sábado, 10 de noviembre de 2012

Crónica del Congreso Hora Cero “El renacer del Turismo” Universidad Autónoma de Aguascalientes




Cuando vi el avión me dije, es un mosquito-jet y seguramente no me van a dar de comer, así fue. Llegué a Aguascalientes con hambre y gustoso de participar en el Congreso Hora Cero “El Renacer del Turismo” que organizaron los estudiantes de la facultad de turismo de la Universidad Autónoma de Aguascalientes. Finalmente conocía a Cristy, una entusiasta estudiante que me había contactado en Julio pasado para invitarme a participar en dicho congreso; en la sala de espera se encontraba también Angélica y Daigo, quienes al verme sintieron un gran alivio ya que no nos conocíamos y siempre cabe la posibilidad de que los desconocidos no lleguen a la cita acordada, pero en el Mundo Maya he aprendido que la palabra es sagrada y siempre la cumplo. Fiel a su ascendencia oriental, lo primero que hizo Daigo fue ofrecerme su tarjeta de presentación que al calce decía “Arquitecto Paisajista”. Me preguntaron ¿quiere usted ir a comer o al hotel? Como ustedes quieran –respondí-- pero en realidad rogaba a los dioses del aeropuerto que me dijeran “vamos a comer un pozole o unos tacos”.

Lo llevaremos a un excelente restaurante donde el menú esta diseñado a base de cacahuate –me dijo Angélica con una bella sonrisa--, lo que ellos no sabían, es que en los dos vuelos que tomé para viajar de Cancún a Aguascalientes, me había zampado 5 bolsitas de cacahuates japoneses, que acostumbran ofrecer como alimento en los aviones y que por cierto, en Japón no existen. Rumbo al centro de la ciudad, pasamos por la gigantesca ensambladora de automóviles Nissan y me dijeron: Aguascalientes tiene fama de contar con gente buena, trabajadora. Luego hablamos de los productos y subproductos turísticos, les platiqué que en Cancún hemos cometido el error de privilegiar la comisión sobre la calidad en el servicio y se han monopolizado los servicios de excursiones por una empresa que se dice “socialmente responsable” pero que en realidad no lo es ya que discrimina a los guías con trayectoria y canas, asalariando a jóvenes con voluntad pero sin experiencia, entonces el monopolio gana y pierde el destino turístico.

Comenté también que en un desarrollo turístico lo trascendente es que todos los sectores involucrados ganen en equidad porque eso genera progreso, arraigo y pertenencia, entonces uno compite enarbolando la calidad en el servicio y no blandiendo las relaciones, las transas y las sumisiones. Narré otros desvaríos en la distribución de la riqueza que genera el turismo sin proyección social. Les advertí que el sistema All Inclusive es excluyente, que las empresas trasnacionales son quienes ganan y nos dejan contaminación y el pago del predial; les platiqué también de la terrible crisis que vivimos en Cancún que ha generado violencia y desesperanza provocando que mucha gente emigre. Aprendan de nuestros errores --les dije--, el turismo masivo no es un objetivo cuando se privilegia la marginación y la comisión por encima de la calidad en el servicio. Vivimos en una Zona Maya, todo tiene nombre maya pero los mayas son los menos beneficiados de la Industria Turística.

Llegamos al centro de la ciudad, me mostraron los espacios donde se desarrolla la célebre Feria de San Marcos, admiré la escultura taurina “El Encierro” gocé del frío nocturno y nos dirigimos al restaurante. Daigo nos contó la experiencia de su estancia en un monasterio budista en Japón donde aprendió los secretos de la jardinería a través de la disciplina Zen, comentamos de cosas raras que se comen en el mundo y les platiqué que recientemente había probado en casa Oscar Aguirre, mi querido amigo actor-viajero-fotógrafo que vive en Montreal, un delicioso café que se produce en Vietnam, es, sin duda, el café más delicioso que jamás he probado y les comenté que los granos se los dan a comer a unas comadrejas quienes después loa regurgitan para que con sus jugos gástricos le cambien la composición química. Daigo me aclaró que en realidad no los regurgitan sino que siguen todo el proceso digestivo y luego los expulsan por el otro lado del tracto digestivo… entonces recordé que había olvidado que mi amigo actor-viajero-fotógrafo es un excelente mitómano y bromista profesional. Angélica nos narró que cuando estuvo en Brasil la gente le preguntaba que cómo le hacíamos los mexicanos para dejar los caballos cuando teníamos que hacer las compras y que el Chavo del Ocho era un icono de la tradición mexicana, reímos de cómo en ocasiones nos ven en el extranjero y Cristy comentó los gratos resultados de su reciente visita a un Encuentro Nacional de Jóvenes Universitarios en Acapulco, lo cuál, es un aliciente esperanzador ya que los jóvenes son quienes podrán cambiar --con sus actos-- el rumbo tambaleante del país.

Cuando ya me había acabado la mantequilla y los panes que elegantemente sirvieron en la mesa, llegaron Víctor y su distinguida esposa así como Sergio, quienes respectivamente venían al Congreso desde Hidalgo y Colima, son los representantes de dos Pueblos Mágicos, Real del Monte y Comala. Al día siguiente participarían en una mesa redonda sobre sus experiencias y compartirían con los jóvenes hidrocálidos las bondades de este programa turístico mexicano que ahora se exporta a España, Chile y otras naciones. En una próxima crónica daré cuenta de sus magníficas ponencias. La cena fue servida y degusté una deliciosa crema de cacahuate y un exquisito salmón bañado en salsa de cacahuate. El postre tuvo que sufrir una licencia cacahuatera ya que no pude resistirme a un suculento pastelito de chocolate; al concluir el café y en calidad de vaca después de pastar, me levanté de la mesa después de disfrutar de una generosa plática con mis nuevos amigos, me instalaron en un hotel de lujo, dormí silenciosamente. Al día siguiente desayuné como niño de hospicio y elegantemente encorbatado me dirigí a la conferencia que tanto anhelaba dictar en la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Fui gratamente sorprendido con la invitación a subir al podio para inaugurar el Congreso Hora Cero “El Renacer del Turismo” junto a profesores y estudiantes de la universidad. Luego vino la mesa redonda y, cuando concluyó, fuimos invitados a degustar deliciosos bocadillos, me ofrecieron una especie de agua de horchata de origen japonés –de cuyo nombre no puedo acordarme--.  Al final de la conferencia tuve presenté una grabación de mi amigo laudero René Lemus con quien reproduje el único tambor de cuerda maya que tenemos noticia, son sonidos de la selva realizados con ocarinas y el tambor de cuerda maya suena a jaguar. Sugiero -les dije a los universitarios- que nos concentraremos en los sonidos y  apaguemos las luces del teatro, así podremos deleitarnos con una proyección mental a la Selva Maya.

Al concluir hubo algunas preguntas, no todas las que hubiera querido responder ya que como de costumbre me había excedido en el tiempo reglamentario y, al concluir, me sentí satisfecho de que los jóvenes hidrocálidos y los universitarios que también llegaron de otros Estados de la República, quedaron satisfechos y con el conocimiento preciso de lo que realmente dijeron los mayas sobre el 2012. Al bajar del escenario tuve un premio mayor cuando grupos de bellas universitarias me solicitaron fotografiarse conmigo.

Luego mi nuevo amigo Omar me llevó a comer sushi y después al aeropuerto, fue una experiencia extraordinaria, es verdad que en Aguascalientes hay gente trabajadora, que te ve sin malicia, que se reconoce con dignidad en el espejo de su riqueza cultural y les auguro un futuro turístico a la altura de su calidad humana. Gracias amigas y amigos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, mis votos para visitarlos nuevamente y compartir el legado cultural de nuestros mayores.

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