El laudero cancunense, René Lemus, logró reconstruir el único Tambor de
Cuerda Maya que tenemos registro, se encuentra dibujado en un vaso cilíndrico
de la colección Justin Kerr y es la imagen que acompaña este artículo.
Artistas e intelectuales quintanarroenses fuimos invitados al Festival
Internacional de Percusiones de Longueuil, Canadá y, platicando con mi amigo,
el cantante Chak, reflexionamos que
ya que íbamos a representar a México y al legado cultural de la Civilización
Maya, sería fantástico aportar algo único “al Festival más importante a nivel
mundial que celebra el final de un ciclo del calendario que llamamos Cuenta
Larga” (durante 6 días asistieron más de 200 mil personas dispuestas a descubrir las riquezas de la Cultura
Maya).
Fue así que decidimos reconstruir el Tambor de Cuerda Maya pero honestamente
nos vimos limitados en la ejecución e invitamos al maestro Lemus quien accedió
a participar en el proyecto. Al examinar el dibujo, inicialmente creímos que la
base del tambor podría ser un Huaje ( Lek’ ) y pensamos que la cuerda que sirve
de difusor podría haberse manufacturado con fibra de una planta epifita llamada
bromelia; machacamos unas hojas de la planta para obtener los filamentos que
después trenzamos pero al cabo de unos días, la cuerda se fracturó.
René intentó entonces con tripas de animales pero tampoco funcionó,
digitalizando cada parte del dibujo del tambor y en un segundo análisis comprendimos
que la base no era un Lek’ sino una tradicional olla frijolera con un corte en
su base. Observamos también que la cuerda no era uniforme y concluimos que se
trataba de un cuero en lugar de una tripa. Con estos nuevos materiales, el
maestro Lemus reconstruyó el tambor y la cuerda difusora del sonido.
En la parte superior se observa una vara dentada que “raspa” a otra vara
plana, René las talló y cuando todo estuvo listo, nos inquietaba el sonido que
produciría el Tambor de Cuerda Maya. El dibujo nos muestra que la vara dentada
raspa a la otra que está en tensión sostenida debajo del brazo del músico maya y,
al momento de rasparla… se produjo un sonido que nos dejó atónitos ya que se
asemeja al rugido de un jaguar…
Más que un tambor para producir un ritmo o una línea melódica, en
realidad fue un instrumento utilizado como un acento durante las atmósferas
sonoras que acompañaban a las danzas y rituales; junto al músico con el tambor,
aparece un bailarín equilibrista.
La música maya fue principalmente percusiva y es muy probable que fuera
también pentafónica, su sentido ritual nos ubica en un plano mágico, la música
como la palabra y la danza, fueron vehículos para comunicarse con sus entidades
divinas.
Me complace compartir con ustedes, amables lectoras y lectores, este
logro histórico. Hemos dado sonido a un instrumento que estuvo en silencio por
más de 1 000 años y nos ha sorprendido con el rugido de un jaguar. En un
costado del tambor aparece dibujado el jeroglífico “ Ik’ ” que significa
viento, aliento, hálito, fuerza vital y como suena al rugido de un jaguar, lo
hemos llamado Ik’ B’alam que traducimos como “Viento del Jaguar”.
En el Festival Internacional de Percusiones de Longueuil, Canadá, los
músicos Chak, Inti, Marino, Gandhi García y un servidor, realizamos una
ceremonia en la que presentamos al Ik’ B’alam delante a la estupefacción de
decenas de quebequenses quienes por vez primera en un milenio, escucharon un instrumento maya surgido
de la otredad gracias a la maestría de René Lemus.
Los artistas involucrados en el proyecto Ik’ B’alam, reconstruimos
otros instrumentos mayas y preparamos un espectáculo en honor al Dios Bolom Ok
Té: enigmática divinidad que en la
Profecía Maya inscrita en el Monumento 6 de El Tortuguero, indica su “descenso
a la tierra para el invierno del
2012”. De tal suerte que como en Canadá, próximamente en nuestro país,
presentaremos a Ik’ B’alam y pronunciaremos algunos textos jeroglíficos mayas que
hablan de Bolom Ok Té. Escucharemos las palabras sagradas y el instrumento
ritual que estuvieron en silencio por más de mil años y que hoy, somos capaces
de pronunciar y conocer sus significantes así como reproducir la ferocidad del
rey de la selva del Mayab.
El maestro René Lemus ha realizado una grabación junto al ingeniero de sonido Carlos Mimendi en la que escuchamos al Ik' B'alam, con gusto la compartimos con ustedes:
¡Excelente reconstrucción del tambor¡
ResponderEliminarNo tenía conocimiento de esta vasija, yo toco la trompeta hecha de maguey que se aprecia en el mural de Bonampak que está en el video, me gustará participar en un ensamble con estos instrumentos. ¡Felicidades por su trabajo!
Estimado Inaodito, muchas gracias por tus comentarios, vivimos en Cancún y podemos escribirnos a literaturaymundomaya@gmail.com para ponernos de acuerdo y con mucho gusto unimos criterios, búsquedas y capacidades, saludos cordiales. Claudio
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