Las Reinas Mayas / ensayo-histórico

Cuando se estableció la agricultura como estilo de vida, las sociedades antiguas experimentaron una severa transformación económica, las diosas-madres fueron desplazadas por los dioses-padres y después de 35 000 años de matriarcado, violentamente apareció el machismo.

Los mayas históricos se organizaron en sociedades agrícolas que concentraban el poder en los varones, los reyes mayas se llamaron a sí mismos Ahau (Portavoz) y en plural, Ahauob. A pesar de que las mujeres de la antigüedad estuvieron relegadas del poder, hoy sabemos que existieron reinas mayas que dirigieron Ciudades Estados, ceremonias, rituales calendáricos, edificaciones y guerras. Algunas reinas mayas utilizaron también el título de Ahau y, se distinguíeron con dos títulos nobiliarios más: Ix (que da referencia al género femenino) y Ch´aho´m (que se refiere a la nobleza en ambos géneros y se traduce como "uno que quema u ofrece incienso").

Los pueblos mayas compartieron religión, usos, costumbres y contaron con el "cholano oriental" como idioma en común para su escritura jeroglífica, nunca formaron un Imperio, se organizaron en Ciudades Estados. Cada Ciudad Estado fue gobernada por familias que consolidaban las dinastías a través de la guerra. Las conquistas eran físicas, militares, ideológicas y teológicas; cuando se confrontaban dos ciudades, también se enfrentaban los dioses tutelares de cada ciudad y para volver tangible lo divino, en los murales de Bonampak, se observan a unos abanderados quienes impetuosamente agitan estandartes y banderas que representan a los dioses mayas combatiendo junto a sus creadores. La guerra maya era de contacto físico más que de aniquilamiento masivo, el objetivo primordial consistía en tomar prisionero al Ahau o a algún Ch´aho´m para luego humillarlo, exhibirlo y sacrificarlo justo cuando lo determinaban las ubicaciones planetarias, principalmente, las de Venus.

Al finalizar una de sus guerras de conquista --en ocasiones duraban años--, los vencedores decapitaban al Ahau e imponían una nueva dinastía; el nuevo Ahau era escogido entre algún noble vencido que mostrara deseos de cooperar con los conquistadores, ese rey subordinado se nombraba Yahau (señor vasallo) y la sumisión era hereditaria hasta que un descendiente procuraba una guerra de independencia. En otras circunstancias de vasallaje, una noble mujer de la ciudad victoriosa era enviada para casarse con un noble de la ciudad vencida y procrear una descendencia mixta. Este fue el caso de la reina maya Ix Wac Chan Ahau (Señora Seis Cielo Portavoz) hija del rey de Dos Pilas, B´alaj Chan K´awil (Dios Kawiil Relámpago del Cielo).

El 27 de agosto de 682, Ix Wac Chan "llegó" (en términos epigráficos mayas "llegar" significa conquistar) a la ciudad de Naranjo (Saal), su marido no figura en los textos y su hijo fue K´ak´Tiliw Chan Chaac (Dios de la Lluvia que Incendia el Fuego) quien a los cinco años ascendió al trono.

Como una impronta del espíritu guerrero de su madre, apenas 20 días después de que K´ak´Tiliw Chan Chaac fue nombrado Ahau, Ix Wac Chan realizó la primera guerra en su nombre. En la Estela 24 (exhibida en el Museo de Arqueología de la Ciudad de Guatemala), Ix Wac Chan aparece pisoteando a Kichichil- Cab quien más tarde fue decapitado, se trata de un Sajal (noble menor) de una ciudad sometida, esta evidencia demuestra que algunas reinas mayas gobernaron y conquistaron Ciudades Estado en equidad con los Ahauob.


Ix Wac Chan



En la ciudad de Palenque (antiguamente llamada B´aakal) gobernaron dos reinas mayas, la primera fue Ix Yohl Ik´nal (Señora Corazón del Lugar del Viento), hija o hermana de Kan B´alam I quien no dejó heredero varón y por ello, el 21 de diciembre de 583, Ix Yohl Ik´nal ascendió al trono y gobernó durante 20 años. Fueron tiempos difíciles para Ix Yohl Ik´nal ya que Calakmul constantemente asediaba, incendiaba y "hacheaba" (saqueaba) a Palenque. La Señora Corazón del Lugar del Viento fue una gran estadista que mantuvo el orden social y el crecimiento económico a pesar de las intromisiones del belicoso Ahau de Calakmul, Uneh Chan (Serpiente Enrollada).

La otra reina de Palenque fue Ix Sak K´uk ( Señora Ave Blanca) quien después de un "hachazo" de Calakmul a Palenque, ascendió al trono y gobernó hasta que su hijo, el célebre K´inich Janaab Pakal K´in (Gran Sol -?- Escudo) contó con la mayoría de edad; Pakal es considerado como uno de los más destacados Ahauob, fue enterrado en el famoso sarcófago del Templo de las Inscripciones y la tumba de la enigmática Reina Roja puede ser el sepulcro de su madre, Ix Sak K´uk.



Ix Sak K´uk



Al contrario de Ix Wac Chan de Naranjo, las reinas de Palenque estuvieron más concentradas en defenderse que en ofender y fueron el garante del poder de su linaje durante los riesgosos momentos en que no existieron varones para el trono, ya sea porque no se procrearon o porque fueron decapitados.

En las estelas 4 y 30 de Cobá así como en la estela I de Tulúm, aparecen respectivamente tres mujeres ataviadas con faldas cubiertas de esferas y barras de jade que forman una entramado similar al de una red; la estela I de Tulum está fechada hacia el 564 y la mujer porta una serpiente que desciende de sus brazos, la serpiente era el símbolo de poder de las sociedades agrícolas que veían en ese reptil a la representación fálica que procuraba la fertilización de la tierra. En las tres estelas, infortunadamente, los jeroglíficos son ilegibles por lo que no conocemos las identidades ni las vidas de estas distinguidas reinas mayas.


Ix K´ab´al Xooc (Señora Nombrada Tiburón) fue una de las tres esposas del Ahau conquistador, Itzamnaaj Balam II (Dios Jaguar Itzamná o Escudo Jaguar) quien gobernó durante 60 años la ciudad de Yaxchilán. Ix K´ab´al Xooc se convirtió en la favorita de Itzamnaaj Balam II y, para demostrarle su afecto, el Ahau le dedicó el Templo 23; en él, se localizan tres obras maestras del arte maya: los Dinteles 24, 25 y 26.



Ix K´ab´al Xooc

En el dintel 25, Ix K´ab´al Xooc invoca una "serpiente de visión" después de haber realizado un autosacrificio en el que ofreció su sangre vertiéndola en una olla ritual que sostiene en su mano izquierda . De la combustión generada con la sangre, el papel amate y el copal depositados en el interior de la olla ritual, emerge una serpiente de humo que repta por el viento; se trata de la serpiente de visión teotihuacana que los mayas nombraron Waxaklahún-Ubah-Kan (18 Imágenes de la Serpiente), una parte de su cuerpo se transforma en un cienpiés que se apoya en el borde del dintel y al girar a la derecha, nuevamente se convierte en una serpiente; de sus fauces surge el patrono de Yaxchilán: Aj K´ak´O´Chaak (El del Fuego, aquel Dios de la Lluvia), se presenta ataviado con un escudo y una lanza de estilo teotihuacano. En el Dintel 25, Ix K´ab´al Xooc invocó a las entidades guerreras de su pasado, cuando Yaxchilán estuvo estrechamente ligada al Imperio Teotihuacano hacia los siglos III y IV de nuestra era. El texto jeroglífico hace referencia a la ascención al trono de Itzamnaaj Balam II el 20 de octubre de 681 pero el dintel fue esculpido en el 723 y colocado en el Templo 23 hasta el año 726. Ix K´ab´al Xooc participó con su sangre en los rituales de ascención de su esposo y de esta manera, confirmó el vínculo energético que mantenía con él y con sus dioses, ya que en la sangre humana, nuestros mayores localizaban una sustancia vital, que nombraron Chulel.

Las reinas mayas fueron representaciones divinas sobre la Tierra como divina era la sangre ofrecida a sus dioses y a sus esposos en nocturnos rituales o la brutalmente vertida a la tierra durante las decapitaciones de los Ahauob que capturaban; fueron actos guerreros, religiosos y políticos que les permitió trascender a su tiempo y llegar hasta nosotros para que podamos conocerlas y reconocer que en la antigüedad maya, existieron mujeres estadistas, militares y de conocimiento.