Las sociedades mayas históricas
y las de hoy, se caracterizan por ser comunitarias, rituales y agrícolas. Nosotros
configuramos sociedades individualistas, de consumo y de servicios. Es preciso
ubicar esa diferenciación para comprender las equidistantes expresiones
culturales mayas y su relación con la materia y lo sagrado. Nuestra sociedad
capitalista de manera desigual ofrece oportunidades para diferenciarnos, las
sociedades mayas contemporáneas ofrecen la mismas oportunidades para
diferenciarse. En nuestra sociedad domina la usura y la transa, vemos al otro
como una presa que envolvemos con la simulación. Nuestro sistema social otorga
la oportunidad de trascender sin méritos en tanto que para acceder a un cargo
público en el mundo comunitario tztozil, se precisa de una conducta impecable
así como haber demostrado ser útil a la comunidad.
¿Es la primera vez que
viene a Chamula? Me pregunta el joven tzotzil quien orondamente conduce la
camioneta que va a San Juan Chamula, no --le respondo--, vengo por aquí desde
antes que nacieras, pero últimamente ha cambiado mucho, le comento y me
responde: "Y seguirá cambiando..." la comprensión
de la impermanencia es una de las virtudes de los chamulas y es que
reconocen en su cotidiano trazos de la "Sagrada Temporalidad Maya" en
la que el tiempo se ritualizó venerando a los vientos que todo lo mueven sin
ser vistos, por ello son los dueños de los montes o de las cuevas y los malos
vientos provocan la enfermedad del susto que comprende mejor el psicoanálisis
que la alopatía...
Las sociedades
comunitarias tienen rasgos de equidad dentro de sus machistas usos y
costumbres: en el origen, todos sus integrantes tienen las mismas oportunidades
para diferenciarse. Es por ello que encontramos residencias californianas en
San Juan Chamula junto a cabañas de lodo y madera. Algunos chamulas emigraron a
USA como trabajadores de la construcción, después de algunos años regresan a su
pueblo para construirse residencias al estilo de sus patrones norteamericanos.
No es una o son dos, paulatinamente San Juan Chamula se está pareciendo la
Colonia Polanco en el D. F.
La abrupta diferenciación
económica que distingue a la sociedad capitalista está siendo igualmente
reproducida por la sociedad comunitaria, una se sostiene en el sometimiento del
colectivo, la otra en el esfuerzo individual. Ahora bien, eso es en vida,
porque cuando se muere, en el mundo tzotzil comunitario, se vuelve a ser uno en
equidad con los otros. El letrero del cementerio claramente establece que está
prohibido la construcción de capillas, es decir, nadie puede en la muerte ser
diferente al grupo ni mostrar su riqueza material más allá de su existencia.
Tampoco se permite el "enmallado individual", lo que significa que
nadie puede poner cerca o diferencia energética del espacio comunal; prohibido
también el pastoreo de borregos, lo cual significa que no es prudente que los
borregos coman de la hierba que surge de los ancestros. Ni robar veladoras y no
tanto porque no tengan para comprar veladoras sino porque la luz del otro no
puede ser hurtada... y después de advertir la sanción firma el H.
Ayuntamiento... es decir, la Ley.
Estas improntas
culturales chamulas nos revelan la adaptación y selección de las ventajas
económicas y materiales que ofrece a los chamulas la sociedad de consumo y al
mismo tiempo nos devela la percepción que tienen de la muerte comunitaria en la
que las tumbas se amontonan unas con otras sin importar los méritos económicos
que hicieran en vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario