martes, 16 de abril de 2013

CANCUN ES CULTURA... de la simulación I



Alejandro Ramos, director del Instituto de la Cultura y las Artes, Julian Ricalde, Presidente Municipal de Benito Juárez, el escultor Gregory Pototsky y la actriz Natsha Shell


El lingüista ucraniano Yuri Valentinovic Knorosov logró descifrar los primeros jeroglíficos mayas, Yuri fue un hombre entregado al conocimiento, un sabio que en vida lo criticaban sin sustento y no fue sino hasta el invierno de su existencia que se reconoció su logro intelectual. Murió abandonado en un frío pasillo de un hospital y lo enterraron en lo que fue un basurero.

El Mundo Maya le debía un reconocimiento pero ningún gobierno o institución había pensado en dignificar su legado con un monumento. Al inicio del 2012, el mundialmente reconocido escultor ruso, Gregory Pototsky, de muto propio se acercó al Instituto de la Cultura y las Artes de Benito Juárez (ICABJ) con la voluntad de “regalar a la ciudad de Cancún” una escultura del maestro Knorosov.

Con pompa, 17 centavos, un tubo mal soldado, bailables típicos y jóvenes acarreados, el 23 de marzo 2012, la escultura de Gregory Pototsky se colocó en el jardín ubicado entre Av. Bonampak y Av. Kukulkán. Ese día, pronuncié un discurso en homenaje a la obra de Knorosov y además de explicar a detalle los logros epigráficos del sabio ucraniano, mencioné que finalmente se dignificaba en el Mundo Maya a la obra de Valentinovic y que la escultura de Pototsky formaría parte de nuestros referentes escultóricos urbanos, creando identidad, pertenencia y arraigo, es decir, tres de los valores sociales que carecemos.


En aquellos soles colaboraba con el ICABJ y durante la inauguración le dije a su director, Alejandro Ramos: la base de la escultura tiene un tubo mal soldado y quedó muy frágil… “no, así está bien” fue la respuesta de Alejandro. Semanas después se la intentaron robar “Ya ves, te lo advertí”, le comenté a Alejandro… “no, no, no, lo que pasa es que el tubo no aguantó y se dobló…” esa fue su respuesta, cuando fui a ver la escultura, el tubo no estaba doblado sino serruchado. Debes colocarla de otra manera, quizá enterrando la base en la piedra, le dije y me contestó: “así está bien, no te preocupes…”

En Agosto 2012, se robaron la escultura de Pototsky. Tiziana Roma azuzó a través de facebook a Alejandro para que --dos días después-- despertara de su sonrisa e hiciera la denuncia de robo en el Ministerio Público; lo hizo y cuando supieron que valía 280 mil dólares, rápidamente apareció la escultura; la tenía el joven Wilberth Hernández. La versión oficial indica que el muchacho dijo que le llevaron la escultura en una camioneta y la compró como chatarra. Le tomaron una fotografía para exhibirlo en los periódicos, los boletines oficiales ensalsaron la recuperación encubriendo la ineptitud y Wilberth salió libre por no ser considerado un delito grave el robo de la escultura, la cual, por cierto, se localizó incompleta.

Desde Agosto 2012 que se perdió y luego se recuperó sin el fragmento superior, el director del ICABJ, no ha realizado ninguna declaración sobre dónde y cuándo se volverá a colocar la escultura que el maestro Pototsky regaló a Cancún. Cuando Alejandro llegó a la dirección del ICABJ, confesó que de Cultura no sabía mucho pero que “le iba a echar muchas ganas…” ahora bien, ganas se necesitan para cargar costales de frijoles en la Central de Abastos, pero para dirigir un Instituto de Cultura, se precisa contar con capacidades intelectuales, criterio, visión y palabra.

Estas penosas situaciones suceden cuando se privilegia la distribución de cotos de Poder entre las tribus partidistas de una alianza electoral que “ven al gobierno como un botín” y no se designa a los individuos con las capacidades para ejercer con criterio la dirección de un Instituto de Cultura ¿quién pierde? “El desarrollo cultural de nuestra comunidad” ¿quién gana? “Aquellos que procuran y alientan la mediocridad del Progreso Involutivo y la enajenación de la conciencia social”.

Estimado Alejandro Ramos: por ser tu responsabilidad, desde hace 9 meses te lo he inquirido en privado y tu desidia me conduce ahora a cuestionarte delante a la opinión pública: ¿Dónde está físicamente la escultura de Knorosov y cuándo y dónde la van a colocar con firmeza? Te recuerdo que es un regalo que Pototsky realizó a la ciudad de Cancún y también que la memoria de Yuri Valentinovic Knorosov, la filantropía y calidad plástica del escultor Gregory Pototsky, así como el patrimonio urbano y los ciudadanos cancunenses: estamos siendo agraviados por la indiferencia, por las limitaciones y por la ausencia de criterio que revelan tus actos detrás de tus silencios. Estás emplazado a responder públicamente. Saludos cordiales. Claudio Obregón Clairin.










2 comentarios:

  1. Saludos Oz, he visitado tus blogs, mucha información, gracias por invitarme a conocerlos, saludos cordiales. Coc

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