volver con urgencia a clases, pero resulta que los profesores de Quintana Roo --como la mayoría de los docentes nacionales--, son un poder fáctico-electoral que privilegia la mediocridad por encima del desarrollo y, por ello, su nivel educativo y cognositivo, así como el de sus alumnos: son lamentables.

Precisamente la complicidad con la sinrazón de los sindicatos de maestros es lo que genera un progreso involutivo en la educación de quienes algún día llegará a ser adultos, incultos, desprotegidos, sometidos, infelices e irrazonables...

Atender a nuestras sombras significa comprender el camino de luz. Criticar argumentando no significa destruir, sino puntualizar para deconstruir, en mi caso, significa también procurar un entendimiento y armonía social, actuar en prospectiva. A nuestro Estado le urge desarrollar una “inteligente ingeniería social” que atienda a nuestras sombras; en términos prácticos, tomar el toro por los cuernos y dejar de sentirnos víctimas de nuestra irracionabilidad.

En el ámbito amoroso, también reproducimos esquemas irracionales, atendemos amores perros que nos desgarran la existencia y como lapas nos apegamos al dolor que nos provocan. La generación sándwich, a la cual pertenezco, descubre que obedecíamos a nuestros padres y hoy a nuestros hijos, que no podemos educar con el ejemplo sino con el argumento y que la soledad y la vacuidad amorosa configuran nuestro talante.

El escritor y conferencista canadiense Alain Samson, argumenta con claridad que la lógica no es suficiente cuando llega el tiempo de cambiar, indica que es preciso tomar conciencia de otras fuerzas que interactúan en nuestras decisiones ya que si la sola lógica fuera suficiente para cambiar las cosas, nadie fumaría y sería muy fácil dejar de fumar. Comenta que existen “campos de fuerza” que interactúan en nuestras conductas anulando los dictados de la razón, campos energéticos-sociales que en el caso de los fumadores, provoca el miedo a engordar al dejar de fumar, ser rechazado por los amigos fumadores, el miedo a enfrentar una ausencia y, delante a esos “campos de fuerza”, la lógica no es suficiente. Alain Samson sugiere que debemos aprender a reconocer lo que acontece en nuestro interior y hacer frente a la proscratination (dejar las cosas para más tarde), de tal suerte que podamos reclamar lo que merecemos de la vida.

El maestro Carl Gustav Jung definió nuestra tendencia al autocomplot y a la degradación de nuestra existencia como el fruto de “la sombra”, y la define como una atávica tendencia animal de sobrevivencia. Sería el “lado oscuro” del Yo y nuestra parte negativa o diabólica también se encuentra en este espacio.

Esto supone que la sombra es amoral; ni buena ni mala, como en los animales. Un animal es capaz de cuidar de su prole, al tiempo que puede ser un asesino implacable para obtener comida. Pero él no escoge ninguno de ellos. Simplemente hace lo que hace. Pero desde nuestra perspectiva humana, el mundo animal nos parece brutal, inhumano; por lo que la sombra se vuelve algo relacionado con aquellas partes de nosotros que no queremos admitir, aunque nos gobiernan.
Como violencia en el ámbito familiar, la sombra se encarna en la violencia contra la pareja y en el incesto. La sombra nos remite al “poder” y Jung nos da luz al comentar que “donde hay amor no existe el deseo de poder y donde predomina el poder el amor brilla por su ausencia, uno es la sombra del otro”. El poder es una manifestación de la sombra como sadismo, y quien lo ejerce convierte en objeto a sus víctimas considerándolas como objetos de su deseo y su control…

Los Brujos del México Antiguo contemplan un panorama energético en el que conciencias inorgánicas forman parte de nuestra existencia, se nutren de nuestros desvaríos. Cuando enfurecemos, se alimentan de la energía que provocan nuestros enojos, somos sus presas, como gallinas en un gallinero que producen su alimento. Don Juan afirmó que no podemos combatirlas con la razón sino con la impecabilidad de nuestros actos y de nuestros pensamientos, de tal suerte que nuestra energía se torna agria para los predadores inorgánicos y consecuentemente, se alejan de nosotros.

Sombras, Campos de Fuerza, Conciencias Inorgánicas, Ausencia de Razón, Desvaríos y Simulación, son los ingredientes de nuestro subdesarrollo espiritual y energético. No basta con enunciarlos y comprenderlos, es preciso ubicarnos en un plano universal y energético, entender la impermanencia y el sentido amoroso de la libertad. Nos conviene reconocer que no somos eternos y que si nos gusta la vida, es preciso cultivarla con actos de sanidad física y mental, hay quienes lo saben de cierto y sus rostros carecen de arrugas, sus ojos emiten luz y desapego, aman al prójimo pero antes a ellos mismos, viven el día de hoy sin expectativas, reconocen que la vida es una batalla que inicia con el control de los pensamientos, aman a quien quieren porque quieren sin esperar ser amados, logran entender entonces el privilegio de estar vivos, se tornan en seres conscientes que aman más allá de la pertenencia y reconocen que el poder, al contrario del amor, es efímero.



Claudio Obregón Clairin






























3 comentarios:

  1. Debemos recordar que "El sentido común no es tan común" sobre todo en nuestra época donde nos enfocamos a llenar nuestro vida y pensamientos en cosas materiales o en los estereotipos marcados por nuestra sociedad.
    Donde nuestro pensamiento crítico es sustituido por el de los demás. Siento que este es un tema importante y que tenemos el deber y compromiso con nosotros mismos de desarrollar.
    Creo que nuestro desarrollo personal debe enfocarse también en temas que nos ayuden a crecer como seres humanos y no sólo como entes materialistas, que al fin y al cabo solo nos han creado un vacío.
    Saludos y un fuerte abrazo, gracias por tus reflexiones.

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  2. Estimada Rosaura, coincido plenamente con tu criterio ¿cómo pudiéramos construir un escenario de conciencia social y de inteligente consumo? A la argumentación le siguen las acciones, es un trabajo de ingeniería social, ejercicio que precisa de la diversidad en las voces y en los criterios para deconstruir nuestras circunstancias...

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  3. Estoy muy de acuerdo en lo que dices, solo dos cosas.

    Debería llamarse presión social y no "“campos de fuerza” como dice alain.

    no entiendo a que viene al caso el "espiritual y energético" cuando se podría haber dicho mente.

    Saludos :)

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