La afición mexicana es considerada una de las animadoras
de los Mundiales de Fútbol y su desbordado optimismo culmina casi siempre en
una sensación de pérdida más que en la satisfacción de haber realizado una
batalla digna. Los mexicanos somos hijos de violentos guerreros: mexicah,
mayas, aragoneses, mixtecas, castellanos, totonacas y moros, entre decenas de
pueblos y civilizaciones que configuraron nuestra multicultural identidad; he
ahí el origen de nuestro talante bravucón que en el Mundial de Brasil fue
dignamente representado por el entrenador de la Selección quien con sus
berrinches y señalando “al otro -
al árbitro” como el responsable de los reveces, también representó con
soltura a nuestras sombras nacionales.
Somos el versallesco encuentro de armamentos desiguales y
violencia desmedida, pero así es la Historia Humana. La diferencia es que
algunos países se enorgullecen de su pasado y para los mexicanos es un estigma
porque lo comprendemos de manera errónea, desde niños recibimos una educación y
referencias deformadas en la que nos asumimos conquistados. Salvo Juárez y los
zacapoaxtlas, los demás héroes nacionales terminaron decapitados, traicionados,
expulsados, balaceados, robados…
“No fue penal…” ejem… disculpen, pero el árbitro marcó una
de las 10 faltas dentro del área de los 16-50 y… al rinconcito papá. Esa es la
realidad, detenerse en la aspiración de justicia significa abstraerse del compromiso
que adquirimos al aceptar las decisiones absolutistas de la FIFA y participar
en su campeonato mundial amañado, corrupto, inequitativo, transgresor,
capitalista a ultranza e injusto.
En la cancha faltó manejo de partido teniendo la victoria
en la bolsa, los ratones verdes zigzaguearon en la entrada de la ratonera pero
lo que resultó una verdadera vergogna
fue la violencia sexual expresada por los insignes funcionarios panistas de la
Delegación Benito Juárez, Rafael Miguel Pederzini y Sergio Israel Eguren
Cornejo, quienes fueron perseguidos por una turba, entregados a la policía
acusados de manosear a una frondosa brasileña y propinar una severa golpiza a
su esposo. Los testigos detuvieron a los malosos hasta que la policía los llevó
a unos separos donde aguardan la determinación judicial para saber si los
condenan a uno o varios años de prisión, es probable que también sean
exonerados en un infame y lamentable acuerdo binacional de las respetuosas
justicias mexicana y brasileña. Los funcionarios son del PAN, del partido de la
moralidad y la decencia persignada, a esta bonita familia se le viene la night.
Una adolescente mexicana de 15 años, implorando a los
dioses del estadio después de la derrota de la Selección, subió a Youtube su
inspirada composición “Pinches Holandeses” la cual lleva más de dos millones y
medio de visitas y el pegajoso estribillo dice: …Gio metió un golazo. Ochoa fue
un dios, el público se unía en esta ovación “Eeeeeehhh Puto” / Pinches
holandeses nos sacaron de Mundial con sus penaltis fingidos y malicia natural /
Robben gran actor, árbitro cegatón, nuestras grandes hazañas nos las anuló un
cabrón / a punto de ganarles tenía que haber un truco, el árbitro era un puto /
Chinguen a su madre y ya luego veremos, en cuatro años vendremos a quitarles su
desmadre.
Déeejenme ver. La adolescente aparece en su cuarto rodeada
de juguetes reposando entre libros y cuadernos, es inteligente, informada y con
ánimo de ser protagonista de su historia, pero es fatalista, nos revela la
herencia mental de una pérdida. Hubo quien comentó el video lamentando el
lenguaje soez de la adolescente, otros festejaron el ingenio la armonía y la
burla, cierto es que nos detenemos en lo que debió ser, lamentamos que no fue,
culpabilizamos al representante de la mafia e insultamos a raja tabla tanto a
quien triunfó fingiendo como a todos sus compatriotas a quienes de entrada les
mentamos la madre y ya luego veremos… ¿y nosotros? ¿Dónde quedó el manejo de
juego?¿Por qué desde 1994 los cambios no fueron los correctos? Sin autocrítica,
dentro de cuatro años y luego dentro de otros cuatro años y por siempre, los
mexicanos nos sentiremos robados, nunca saldremos de los casi, casi, seguiremos
siendo los ratones verdes fulminados por la diagonal matona.
La canción “Pinches Holandeses” tuvo su réplica en una
adolescente holandesa llamada Karlijn Rietkerk quien en Youtube lanzó este
zambombazo musical: “Me topé con tu video y me alteró un poco que una chica de
15 años diga cosas tan fuertes ¿No te dijeron tus padres que es inapropiado (el
lenguaje)? Y que debes cerrar la boca. Es realmente triste ver que no puedes
aceptar perder. Si estuviera en tu lugar no diría esas cosas. Ve a llorar a tu
cama porque México se fue. No importa, porque nos divertimos. Es en el futbol
en donde te pateamos el trasero. Tu estás en camino a casa y nosotros seguimos
en camino al trono. FUN La F es por fracasar en derrotar a los leones. La U
Para que chupen las bolas. La N es porque nunca ganarán la copa. Hicieron un
buen partido pero no fue suficiente.” Uff, uff y recontra uff… así que a la
adolescente holandesa le altera el lenguaje soez de la mexicana pero se despide
insultando genitalmente…
Ser aficionado de la Selección Nacional Mexicana implica
reconocerse en el dolor, la impotencia, la pérdida, la simulación y la
injusticia. Ser aficionado de la afición, no tiene precio.
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