La Cultura en Canadá es un gran negocio y en México es un
changarro….
Rubén Carrasco.
El jueves 26 de septiembre
dicté en inglés y en francés la conferencia
“Viaje al Mundo de los Mayas” en el Museo Canadiense de Civilizaciones
de Gatineau, a la ocasión de la magna exposición de Arte Sacro Maya “Les
Secrets de la Civilisation Maya” que se exhibirá hasta el próximo mes de
octubre y que con anterioridad se presentó con éxito en el Royal Ontario Museum.
En la muestra se han reunido
250 obras maestras provenientes de museos de Europa, Estados Unidos, Canadá y
México así como piezas que pertenecen a coleccionistas privados. La museografía
es extraordinaria y se respira un ambiente sagrado en la exposición. Obtuve el
permiso del Museo Canadiense de Civilizaciones para grabar un video intitulado “Los Secretos de la Civilización
Maya” que he subido a Youtube. Te invito
a reproducirlo para disfrutar de una de las muestras del Arte Maya más
importante de todos los tiempos.
Algunos participantes en mi
conferencia se desplazaron desde ciudades y regiones distantes de Canadá para
escuchar mis trabajos de investigación, lo cual aprecio y agradecí públicamente. Celebro igualmente el interés
de los canadienses y especialmente el que demuestran los quebequenses por
conocer más sobre los secretos revelados del Mundo Maya.
Desde hace tres años, dicto
conferencias sobre la civilización maya en la Universidad de Montreal y en la
Universidad de Quebec en Montreal, recientemente representé a México en el
Festival Internacional de Percusiones de Longueuil que fue dedicado al nuestro
país y al Mundo Maya durante la segunda semana de Julio y al cual asistieron
200 mil visitantes. Fue el Festival más importante a nivel mundial que se celebrará
durante el 2012 en honor a la Civilización Maya ya que ni en México ni en
ningún otro país del Mundo Maya, se ha previsto un evento tan importante y
multitudinario a la ocasión de la celebración del cierre de un ciclo de la
Cuenta Larga Maya. Igualmente colaboré en la organización técnica del evento,
fungí como representante de otros artistas mexicanos y ayudé a la
reconstrucción de una fantástica Pirámide Maya que se edificó junto a una
Iglesia.
Durante mis constantes visitas a Canadá, me he percatado que la
diversidad cultural es considerada una riqueza y no un estigma, tal y como
sucede en nuestro país. Pueblo de inmigrantes que aprecia la diversidad en un
acuerdo social en el que el orden genera progreso. Canadá tiene una economía que no subvenciona
nada, allá el transporte como los carburantes y la electricidad, cuestan lo que
valen y los impuestos son altos porque de esta manera se ofrece bienestar
social. Ciertamente tienen sus conflictos en el orden de servicios de salud
pero trabajan sobre ello, les faltan médicos por ejemplo y estimulan la
inmigración.
Nuestra sociedad de progreso involutivo subvenciona los alimentos, al
transporte, a la electricidad y los grandes capitales no pagan impuestos. Pemex invierte en España para salvar compañías
en quiebra, el presidente Calderón
cuenta con 3 aviones para transportarse
y autorizó la compra de un avión
que costará el doble de lo que vale el avión de Obama y, con ese dinero,
se podrían construir universidades y hospitales pero delante a nuestra
displicencia colectiva y sin reparo
moral, se realiza un robo a la Nación con intereses no manifiestos.
Como colofón, el presidente del empleo nos hereda una Reforma Laboral
al servicio del capital en la que los salarios se reducirán y se perderán los
recursos legales para salvaguardar el trabajo y las prestaciones sociales –aunque
es preciso reconocer que al tergiversarse esos recursos constitucionales, se
deriva en la recalcitrante corrupción sindical y en el sometimiento de
conciencias que también reditúa en votos, no en balde Calderón le debe la
Presidencia a la maestra Gordillo y vean como les paga a sus votantes-- estamos pues, en medio de una maraña social
donde la simulación es nuestro talante y la Cultura, en lugar de ser un
catalizador de las inquietudes sociales y proyectarse en primer plano en el
desarrollo turístico, es vista como la Tía Fea de nuestra sociedad.
Y es que se “apoya” a la Cultura pensando que es un reducto de un
puñado de mafufos que viven “por amor al arte”. Sin embargo, nada más alejado
de la realidad: estuve en Canadá hablando de la Civilización Maya gracias a las
250 obras de arte que los artistas mayas
nos heredaron y que hoy son exhibidas en la ciudad de Gatineau. De igual
forma, nuestra sociedad cancunense
podría distinguirse por valorar y apoyar a sus creadores de manera
incondicional ya que somos los artistas quienes con nuestro trabajo,
trascendemos al tiempo y creamos identidad.
Así el escultor cancunense, Juan Rojas, es uno de los cuatro artistas en
el mundo que ha incorporado la levitación magnética en sus obras escultóricas,
el escritor Mauro I. Barera acaba de
presentar en España su novela sobre el 2012, Horacio Cárdenas ha exhibido por
el mundo su obra plástica, Fausto Tenorio tiene obra en museos de Suiza por
mencionar tan sólo a algunos creadores que me acuerdo al vuelo y que han logrado
reconocimiento internacional pero en nuestra ciudad no son valorados ni
reconocidos.
Es preciso ubicar que los artistas “no necesitamos de apoyos” esa es
una retrograda interpretación de nuestro lugar en la sociedad. Pedir apoyo
significa que somos inválidos, lo cierto es que un creador donde quiera crea a
pesar y por encima de sus circunstancias, por eso es artista… bueno, cuando lo
es, porque también hay parásitos del status que se dicen creadores y tienen 10
años exhibiendo los mismos cuadros, haciendo teatro de revista pensando que son
actores y así por el estilo.
Conmino a los diferentes sectores gubernamentales y a la Iniciativa Privada para que reflexionen por
un instante que “invertir” en la Cultura es un gran negocio y, además hay dos
motivos sustanciales para hacerlo ya: uno se manifiesta al interior de nuestra
sociedad y, el otro, al exterior. Por un
lado un desarrollo cultural incluyente y constante genera arraigo, permanencia
e identidad; así entonces para la
Iniciativa Privada, invertir en la Cultura, significa blindar a sus inversiones
del descontento social y, en el ámbito externo, organizar eventos de diferentes
magnitudes y alcances generaría los recursos para que la Cultura sea
autosuficiente tal como sucede en Canadá y, ya por añadidura, arribarían
turistas de alto poder adquisitivo quienes se interesan por disfrutar y admirar
nuestra Cultura.
Quienes estamos comprometidos con el desarrollo cultural de Quintana
Roo y México, actuamos y ya está. Sin esperar o pedir “apoyos de ninguna
institución o solicitar favores a los servidores públicos como si fueran los
señores gerentes de nuestra Cultura” simplemente lo hacemos porque nuestras
acciones hablan por sí solas y también porque estamos hartos de vivir en la
simulación cultural y en la cultura de
la simulación.
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