En su mano reposaba el cero y advertía que no era la nada sino el inicio del tiempo. Alzó la
mirada al cielo para reconocer su próxima morada y su hermano mantuvo la vista
fija en el torrente de agua... practicaba ocuparse del fluir de las mareas.
Los abuelos recuerdan que delicados fragmentos de
papel amate roídos por el viento contenían la fecha de la Creación...
ascendieron hacia la bóveda celeste y dicen los que cuentan las historias de
verdades ocultas que cuando sus rostros en plenitud reposaban en dos
horizontes, entre ambos se formaba una serpiente bicéfala y... aunque desde el
inicio sólo uno cuenta con el poder de aparecerse tanto de día como de noche; ambos otorgan la luz que precisan las palabras para leer al tiempo suspendido
entre las piedras...
Texto: Claudio Obregón Clairin
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