jueves, 16 de septiembre de 2010

Crónicas de la Diversidad y la Tolerancia / San Juan Chamula, Chiapas









Hace 29 años y en el Mercado de San Cristóbal de las Casas, abordé un camión de redilas que por un agreste camino subió las montañas y desafió los lodazales, recuerdo que para evitar caer y ser pisoteado por los demás pasajeros, íbamos agarrados a unas cuerdas que estaban amarradas a un tubo que atravesaba el camión de extremo a extremo y después de más de una hora de viaje, llegamos a San Juan Chamula, Era un pequeño pueblo, quizá de unos 5 Mil o 7 Mil habitantes, las cabañas eran de adobe y paja, después de pagar mi derecho de admisión, al ingresar al atrio de la Iglesia Chamula, un guardia armado con una macana me advirtió que no estaba permitido tomar fotografías, En esta Iglesia no se acostumbran la misa, dado que cada rezo y cada plegaria es una comunión con Dios, muy directa y personal pero precisa de la asistencia de un chamán y sus implementos mágicos, Ese día y por vez primera, fui testigo de rituales e invocaciones a seres divinos que como consciencias inorgánicas participan en la vida cotidiana de los chamulas.

El piso del interior de la Iglesia Chamula está cubierto con hojas de pino fresco, entre ellas, se abre un espacio donde se coloca una cama de veladoras, decenas de velas blancas y otras multicolores según el favor que se solicita, entonces el chamán toma con sus manos la muñeca del paciente y siente su pulso, observa a través del latido de su corazón el malestar energético que le aqueja, luego inicia sus plegarias y cantos delante a las imágenes de San Juan y sus Hermanos Santos, quienes están colocados dentro de enormes vitrinas y portan varios espejos en sus pechos con la finalidad de que les sirvan de ojos para “ver al mundo” … los chamulas invocan con sus plegarias a sus Santos y a las fuerzas del “más acá” y, como tributo, ofrecen rezos que se improvisan en función de la súplica, llanto, exorcismo, sacrificios de gallinas y luego se brinda con un poderoso alcohol de caña que cuando se bebe afuera de la Iglesia se llama “Poch” pero cuando se ingiere en su interior, al ser sagrado, se nombra “Puch”, en caso de apetecerlo, dentro de la Iglesia de San Juan Chamula se puede también encender un cigarro y probablemente un guardia con la macana a la cintura se aproxime para solicitar que se le invite un cigarro.    



Después de varios años de no visitar Chamula, hace dos meses estuve de nueva cuenta en su poderosa Iglesia, era Domingo, día de Mercado, salí de San Cristóbal y en unos cuantos minutos llegué a San Juan Chamula  por una autopista excelentemente trazada, A la entrada del pueblo construyeron un enorme estacionamiento y desde ahí caminé por una calle donde hace 29 años había casas de adobe rodeadas de borregos, guajolotes y sembradíos de hortalizas… en esa misma calle encontré residencias de dos y tres pisos, con perros Dalmata en la terraza y un Ford último modelo en el estacionamiento, también ubiqué bodegas, gente vendiendo fruta en las banquetas y tiendas de artesanía, al llegar a la Plaza Principal, descubrí al Gobierno Chamula en pleno: el cabildo, el presidente municipal y los representantes del gobierno de usos y costumbres quienes presidían las actividades religiosas, comunitarias, agrícolas y realizaban audiencias públicas. La plaza de San Juan Chamula, es un centro ceremonial que los chamulas llaman el “ombligo del mundo” y a través de él, nos dicen ellos,  humildemente se conectan con “la Madre Tierra y El Cosmos”.







Hace unos años, ciertas creencias evangelistas empezaron a tener adeptos entre los chamulas, pero para el Gobierno de Usos y Costumbres era un atentado a su visión del universo y a su Poder, así que después de gritos, balazos y sombrerazos terminaron por expulsar a 40 000 chamulas, los “sin tierra” envueltos en su Fe evangélica, se arrinconaron junto a la montaña situada frente al Mercado de San Cristóbal y con nuevos usos y costumbres construyeron un pueblo incrustado en la ladera de una montaña.












Al igual que hace 29 años, los chamanes de la Iglesia de San Juan Chamula siguen realizando limpias, súplicas e invocaciones a sus Santos para que ayuden con sus aguas a las cosechas o acompañen a quienes viajan o los libren de los malos espíritus que rodean sus vidas, El fuego de las veladoras y las velas invocan la presencia de lo que está oculto y el rezo en forma de canto--mantra, trasmite la súplica de la voluntad humana a los Santos para que intercedan en el bienestar de los suplicantes, El chaman presenta la situación a los Santos e inicia una comunión con ellos a través del poderosísimo Puch, en tanto, los niños juegan alrededor de las familias que por cierto son polígamas, es decir, un hombre puede estar casado con varias mujeres y procrear hijos con todas ellas, así que de pronto se encuentran grupos familiares de ocho o nueve personas sentadas o de rodillas en un ritual de súplica, el chaman pasa unos huevos de gallina por el cuerpo de la mujer que solicitó sus servicios, luego los rompe dentro de un vaso con agua, “lee” la composición y el color de las claras y las yemas para interpretar la enfermedad del alma y cuando conoce la respuesta, sujeta entre sus manos a una gallina amarrada de sus dos patas... inquieta, presiente que la intención del rezo, de las velas y de la presencia de los Santos, anuncian que su alma está en peligro, intenta aletear pero el chamán la tranquiliza colocando su mano en la cabeza, el hombre de conocimiento sigue cantando y pasa la gallina alrededor del cuerpo de la mujer que solicitó sus servicios, coloca la gallina frente del altar de velas y rápidamente la desnuca, entonces su flácido cuerpo se convulsiona en el suelo mientras el chamán sigue cantando y vuelve a beber un poco de Puch, Esta escena se repite todos los días delante a la mirada de asombro de los visitantes extranjeros sin que a los chamulas les perturbe la curiosidad de los seres de piel blancuzca siempre y cuando no les tomen fotografías (la fotografía del interior de la Iglesia de San Juan Chamula que acompaña este artículo fue tomada por los chamulas y aparece en el libro San Juan Chamula, Chiapas, Historia de un Pueblo y sus Tradiciones).





Al salir de la Iglesia de Chamula encontré en el interior del atrio a varios conjuntos musicales provistos de acordeones, guitarras y cantantes de tesitura aguda quienes amenizaban los improvisados bares frecuentados por familias chamulas que después de ofrecer rezos y votos a sus Santos, continuaban la borrachera ritual escuchando la música de su preferencia, Las mujeres sentadas en el suelo bebían refrescos y sus maridos en sillas de madera consumían cerveza, los niños jugaban con piedras y juguetes de plástico, el tiempo pareciera que fluía como las aguas de un río sereno y que existiese una tregua en el laborioso cotidiano Chamula para  festivamente celebrar con sus Santos.






Los chamulas cuentan con tradiciones, usos y costumbres que determinan un crecimiento social sustentado en un orden agrícola, comunitario y ceremonial, en tanto que nosotros, los occidentales, construimos un progreso improductivo basado en una desordenada sociedad de servicios, individualista y consumista, esta es, sin duda, la gran diferencia entre el universo ceremonial de los chamulas y nuestro estilo de vida, es ahí donde radica el vacío entre ambos mundos y nuestra distancia con el espíritu de sus usos, costumbres y ceremonias.



Si nos detenemos a observar el crecimiento económico de ciertos sectores de la sociedad Chamula que permite a algunas familias construir casas de dos y tres pisos, contar con automóviles último modelo y, al mismo tiempo, encontramos a personas marginadas que sobreviven vendiendo las legumbres que cosechan en el jardín de sus casas o la lana que cardan de sus borregos, descubriremos que el universo capitalista ha ingresado en San Juan Chamula con la misma voracidad que en el resto del mundo, sin embargo, al comulgar con el ámbito ceremonial de la Iglesia de San Juan Chamula, concluimos que delante a los ojos de los Santos (Seres Inorgánicos) Chamulas, lo que cuenta es la riqueza energética, la creencia, las obsesiones mentales y el conocimiento que permite la comunión con lo invisible.

En nuestro afán por determinar y detener el flujo divino, deseamos inmediatamente tomar una fotografía para que cuando nuestros recuerdos se vean contaminados podamos ver en ella los detalles de lo inasible, precisamente, los chamulas nos impiden fotografiar estos eventos, porque lo que menos desean es detenerlos, su camino con corazón, determina que el tiempo se vuelve mágico cuando se habla con los Santos o con Dios y en ese camino, podemos “ver” la Diferencia, los chamulas, con su enorme desapego al criterio y al deseo de los de piel blancuzca, nos dan prueba de una gran Tolerancia al permitirnos observar su universo ritual donde la intención de la palabra transfigura la realidad y ya luego, que vea quien sepa ver.



sábado, 4 de septiembre de 2010

Crónicas de la diversidad y la tolerancia / Montreal






Abordé el metro de Montreal en la estación Beaubien y me coloqué a un costado de la puerta central del vagón, mi mirada se dirigió hacia mi costado izquierdo donde localicé a un grupo de jóvenes ataviadas como Hadas Madrinas, sostenían con orgullo su varita mágica, seguramente van disfrazadas para un festival –me dije— junto a ellas, otra joven de la misma edad pero de origen oriental, recibía de su madre un sermón en chino mandarín… de pronto, un penetrante olor a carnitas agridulces invadió violentamente el vagón, al ubicar el origen de tan profundo aroma, encontré a un señor africano que había destapado un platillo de cocina exótica en cubierta de polietileno y, utilizando sus dedos como cubiertos, se dispuso a deglutir su platillo, frente a él, un joven rubio impecablemente vestido tenía su mirada fija en otra realidad y se abstuvo de observar al comensal africano, siguió ausente a pesar de encontrarse a escasos 20 centímetros del exótico y aromático platillo.




Un par de voces chilangas llamaron mi atención y girando a mi derecha descubrí a dos paisanos, uno de ellos vestía la camiseta de la Selección Nacional de Fútbol, lucía una prominente panza y llevaba el número 12 en los dorsales, su amigo portaba sombrero y bigote, Casi llegando a Mont Royal el señor africano guardó la mitad del platillo de carnitas agridulces, se levantó sin dejar rastro de su presencia, descendió junto a los mexicanos y las Hadas Madrinas, Después de transbordar en Berri-UQAM me bajé en la estación Peel y descubrí que estaba en una ciudad subterránea con 27 kilómetros de pasillos y plazas  que conectan a Universidades, Centros Comerciales, Librerías, Cafeterías, Supermercados, Farmacias y Restaurantes que ofrecen comida de todo el mundo, Junto a una escalera, observé a un niño que en una carriola sonriente ondeaba la bandera arco iris del Movimiento Gay y de pronto descubrí que la escena de la familia completa consistía en dos carriolas con dos niños y una pareja de madres lesbianas que compartían un helado con sus hijos adoptivos.










Caminé por un largo periodo en aquella ciudad de varios niveles subterráneos, subí una escalera eléctrica y salí a la superficie, La tarde proyectaba su luz fragmentada y quedó contenida en los rascacielos cubiertos de espejos y sombras de la calle Sainte Catherine, decidí tomar un café y una bellísima joven de la India me sonrió al cruzar conmigo su mirada, después de unos minutos se levantó para ir al baño y dejó su bolsa, su Iphone 4 y su Mac, quitada de la pena bajó unas escaleras y después de cinco minutos regresó a su mesa se colocó los audífonos de su Iphone 4, siguió navegando en su Mac, Salí a caminar de nuevo por Sainte Catherine y descubrí que un intenso olor a marihuana circulaba por una de las principales avenidas de Montreal y sobre sus amplias banquetas se escuchaban diferentes tonalidades del idioma francés, además de inglés, chino, español y árabe porque se trata de una comunidad con diversidad de colores, y tolerancia a religiones, tradiciones, usos y costumbres.












El verano se vive intensamente ya que durante el invierno la temperatura desciende a – 45, por ello hay festivales internacionales y espectáculos gratuitos en jardines y plazas públicas, como en Place des Arts donde se proyectaron imágenes láser sobre fuentes de agua que sostenían sus chorros por largos minutos y en las que se dibujaban imágenes tridimensionales de tiburones, ballenas, delfines y un par de manos que jugaban a formar imágenes de animales con sus dedos, la música New Age compuesta para el espectáculo, era profunda y meditativa, Por la noche, esa parte de Sainte Catherine se torna roja, enfrascadas en una profunda conversación y como quienes apuradas llegan al trabajo de oficina, dos bellas bailarinas ingresaron a un Table Dance, en el negocio de a lado, vendían comida libanesa y pedí una Pita, es una enorme tortilla de harina de trigo en la que se le incorporan verduras, pepinos, aceitunas, encurtidos, lechuga, col y carne,  luego todo se enrolla como un tremendo taco y  mucha gente lo compra y se lo lleva consigo a casa o se lo come en el Metro o en la calle, es curioso, la gente come de todo y en cualquier parte, pero es la primera ciudad en el mundo en la que veo que los chinos no escupen en las banquetas, me sorprendió la calidad, tamaño y privilegiada localización  del hospital que construyó la comunidad china, luego ingresé a un banco canadiense para retirar efectivo y encontré que los clientes, los cajeros, los gerentes, el personal de limpieza y los ejecutivos, es decir, todos, eran chinos o canadienses hijos de chinos, las llamadas telefónicas, la atención a los clientes y todas la acciones se verbalizaban en chino mandarín aunque la documentación era en francés o inglés o en ambas.




Nuevamente descendí al Metro y un músico chino con un arco creaba espacios sonoros profundos en un instrumento de tres cuerdas, una señora de rasgos latinos era ayudada por una canadiense de origen vietnamita a bajar por las escaleras la carriola que lleva a su hijo, La cortesía es una norma en el metro, nadie se avienta, se deja entreabierta la puerta para el que viene atrás, es más, existe un implícito orden que permite que todos circulen prácticamente sin tocarse, Finalmente mi búsqueda lingüística en Montreal se cumplió en ese vagón del metro donde escuché a una familia de Inuits (nosotros les llamamos erróneamente esquimales) hablar en su complicadísimo idioma, el Inuktitut, resultó tal y como lo imaginaba: tonal e incomprensible.




El padre de la familia Inuit tenia un rostro adusto, iba de pie y malhumorado, veía que aquel hombre poseía la paciencia suficiente para cazar animales árticos pero se encontraba rodeado de otro tipo de seres que aunque igualmente peligrosos viven en el acuerdo social que procura respetar la diversidad y por ello a nadie molestaba su absoluto silencio y su cara de no me mires, sentadas frente a mi, la madre Inuit y sus hijos platicaban en Inuktitut, uno de los cuatro idiomas que los Inuit hablan en Alaska, Canadá y Groelandia, El Metro se detuvo en una estación donde una compañía telefónica pintó delfines entre las columnas y las escaleras, los cetáceos saltan sobre un mar de palabras y ecuaciones matemáticas, Adentro de los vagones la publicidad es muy discretea y un anuncio intenta recuperar el arquetipo de la mujer de los años 60´s del siglo pasado que iba de compras en minifalda y mostraba  sus piernas limpias de vellosidad, y presenta unos rastrillos rosas que permiten a las mujeres equipararse a aquellas idílicas y lampiñas féminas de los tiempos anteriores a la computadora.




En el vagón de enfrente descubrí a dos individuos de religión musulmana, su mirada era poderosa al igual que sus barbas, así, a simple vista, como que parecían fundamentalistas, ambos llevaban un pequeño sombrero blanco que tomaba la forma de sus cráneos, se percataron que los veía  con asombro, unos segundos después, junto a uno de ellos y pegada a la pared, localicé a una mujer vestida con una burka negra (vestido que en el desierto tanto hombres como mujeres usan para protegerse del viento y las arenas del desierto pero que en Afganistán como en otras partes del mundo árabe se utiliza para someter a la mujer) observé que me veía y mantuvo por un instante su mirada en la mía, descubrí entonces el misterio de observar a un ser que al mantener su cuerpo cubierto no me transmitía su historia personal, su mirada sostenida por un instante frente a la mía era diferente a las demás miradas del vagón ya que ella no tenía derecho a mirar ni a ser vista, descendí del vagón y noté que me miraba de reojo… encontré un enorme vacío y una esclavitud por usos y luego creencias que en otros tiempos se consideraron verdades y siglos después despuntan en un vagón del Metro de Montreal donde la Tolerancia ha encontrado un escenario para que sin transgredir, se manifieste la Diversidad, Por cierto, el Gobierno Canadiense está considerando que las burkas desaparezcan por ser un elemento de segregación.







Eran las once de las noche y salí de la estación del Metro Atwater, sentado en una banca de la plaza Cabot, un joven aprovechaba el sistema HiWi de las plazas de enfrente y navegaba en su Mac, a dos bancas de él, un grupo de vagabundos urbanos bebían un licor barato y encendían cigarrillos que les provocaba una risa incontenible y la mirada fija, caminé sobre Sainte Catherine y al llegar a la zona de los bares, un par de bellas jóvenes en minifalda y con algunas copas de más, salían trompicándose de un antro y justo detrás de ellas, tres jóvenes comentaban en voz baja los atributos de las damas pero cuando pasaron junto a ellas no mostraron ninguna actitud de cazadores, Luego me cansé de caminar e ingresé a un Café a beber un expreso con hielos y un poco de azúcar moscabado, así me dieron las deshoras de la mañana, el sol iluminaba la ciudad con una tonalidad rosácea que luego se volvió amarilla intensa, En el instante en que la luz se tornó blanca y el cielo azul, salí del Café y tomé el Metro en la estación Mc Guill.




lunes, 30 de agosto de 2010

Crónicas de la diversidad y la tolerancia / Chiapas



La primera vez que caminé por la calle General M. Utrilla para dirigirme  al Mercado de San Cristóbal de las Casas, los indios tzotziles, tzeltales o tojolabales que caminaban en sentido contrario sobre la misma acera, apenas veían que me aproximaba a ellos, inmediatamente se bajaban de la banqueta porque en su cotidiano y en sus mentes estaba impuesta una sumisión hacia los mestizos.

Trabajando como guía de turistas franceses en el D. F, durante doce años y dos veces al mes visité los pueblos indios de Chiapas, admiré su fortaleza física y religiosidad, me dolía su marginación y desamparo, intentaba aprender algunas frases en sus idiomas pero el abismo entre su realidad y la mía era mayúsculo e irremediablemente surgía en mí una actitud paternalista que terminaba por romper cualquier intento de una comunicación sin condicionamientos. En una ocasión, una turista lloraba profundamente en el pueblo de San Juan Chamula porque veía a un grupo de niños vender artesanía y masticar con dificultad elotes asados ¿qué podemos hacer por estos indios? ¿Cómo los podemos ayudar? –Me preguntaba la turista entre sollozos y le respondí--: ¡Dejarlos tranquilos! Creo que eso es lo mejor que podemos hacer.




Y es que en la diversidad existen elementos culturales que invariablemente contradicen los parámetros de bienestar que el mundo occidental y de consumo establece como universales.

No siempre lo que para unos es agradable o necesario, resulta de igual valía para los otros; los juicios de valor establecen las distancias entre los seres humanos.




El 1 de Enero de 1994 y por motivos laborales, abordé un avión en la Ciudad de México con destino a Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, al llegar al aeropuerto chiapaneco, escuché unos enigmáticos rumores que narraban el asalto de la ciudad de San Cristóbal de las Casas por un grupo de guerrilleros guatemaltecos, inmediatamente tomé una camioneta con dirección a San Cristóbal de las Casas, pero nos detuvimos en el primer retén zapatista, donde un grupo de  campesinos tzeltales encapuchados y armados con palos, azadones y barretas, nos informaban que se habían levantado en armas y que integraban el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que no había paso y que nos recomendaban regresar a Tuxtla; por la noche, observé con terror a un escuadrón de viejos aviones de la armada mexicana surcando el cielo con la finalidad de bombardear a los rebeldes.

Seguí yendo a Chiapas porque a los turistas franceses les gustan las emociones fuertes y en consecuencia casi no hubo cancelaciones en los tours del primer trimestre del 94. Descubrí entonces a la figura mediática del Subcomandante Marcos y en primera instancia lamenté que tuviéramos que pasar por un interlocutor mestizo para dialogar con los indios; de pronto y a pesar de comprender que la marginación era lo que provocaba la rebeldía, me resultaba absurdo que no les diéramos la mayoría de edad a los Comandantes indios y tuviéramos que detenernos en la aduana mestiza del Subcomandante Marcos y del Subcomandante Samuel, obispo en aquellos tiempos de rebeldía armada e india.

Durante las negociaciones entre los Zapatistas y el Gobierno Federal en la Catedral de San Cristóbal, pasé dos gélidas noches haciendo guardia en las vallas humanas de voluntarios organizados por la Cruz Roja, a mis espaldas, sentía que en aquellas lunas se estaba discutiendo el nacimiento de condiciones sociales que procuraran equidad y tolerancia a la diversidad. Me imaginaba un futuro en el que tanto los pueblos indios, los coletos, los mestizos y los turistas de todo el mundo, pudiéramos sentarnos en equidad a tomar un café explorando y reconstruyendo nuestros entendimientos e intereses.

Un día los zapatistas marcharon al D. F, y los vimos entrar victoriosos al Zócalo, el maestro Saramago narraba con el llanto en la garganta aquel evento, la Comandante Ramona dirigió un brillante discurso en la Cámara de Diputados y se reformaron algunas leyes que finalmente aceptaron el derecho a la diversidad y ofrecieron un espacio a los usos y costumbres de los pueblos originarios de la tierra que habitamos.




De los 11 temas nodales de la Primera Declaratoria de la Selva Lacandona… poco se logró, de pronto Fox llegó al Poder y durante su sexenio misteriosamente Marcos dejó de dar entrevistas y su pluma guardó silencio, apenas despuntaba López Obrador como candidato con preferencia electoral entonces el Poeta de la Selva Lacandona se lanzó contra el candidato tabasqueño y más aún, decidió recorrer el país en “La Otra Campaña” para desviar la atención de las mentes progresistas que encontraban en López Obrador una esperanza de transformación social. Pasadas las elecciones, Marcos volvió a guardar silencio.

Los Zapatistas proclamaron en sus declaraciones y convenciones la necesidad de una transición a la democracia, la inviabilidad del partido de Estado; elecciones, resistencia civil y defensa de la voluntad popular; construir un Proyecto de Nación, esbozaron el carácter y los lineamientos del gobierno de transición, la formación de un Congreso Constituyente y una nueva constitución.

Hoy, de todo lo anterior, polvo queda. Cada sector de nuestra sociedad posee una versión de los eventos y los hechos indican que Marcos nos debe muchas respuestas que expliquen sus silencios y sus repentinos alborotos.



En Chiapas persisten los desequilibrios aunque ahora han tomado otro derrotero. Marcos y los subcomandantes ya no son reproducidos en las artesanías chamulas; los indios tzeltales de las montañas colocan a sus niños y a sus mujeres a la salida de vertiginosas curvas con cuerdas y troncos que atraviesan de lado a lado la carretera y cobran derecho de paso por su tierra a los automovilistas --aunque se trate de una Carretera Federal--; al ingresar a otros pueblos zapatistas también se paga derecho de piso y nos reciben letreros que nos dan la bienvenida a territorio zapatista donde se dice que el gobierno obedece y el pueblo determina; los niños tzeltales que alguna vez vendían plátanos y naranjas con un dejo de tristeza y con temor a los mestizos, hoy lo hacen altivamente y golpean los automóviles en los retenes si a su entender uno no les compró lo suficiente.

Después de 16 años Chiapas ha recibido infraestructura y mejoras en la educación, alimentación y salud, esta realidad no es un logro sino una centenaria deuda medianamente pagada. Los zapatistas han evolucionado y algunos pueblos indios han pasado de un lamentable estadio de opresión a una altanera posición de Poder  como sucede en los retenes indios entre Las Cascadas de Agua Azul y Ocosingo donde se paga un derecho de vía por cada pueblo que se atraviesa en las tierras zapatistas. En otros casos, como sucede en Misol-Ha y en Agua Azul, los ejidatarios zapatistas que habitan los ejidos vecinos a los atractivos turísticos cobran su cuota independientemente del pago de la entrada oficial; el turista es quien menos debería pagar el rezago económico y el descontento social pero ahora la diversidad es vista por algunos pueblos indígenas con un sentido exclusivamente económico.

Hace unas semanas caminé de nueva cuenta por la banqueta de la calle General M. Utrilla que conduce al Mercado de San Cristóbal de las Casas y los indios tzotziles, tzeltales y tojolabales que caminaban en el sentido contrario a mi andar, no se bajaron de la banqueta, cupimos todos en ella, ciertamente me tuve que detener y orillar al muro para dejar pasar cómodamente a dos de ellos que cargaban unos pesadísimos bultos de maíz en sus espaldas; ahora caminamos todos por el mismo espacio, el detalle es que yo los sigo viendo con admiración y deseos de construir espacios de equidad y ellos caminan sin verme, les resulto un estorbo en su camino, el rencor histórico tiene derecho de transito y quizá por ello,  ahora nos toque a los mestizos guardar silencio procurando con nuestras acciones --y no con enjundiosas Declaratorias Tropicales-- esos espacios de equilibrio que respeten la Diversidad.



sábado, 28 de agosto de 2010

Los Mayas en la Universidad UQÀM de Montreal / Conferencia



Gracias al apoyo brindado por el Consulado de México en Montreal, el Departamento de Historia de la Universidad de Quebec y la Secretaría de Educación y Cultura de Quintana Roo, el martes 25 de agosto, tuve la invaluable oportunidad de dictar la conferencia “Las vida cotidiana de los Reyes y las Reinas Mayas y las Profecías Mayas del 2012” en las instalaciones de l´École de Langues du Département d´Histoire de l´UQAM en Montreal Canadá con una extraordinaria participación de un público multinacional y el idioma francés como “lingua franca” para todos los participantes.





Inicié mi ponencia ubicando a la Civilización Maya en el contexto mesoamericano y en el espació físico que ocuparon los pueblos mayas en México, Guatemala, El Salvador, Belice y Honduras, presenté algunas fotografías que recientemente tomé en Chiapa de Corzo, Chiapas, donde se localiza la pirámide con la tumba maya más antigua, el público asistente se sorprendió al conocer que la pirámide más grande del mundo es maya (localizada en la zona arqueológica de El Mirador, en el Petén Guatemalteco a 30 kilómetros de la ciudad de Calakmul), comenté que hacia el año 300 a. C los mayas habían ya construido una de las ciudades monumentales de la antigüedad y que para edificarla se sirvieron exclusivamente de la fuerza humana al carecer de animales de tiro y del uso práctico de la rueda.

Presenté algunas imágenes de la vida cotidiana que podemos consultar en los miles de vasos ceremoniales que Justin Kerr se ha dado a la tarea de fotografiar y que nos muestran pasajes de su vida ceremonial, comercial y su vasta mitología, estos vasos eran utilizados para beber cacao con maíz, cuando esta bebida se fermentaba, se tornaba en una bebida sagrada y alcohólica que los jeroglíficos nombran “Chih” y que fue ingerida por los nobles mayas (sahalob) de manera ritual, ya que la fiesta entre los mayas, fue sagrada… en esos vasos ceremoniales encontramos también a los dioses mayas que instruyen a los sahalob en las expresiones artísticas y en las matemáticas, entre los mayas, por cierto, los artistas firmaban sus obras y uno de los artistas más célebres de la antigüedad maya, vivió en la ciudad del Naranjo y se nombró Ah Maxam. Estos vasos ceremoniales no solamente muestran pasajes de la vida cotidiana de los mayas sino que también eran ofrecidos como apreciados regalos entre los reyes (ahauob) y en ocasiones podemos encontrar estos vasos ceremoniales en las tumbas de los ahauob; ubicando el origen de los vasos podemos también conocer los vínculos políticos entre las ciudades mayas así como las alianzas políticas, militares y comerciales que se formaron entre el siglo II y el XIX de nuestra era.

Recientemente y durante un mes. realicé un viaje de investigación por las zonas arquelógicas mayas de Tabasco y Chiapas, capturé un registro fotográfico importante y durante la conferencia mostré algunas fotografías del tesoro encontrado en la tumba de la Reina Roja de Palenque, su preciosa mascara de jade y los recientes trabajos de restauración en Tonina,  su impresionante pirámide --considerada como la más alta de México-- y la última fecha escrita por los mayas que en el calendario de la Cuenta Larga es 10. 4. 0. 0. 0 y en nuestro calendario gregoriano equivale al 15 de Enero de 909 d. C. Los asistentes recibieron una información de primera mano que fue apoyada en sorprendentes imágenes como las fotografías del maestro Guillermo de Anda, distinguido arqueólogo cancunense quien hace unos años y junto a su equipo de profesionales, descubrió unos templos mayas y caminos ceremoniales construidos en el interior de cuevas y cenotes. Así es, en las cercanías de Homún el maestro de Anda encontró que el universo subterráneo llamado por los mayas Xibalbá, fue habitado, y lo más sorprendente del asunto, es que los templos, los caminos ceremoniales y las habitaciones rituales fueron construidos en la oscuridad total ya que las grutas y las cuevas almacenan oxígeno, enrarecido y escaso, de modo que si los mayas hubieran colocado antorchas para iluminarse, entonces hubiesen consumido el oxígeno que necesitaban para respirar y más aún, no existen rastros en las paredes de las manchas oscuras que regularmente producen las antorchas en la cuevas, los mayas, fueron seres capaces de ver en la oscuridad…  el maestro Guillermo de Anda, también realizó un importantísimo estudio con los restos óseos recuperados del Gran Cenote de Chichén Itzá demostrando que no fueron princesas vírgenes las víctimas del Gran Cenote como señala la leyenda popular sino más bien, niños de entre 3 y 13 años de edad. Actualmente el reconocido arqueólogo subacuático, Guillermo de Anda, realiza un estudio en los cenotes de Chichén Itzá y sus trabajos de investigación nos reservan grandes sorpresas del universo mágico y ritual de nuestros mayores.



Después de mostrar algunos pasajes de la vida cotidiana y religiosa de los mayas, platiqué sobre la percepción del tiempo cíclico maya, sus calendarios y sobre las profecías agrícolas, guerreras y rituales que encontramos escritas en el Chilam Balam de Chumayel, luego mostré algunas fotografías de un sitio maya localizado a unos cuantos kilómetros de Macuzpana, Tabasco, llamado “Tortuguero” donde se localizó el único texto jeroglífico maya que hace referencia al 23 Dic. 2012 y que fue traducido por el maestro Alfonso Arellano; en esa ciudad hacia el S.VII vivió el ahau (rey) Ah Poh Balum, quien estaba emparentado con la dinastía reinante de Palenque y fue contemporáneo del famoso ahau Kinich Janab´Pakal K´in enterrado en el templo de las inscripciones de Palenque. Ah Poh Balum hace referencia a su reinado, a sus guerras, a sus prisioneros de guerra, en un texto que con proyecciones hacia el pasado y al futuro logra trascender a su tiempo y tornarse divino, esa era fundamentalmente la obsesión y premisa de los ahauob mayas: convertirse en entidades divinas superando su tiempo, proyectándose hacia el pasado mitológico y al enigmático futuro para de esta manera convertirse ellos mismos en seres divinos.

En ese contexto mitológico donde el tiempo se expande al tornarse divino, Ah Puh Balum hace referencia al 4 ahau 3 Kank´in, fecha que en nuestro calendario gregoriano “convencionalmente” se ubica hacia el 23 Dic. 2012. De los 10 000 textos jeroglíficos mayas que podemos leer e interpretar únicamente hay un texto que narra un evento previsto para la fecha que actualmente se considera –sin sustento histórico y con voluntad de sembrar miedo—como el fin del mundo, que los mayas, nunca previeron pero que la mentalidad fatalista y el culto a la ignorancia y al miedo que genera dividendos económicos, ahora han endosado a los mayas.



El texto narra también una transformación de la oscuridad a la luz con la aparición de un dios maya llamado Bolom Ok Té y que aparece en otros textos y en diferentes vasos ceremoniales, desde hace algunos años me he dado a la tarea de estudiar las apariciones de este dios que además fuma y no siempre es respetado por los otros dioses, de hecho, en una vasija del Peten Guatemalteco, un conejo le roba sus insignias, su vestimenta y cuando se queja con Hun Ahau (el dios del Maíz y uno de los dioses tutelares mayas) es manganeado y menospreciado. Curiosa situación, ya que en el universo ritual de los mayas históricos, los dioses no eran omnipotentes, en ocasiones morían y renacían como sucede con el dios del Maíz y en otras ocasiones su status divino podía perderse aún y cuando fuera un dios tutelar como sucede con Bolom Ok Té.

La conferencia estuvo dirigida al “Gran Público” pero tuve el privilegio de contar con la presencia de la representación consular encabezada por el embajador Edgardo Flores, las cónsules Lili Bolivar y Mariana Guzmán, el profesor José del Pozo del departamento de Historia de la UQÀM --quien gentilmente se ocupó de la organización de la conferencia--, de Gladys Benudiz directora de la École de Langues de la Université du Québec à Montreal y de la profesora Mónica Soto de la misma facultad, del ingeniero y astrofísico José Miguel Ramírez --único científico mexicano que trabaja en la Agencia Espacial de Canadá--, de representantes de una comunidad latinoamericana que reconocía en los mayas improntas y grafías de su bagaje cultural así como de amigos cancunenses que ahora radican en Montreal como el artista plástico Rubén Carrasco y el actor y fotógrafo Oscar Aguirre, al final de mi ponencia, el público asistente formuló interesantes preguntas evidenciando un gran interés por conocer la información sobre lo que realmente escribieron los mayas de su vida cotidiana, su legado histórico y mitológico, su organización política y las profecías relacionadas con el 2012.


Deseo agradecer al Consulado de México en Canadá, a los profesores de la UQÀM, a la Secretaria de Educación y Cultura a través del Lic. Ramón Patrón y a mis amigos en Montreal por ofrecerme esta oportunidad para transmitir mis trabajos de investigación y colaborar en la difusión de nuestro legado histórico que considero una riqueza invaluable y un ámbito de la oferta turística que aún no ha sido utilizado en su potencial y valía, si la iniciativa privada y las instancias gubernamentales ubicaran en los programas de difusión turística la difusión del legado histórico más allá del folclore y se posicionara a nuestra historia como una entidad que palpita en nuestro cotidiano, podríamos tener un elemento de gran valía en los programas de difusión turística y al mismo tiempo, crear las condiciones de autoestima de los pueblos mexicanos que transitan con desatino en México como en el extranjero, cargados de una riqueza que intuyen, reconocen y que espera ser develada para reconocerse en el brillante espejo de la riqueza cultural.

Después de dos meses de viaje, ahora que he regresado a Cancún, procuraré un espacio para dictar una conferencia sobre estos trabajos de investigación y mostrar a mi comunidad las sorprendentes imágenes que capturé en las zonas arqueológicas de Chiapas, mi propuesta de paráfrasis sobre el texto de el "Tortuguero" que hace referencia al 23 Dic del 2012 y mis trabajos de investigación sobre el enigmático dios Bolom Ok Té.



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