En éste fragmento de la Escena I de El Relato de Xibalbá --que en enero 2013 descifré en la Gruta de Xibalbá-Pak Ch'en, Kantunilk'in Quintana Roo--, observamos a una de las más antiguas (sino que la más antigua) representación de la entidad divina en forma de Serpiente Emplumada Voladora que conocemos como Quetzalcoatl, Kukulkán o Wuaxaklahun Ubah' Chan. Me llevó cuatro meses descubrirla, ésta fotografía es realmente fantástica ya que después de decenas de intentos, finalmente logré iluminar los Petrograbados sin aplanar la imagen cuando prescindí del flash e iluminé indirectamente y a distancia los Petrograbados.
Cuenta con dos orejas de murciélago y una de ellas tiene dibujada una flama en su punta, entre las dos hay una mazorca de maíz en forma triangular. Al igual que el Dr. Dominique Rissolo que exploró la Gruta de Xibalbá al final del siglo pasado, inicialmente pensé que delante a las orejas de murciélago aparecía una probóscide de la divinidad de la lluvia que los mayas llamaron Chaak pero no fue así, un estudio posterior que realicé con iluminación con velas, me permitió comprender que se trataba de un rostro mas no de una probóscide; en ésta fotografía se ve claramente el rostro. La Serpiente Emplumada Voladora desciende de derecha a izquierda en tanto que debajo de ella, otra composición plástica tiene el ritmo de izquierda a derecha y de abajo a arriba, se trata de varios wayob' o naguales-coesencias que como cuerdas de humo ascienden desde la cola de un reptil. Uno de ellos, realiza un pase mágico al tomar con el índice y el dedo gordo de la mano derecha al pulgar de la mano izquierda.
El way está de perfil y tiene características olmecas, frente a él, otro way lo observa directamente a los ojos, están en comunicación visual. del tocado de la oreja izquierda del way de la derecha, repta una especie de cuerda de humo o serpiente que se transforma en una máscara que durante algunas semanas interpreté como de origen teotihuacano, su factura así lo evidencia, sin embargo, después de leer el conjunto de las imágenes de El Relato de Xibalbá y observar que uno de los elementos monotemáticos es el hacha ritual olmeca, ahora entiendo que la forma triangular de la máscara pudiera ser el resultado de reproducir un rostro-hacha, el asunto da para mucho más y hay más elementos mitogónicos, preparo un libro que publicaré en Canadá.
Resulta fantástico es que existe una deconstrucción de la máscara, su costado izquierdo -derecho nuestro- presenta una fractura ritual (que propicia también el rostro triangular) y de ella surgen varios personajes y más hachas, un jaguar y el número 9 (incompleto) que representa al Inframundo. En una concavidad inferior, aparece el simbolo del viento en forma de T pero invertida, lo que significa el hálito divino que surge del Inframundo para alcanzar el cielo y formar las nubes que propician las imprescindibles lluvias.
El Relato de Xibalbá es un conjunto de improntas chamánicas y encontramos pasajes del periodo de transición hacia una sociedad agrícola en las que destacan las entidades divinas que interactúan con los wayob' o naguales de los chamanes. El Relato de Xibalbá es el conjunto de petrograbados olmecas más importante hasta ahora descubierto y su contenido iconográfico ha venido a revolucionar nuestra interpretación histórica y a constatar algunos pasajes de la tradición oral mesesoamericana sobre los wayob' o naguales. Desde hace varios años argumenté en tesis y desarrollos teorícos que la Religión Maya era de origen chamánico y olmeca, fui sistemáticamente denostado y descalificado por el INAH de Quintana Roo, ahora El Relato de Xibalbá confirma que estoy en lo cierto, al tiempo...
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