Guillermo de Anda
“El programa de desarrollo de
Nuevos Exploradores de National Geographic, reconoce y apoya buscadores dotados
con talentos especiales, individuos inspiradores, científicos, expedicionarios,
fotógrafos, cronistas y autores, que expanden los límites del descubrimiento,
la aventura y la solución de los problemas globales.
Exploradores que han hecho ya
una diferencia, cuando su carrera se encuentra aún en plenitud y desarrollo.
Los exploradores son seleccionados desde campos tan diversos como la
antropología, la exploración del espacio, las ciencias de la tierra, el
montañismo y la cartografía, hasta los mundos de la tecnología, la música, y la
producción cinematográfica.
El programa anual de nuevos
exploradores de National Geographic, no acepta solicitudes ni nominaciones.
National Geographic se apoya en una red de expertos que designa a los nuevos
candidatos. La lista de los candidatos se mantiene confidencial, y los
nominados no son notificados que están siendo parte del proceso de selección.
El programa de Exploradores
National Geographic, busca reflejar la diversidad mundial y debe ser el hogar
para personalidades dinámicas, quienes a través de la exploración están
haciendo una contribución significativa al conocimiento global”.
Con libérrimo placer comparto
con ustedes la noticia de que el pasado martes 14 de mayo, el arqueólogo
cancunense, Guillermo de Anda, fue nombrado Explorador National Geographic. Es
el primer mexicano en obtener tal distinción y me congratulo que el ejercicio
profesional del profesor Guillermo de Anda trascienda en el ámbito
internacional. Sus grandes descubrimientos son el resultado de la disciplina,
constancia y pasión con la que se entrega en cada proyecto. Guillermo es un
maestro-amigo que en el ejercicio de una investigación o en una plática
informal en un café o en una banqueta, sonriente nos invita a reconsiderar los
valores establecidos y a ubicar nuevos senderos interpretativos para la
Historia Maya.
El Arqueólogo
Subacuático, Guillermo de Anda, es Profesor Investigador de la Universidad
Autónoma de Yucatán y se especializa en antropología esquelética. Desde hace más
de dos décadas, De Anda indaga en remotas cuevas sumergidas y en cenotes de
Yucatán, en busca de evidencia de actividad ritual de los antiguos mayas.
Guillermo de Anda
recopiló durante 5 años la información contenida en algunas crónicas coloniales
del Siglo XVI, en ellas, se hace un recuento de los juicios en contra de la
idolatría y se refieren testimonios acerca de cuevas y cenotes rituales. Estas
cavernas fueron exploradas por Guillermo de Anda y su equipo de profesionales, revelando
evidencia de que pudieron haber sido
usadas para representar el mítico viaje al inframundo de los Gemelos Preciosos que
ubicamos en el libro Popol Vuh, y en las estelas de Izapa.
Las habitaciones
que los mayas construyeron en completa oscuridad en el interior de las cuevas y
grutas del centro de Yucatán, pudieron haber sido utilizados como escenarios
para pruebas iniciáticas de los sacerdotes mayas.
En el interior de
las cuevas y de las aguas de los cenotes, Guillermo ha descubierto gran cantidad
de restos óseos humanos producto de actos rituales, y complejas modificaciones
como la edificación de muros, altares, templos sumergidos, pirámides y un
elaborado camino ritual o sak be, de
más de 100 metros de longitud, que desemboca en un abismo acuático.
Dentro de las
líneas de investigación de Guillermo de Anda se incluye el estudio de los
cambios climáticos en el pasado histórico e investigaciones relacionadas con la
Era Pleistocénica. En éste último
campo, ha registrado en el fondo de algunos cenotes, restos de fauna extinta nunca
antes reportada.
El ahora
Explorador National Geographic, es también mundialmente reconocido por su
análisis de los huesos humanos provenientes del Cenote Sagrado de Chichen Itzá;
minucioso trabajo de investigación que permitió descubrir una serie de señales
y marcas en las osamentas relacionadas con procesos rituales nunca antes
registrados en las ofrendas realizadas por los mayas en los cenotes: algunas
osamentas presentaron marcas de raíces de árboles incrustadas en los restos
óseos y, sorprendentemente, la mayoría de los huesos de los individuos
sacrificados pertenecieron a niños entre 3 y 13 años de edad, lo que nos
conduce a la conclusión de que no fueron sacrificadas “doncellas vírgenes” tal
y como mal indica el mito popular, es más, algunos de los niños no fueron
aventados vivos al Cenote Sagrado sino que los enterraron y años después
exhumaron sus restos óseos, separaron las raíces de los árboles que los
envolvían y los arrojaron al Cenote Sagrado de Chichén Itzá. Éste, es otro de
los trascendentes descubrimientos que ha realizado el arqueólogo cancunense
Guillermo de Anda.
Actualmente se
encuentra colaborando en un proyecto de investigación de la Universidad
Autónoma de Yucatán y el Instituto Nacional de Antropología e Historia de
México en otros cenotes de la antigua Ciudad de Chichen Itzá y ya ha registrado
otros importantes descubrimientos al descender en las profundidades del Xibalbá
y localizar una ofrenda mortuoria a 10 metros de profundidad en uno de los cenotes de Chichén Itzá que no había
sido explorado, éste descubrimiento nos indica que los mayas sufrieron sequías
que hicieron descender decenas de metros el manto friático del subsuelo
yucateco y, en consecuencia, se vivieron prolongadas sequías que rompieron el
equilibrio de la red social maya.
A las hambrunas
les siguieron las enfermedades, las epidemias y las guerras. Colapsando en
varias ocasiones la continuidad histórica maya. El descubrimiento de Guillermo
de Anda, junto al estudio de Richardson B. Gill “Las Grandes Sequías Mayas” y
los trascendentes estudios del paleoclima de Mark Brenner de la Universidad de
Florida, colaborador de De Anda, nos permite argumentar con certezas que los
mayas no desaparecieron, ni se fueron a la quinta dimensión o a la Constelación
de Orión, tampoco fueron abducidos por los extraterrestres como afirman los
escritores de ficción histórica, sino que más bien sufrieron terribles sequías
que al menos en 4 ocasiones colapsaron el orden económico y social de la
sociedad agrícola maya. Sin embargo, lo descubierto en los cenotes de Chichén
Itzá, confirma la extraordinaria estrategia de supervivencia de los mayas que
habitaron el sitio en el Clásico Terminal y que llevaron al desarrollo de la
antigua ciudad aún en tiempos en los que, en otros sitios, la construcción de
grandes monumentos había cesado.
El reciente nombramiento
que recibió el arqueólogo Guillermo de Anda como Explorador National Geographic
es un excelente motivo para que los cancunenses festejemos el logro de un
coterráneo que ha descendido al Xibalbá para localizar templos y caminos
blancos construidos por los mayas en la oscuridad. Fabuloso que sea el primer
mexicano que obtiene tan honrosa distinción. En junio asistirá a la sede de
National Geographic, en Washington D. C a la ceremonia de recepción de los
nuevos valores y, dentro de pocos meses,
se transmitirán algunos de los documentales y especiales del Explorador
National Geographic Guillermo de Anda en los que conoceremos mas detalles de sus magnos descubrimientos.
En verdad que es una labor maravillosa, por supuesto que es un orgullo para todos los mexicanos que desean aportar y dar más.
ResponderEliminarPor mi parte ya estoy dando a conocer a mis alumnos, amigos y familiares esta noticia y aportación.
Por favor, de parte de muchos mexicanos agradece y felicita al arqueólogo Guillermo de Anda.
Y gracias a ti por siempre compartir.
Hola Rosaura, enviaré tus cordiales palabras a Guillermo apenas lo vea, sensacional que lo compartas con tu primer círculo, compartir es también deconstruir... saludos cordiales...
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