Mirta Blasia Tassini --
Claudio Obregón Clairin
Al contrario de los egipcios, los romanos o los mexicah
(aztecas), los mayas históricos no
formaron un imperio. Se organizaron en Ciudades Estado y no se nombraron mayas
sino que adquirían el gentilicio de cada ciudad, es probable que se les empezó
a llamar mayas porque a la llegada de los peninsulares, Mayapán era uno de los
centros urbanos que vieron en gran actividad y, si atendemos a la leyenda
popular, los primeros expedicionarios que entraron en contacto con los mayas
les preguntaron cómo se llamaban y ellos pensaron que les preguntaban ¿cuántos
son? Al ser un grupo reducido, respondieron Ma’ Yaab (no somos muchos).
Durante miles de años, los mayas compartieron una estructura
religiosa, veneraron a “Entidades Divinas” (que llamamos dioses) y en algunas
ciudades acentuaron el culto a divinidades locales o particulares en tanto que
en otras ciudades ni siquiera se mencionaban o veneraban; hablaron decenas de
idiomas pero tuvieron dos idiomas en común para la escritura jeroglífica, en el
Sur se escribía en cholano occidental y en el Norte en maya peninsular. La
escritura jeroglífica maya fue ideográfica de tal suerte que como sucede entre
los chinos, los coreanos y los japoneses, hablando no se comprendían pero
podían entenderse escribiendo.
Heredaron de los pueblos zoques y olmecas un gobierno sustentado
en “Los Señores de la Palabra” que nombraron “ ahauob’ ”, jefes de Estado que se
decían emparentados con la divinidad del Maíz. En los albores de la
Civilización Maya, los ahauob’ congregaban a sus súbditos y desde plataformas
rectangulares pronunciaban discursos con la finalidad de convencer a la
voluntad popular; para mantenerlos atentos y en silencio, les daban atole y tamales
calientes, relacionaban el alimento con el contenido del discurso (Clark, Hansen,
Pérez, 1994).
Los mayas históricos contaron con una diversidad cultural,
lingüística y religiosa que evolucionó con la influencia cultural, política y
religiosa de Teotihuacan. Así, en la estela 31, en un marcador de pelota de
Tikal y en las estelas 5 y 22 de Uaxactun, leemos que entre el 6 y 14 de
enero del año 378, un militar teotihuacano llamado Sijak K’ak’, conquistó las
ciudades de Perú (Waka) y Tikal, derrocó en la última al ahau (rey) Chak Tok
ICha’ak I. El interés imperial de Teotihuacan se centraba en el control de las
rutas comerciales del Corredor de El Mirador así como en la producción de las
minas de obsidiana ubicadas en la zona que hoy llamamos Montaña Mayas; regiones
controladas por Chak Tok ICha’ak I quien de pronto no funcionó más a los
intereses teotihuacanos.
Vaso Ceremonial que representa "La llegada" de los militares teotihuacanos a Tikal en 378
El dintel 47, ubicado en Yaxchilan y exhibido en el
Museo Británico de Londres, muestra al ahau Pájaro Jaguar con un exuberante
penacho coronado con la imagen de Tlaloc, divinidad teotihuacana de la lluvia.
En el sentido contrario, en el corazón de la Montaña Mágica (pirámide) llamada
de la Luna, en Teotihuacan, Saburo Sugiyama y Rubén Cabrera, localizaron a tres
personajes sedentes que fueron enterrados con un ajuar de jade y estuvieron
orientados en dirección al Mundo Maya, lo que denota que en los orígenes mismos
de Teotihuacan, los mayas estuvieron presentes.
Dintel 47 de Yaxchilán
Estos ejemplos de influencia religiosa, política y militar de
los teotihuacanos en los mayas y la presencia maya en los orígenes de Teotihuacan,
son apenas unos ejemplos del intercambio entre ambas culturas; más tarde, los
mexicah también influenciaron a los mayas de Guatemala. Mantuvieron una
guarnición militar muy importante en el Soconusco que controlaba el comercio de
la costa del Pacífico en beneficio del Impero Mexica, es por ello que en
Guatemala algunas de sus principales ciudades llevan nombres de origen náhuatl
como Huehuetenango o Quetzaltenango y, hasta hoy en día, hay grupos mayas
guatemaltecos que siguen una tradición mitológica de origen nahua que se diferencia de la mayoría de los grupos
mayas de México.
Algunos mayas-guatemaltecos refieren en sus mitos contemporáneos
la existencia de un “Quinto Sol” (una cosmovisión nahua) y siguen un calendario
ritual que no parte de la misma
fecha de los mayas históricos y de sus descendientes en México.
Tzolk’in, es un apelativo acuñado por William Gates en 1921,
para darle un nombre al Calendario Ritual de 260 K’ines o días. Su nombre
original Maya no se conoce, “por ser secreto” según la tradición popular. Los mayistas
le llamaban hasta entonces “Tonalpohualli”, que es el nombre que se le da en
lengua náhuatl. Gates lo bautizó como Tzolk’in con la finalidad de crear un
concepto propio en Maya; combinó dos palabras del Maya Yucateco: Tzol y K’in,
que significan “arreglar, ordenar los días en hilera” El TzolK’in es una cuenta
calendárica que tiene sus orígenes en los pueblos zoques y olmecas, se divide
en 13 meses de 20 días, dando un total de 260 días o K’ines. Los 20 K’ines de
la cuenta del Mundo Maya en México se nombran: Imix, Ik´, Ak´bal, K´an,
Chik´Chan, Kimi, Manik´, Lamat, Muluk´, Ok, Chuen, Eb, Ben, Ix, Men, Kib,
Kaban, Etz´nab, Kauak y Ahau. Es muy probable que la cuenta numérica maya de
base 20 se fundamente en los 20 dedos de manos y pies y los 13 meses en las 13
Constelaciones que siguen su curso del Este al Oeste sobre la eclíptica; con
esta cuenta se unen los seres humanos con el cielo y la matemática se torna un
vínculo con el movimiento divino.
Los Tres Mundos Mayas y el movimiento celeste por la eclíptica que para los mayas era una serpiente bicéfala ubicada del Este al Oeste
El Cholq’ij , es un calendario sagrado del pueblo Maya
Kakqchikel, compuesto igualmente por 260 días divididos en 13 meses o 13 Tonales
o 13 Katunes. Los mayas k´iché de la actualidad, inician su calendario Cholq’ij
en Waqxaqib’ B'atz' (8 B'atz'). En maya k'iche', los veinte días del Cholq’ij
reciben los siguientes nombres: B'atz', E, Aj, I'x, Tz'ikin, Ajmaq, No'j,
Tijax, Kawoq, Ajpu, Imox, Iq', Aq'ab'al, K'at, Kan, Kame, Kej, Q'anil, Toj,
Tz'i'. Estos nombres corresponden al de los 20 nahuales o signos de los días
del calendario, los cuales simbolizan ciertas particularidades que se asocian a
las personas según la fecha de su nacimiento (Barrios, 2000; León, 1999; Méndez
et al., 2008; Rupflin, 1999) y están emparentadas con la cosmovisión de los
mexicah más que con la cosmovisión de los mayas peninsulares e históricos, según
testimonian la tradición oral, la diferente interpretación chamánica para los días y la epigrafía; he aquí el motivo de las
discrepancias esotéricas e históricas entre los mayas de Guatemala y los de Yucatán.
La otra gran diferencia es que el Cholq’ij comienza en Baatz´(Mono, ancestro mitológico, entidad divina que acompaña a la divinidad del Maíz y simboliza la transfiguración de los seres de madera que nos precedieron) y en el Tzolk'in, comienza en Imix (el Seno Materno, la energía femenina y el Maíz, raíz de todo lo que existe en el mundo).
La otra gran diferencia es que el Cholq’ij comienza en Baatz´(Mono, ancestro mitológico, entidad divina que acompaña a la divinidad del Maíz y simboliza la transfiguración de los seres de madera que nos precedieron) y en el Tzolk'in, comienza en Imix (el Seno Materno, la energía femenina y el Maíz, raíz de todo lo que existe en el mundo).
Los mayas históricos fecharon también con el Calendario que
nombramos Cuenta Larga y la última fecha registrada en ese sistema de cómputo
del tiempo se ubica en el año 909 en Toniná, Chiapas. Se Trata de un ciclo de
tiempo que suma 1 872 000 días, justamente es ésta cuenta la que concluirá en
el Solsticio de diciembre.
Tanto el Calendario Haab compuesto por 365 días (dividido
en 18 meses de 20 días y uno de 5 días), como las dos versiones antes
mencionadas del Calendario Ritual de 260 días, tienen fechas equivalentes al
inicio y final del ciclo de la Cuenta Larga que se compone de 1 872 000 días y que
actualmente nombramos también como la Cuenta de los 13 Baktunes (cada Baktún
equivale a 144 000 días 13 x 144 000 = 1 872 000 días).
Ahora bien, el Calendario Cholq’ij, que siguen en algunos
pueblos mayas en Guatemala, se fundamenta en la cuenta astronómica GMT 584283
que inició el 11 de agosto del 3114 a C. y, en México, comenzó el 13 de agosto
del 3114ac. basado en la cuenta GMT 584285, por eso Guatemala se afirma que
finalizará el 21-12-2012 que en el Cholq’ij equivale al 6 Ik´y en el Tzolk’in
de Mexico el 23-12-2012 que equivale al 4 Ahau; como atestiguamos en el
Monumento 6 de El Tortuguero, inscripción que anuncia el advenimiento de la
divinidad Bolom Yoc Té o Bolom Ok Té.
Monumento 6 de El Tortuguero el dia 4 ahau se observa en la tercera hilera de derecha a izquierda en la tercera posición de arriba a abajo.
En la escritura jeroglífica, Bolom, se interpreta de diferentes
maneras, puede significar el número 9, está relacionado con el Xibalbá
(inframundo) y también significa “muchos”, de ahí el origen del título de nuestro
artículo que ejemplifica la diversidad de los mayas históricos, sus varios
calendarios, las múltiples influencias y condicionantes políticas, militares,
religiosas y económicas, así como las diferentes interpretaciones del computo del tiempo de
los mayas contemporáneos.
La relevancia y el origen de las contradicciones interpretativas
del tiempo entre los mayas históricos y los mayas contemporáneos, no son
antagónicas ni están en confrontación, sino que son el fruto de los procesos
históricos y el cruce de cosmovisiones entre el Altiplano y el Mundo Maya.
· Mirta Blasia Tassini, mayista argentina, especializada en los
Calendarios Mayas. www.concienciamaya.com.ar
facebook: Conciencia Maya
·Claudio Obregón Clairin, mayista, conferencista y escritor
mexicano www.literaturaymundomaya.blogspot.com
facebook Literatura y Mundo Maya
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