Sus rostros denotan orígenes asiáticos y
negroides, fundaron los primeros centros urbanos de Mesoamérica, tallaron al
jade de manera exquisita, su lapidaria monumental nos ofrece enigmáticos
escenarios mitológicos y, aunque en su estudio existen más incógnitas que
respuestas, es considerada por algunos investigadores como la Cultura Madre de
las Civilizaciones Mesoaméricanas.
Encontramos vestigios de ocupación olmeca desde
el Golfo de México hasta el Océano Pacífico y desde el Altiplano hasta El
Salvador; sin embargo la Península de Yucatán había sido relegada del concierto
olmeca, acaso una máscara de jade ubicada en la Isla de Cozumel pudiera ofrecer
indicios de una presencia olmeca anterior a la Civilización Maya, pero
carecíamos de una prueba sólida de ocupación olmeca en Quintana Roo.
En 1997 y por recomendación de Jennifer Mathews y Julie
Bell, el Dr. Dominique Rissolo visitó la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en,
ubicada en Kantunilkín, Quintana Roo y realizó un estudio fotográfico de los
petrograbados, recolectó y clasificó 105 tiestos de los cuales 3 pertenecen a
la variedad “Axiote Unslipped: Sabán” lo que determina una temprana ocupación
hacia el 700 a. C., es decir, contemporánea a los grandes centros urbanos olmecas.
En enero de 2013, recibí la invitación de un apreciado colega periodista y de mis amigos mayas para estudiar los petroglifos de la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en. Al igual que el Dr. Rissolo, iluminamos con potentes luces inorgánicas y como él, observamos únicamente algunos rostros y confusas incisiones que formaban grecas y máscaras.
Al encontrarnos con imágenes aplanadas por los flashes, reflexioné que en la antigüedad nuestros mayores iluminaban con teas, antorchas o candelas y decidí observar los petrograbados tal y como lo hicieron sus creadores; en una subsecuente visita llevé velas e iluminé con las luces que producen sombras danzantes, entonces, mágicamente se develó la totalidad de los petrograbados y apareció un Relato Mitológico Olmeca compuesto por 5 escenas, cuatro en el muro y una en el costado derecho de una Piedra de Poder situada enfrente de un pequeño cenote.
Gracias a la gentileza de Don Jorge Cab’ --propietario
del terreno donde se ubica la sagrada oquedad--, durante 10 meses visité con
regularidad la Gruta de Xibalbá-Cueva Pak Ch’en y, después de largos periodos
de observación y búsqueda iconográfica, hoy podemos leer con certeza el
contenido cosmogónico de un pueblo de origen olmeca que heredó a los habitantes
mayas de Kantunilkín un imaginario religioso que perduró al menos 900 años,
según los resultados que arroja el estudio de cerámica del Dr. Rissolo.
He dictado conferencias sobre éste tema en universidades de
México y Canadá, he intercambiado información con académicos de ambas naciones,
tuve el privilegio de platicar con los universitarios mayas de la Universidad
Intercultural Maya y estoy concluyendo un ensayo de largo aliento sobre El
Relato de Xibalbá. El sendero de investigación me ha conducido a estudiar con
rigor la literatura arqueológica dedicada a los pueblos olmecas y delante a las
sorprendentes conclusiones, considero de suma importancia dar a conocer al Gran
Público los pormenores de mi investigación.
Durante 14 años y con absoluta libertad de expresión, el
periódico Por Esto! me ha ofrecido un invaluable canal de comunicación con los
habitantes del Caribe de México y singularmente con las comunidades mayas, en
agradecimiento, a partir del día de hoy, en ésta sección cultural e
indistintamente --los miércoles y/o los domingos-- publicaré una serie de
artículos relacionados a la Civilización Olmeca para contextualizar El Relato
de Xibalbá y la presencia olmeca en Quintana Roo.
En próximos artículos trataremos el origen de
los pueblos olmecas, revalorizaremos --cuestionándolo—el concepto de
Civilización Madre y también al mal llamado Periodo Formativo o Preclásico.
Atenderemos los recientes estudios epigráficos de Alfonso Lacadena sobre los
escasos textos olmecas y daremos cuenta de los recientes descubrimientos de
Chalcatzingo y El Manatí; ofreceré pasajes de una novedosa teoría que estoy
desarrollando sobre el origen africano de algunos pueblos olmecas que
estuvieron relacionados con las primeras ciudades del Continente Americano:
Chavin y San Agustín situadas respectivamente en Perú y Colombia; estudiaremos
la temporalidad de los centros urbanos olmecas y ubicaremos los conceptos de “Cultura,
Chamanismo, Arte Sacro, Arquitectura Sagrada, Religión y Estilo Olmeca”;
recapitularemos las investigaciones arqueológicas desde los históricos Alfonso
Caso, Piña Chan y Richard Diehl hasta las recientes excavaciones de Roberto Lunagómez,
John Clark, Carmen Rodríguez, Ponciano Ortiz y Michael Love.
Daremos puntual
atención a los extraordinarios estudios sobre el chamanismo de Peter T. Furst y,
en contraparte, analizaremos la metafórica hipótesis de la “nahuatlidad” de
Christian Duverger que tanta animadversión a creado entre los lingüistas aunque
recontextualizada en el ámbito cultural, ofrece interesantes luces. Algunos de
éstos tópicos forman parte de las investigaciones relacionadas con El Relato de
Xibalbá, otros han surgido de manera adyacente pero son significativos y por
ello los he incluido en las próximas reseñas olmecas.
Queridas lectoras, estimados lectores,
cordialmente los invito a que realicemos un viaje hacia el Origen de lo
Primero. Con la finalidad de que éste ejercicio de reconocimiento de nuestras
sustancias históricas sea de ida y vuelta, estaré pendiente de sus comentarios,
críticas y observaciones tanto en mi Blog como en facebook. Deconstruyamos
juntos lo que nos pertenece a todos por igual.
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