--¿Es usted creyente?
--No, soy dudante...
--Pero... entonces, si no cree… ¿en qué cree?
--Dudo
--Tenga entonces un coscorrón, a ver ¿duda del dolor?
--Oiga, no se pase, ahora dudo de su cordura
--Pero le dolió verdad o ¿todavía duda de ello?
--Dudo que usted quiera saber la verdad
--¿Cuál verdad?
--Que todo es relativo y sometido a la creencia
--¿Cuál creencia?
--Cualquiera, como en la que usted cree...
--Pero si creo existo, si nada más pienso no actúo y si existo es porque estoy seguro que existo, de eso no dudo...
--Usted tiene creencias que lo conducen a creer que cree en algo cierto pero todo lo que creemos pasa de moda o dígame: cuando los aztecas creían que el Sol no saldría si no le daban corazones humanos para que se los comiera, nunca imaginaron que el Sol saldría después de que los castellanos y aragoneses destruyeron el templo del Sol; sin embargo, siguió saliendo...
--Si pero es que sus creencias eran muy disparatadas
--Y las de usted ¿por qué deberían ser correctas?
--Porque no dudo de ellas
--¿En qué cree exactamente?
--En que todo lo que existe es porque forma parte de un orden divino
--Pero todo surgió de un caos, aunque esa es otra creencia
--Bueno, en el principio fue el verbo…
--Mire, usted se maneja con adjetivos que lo conducen a utilizar preposiciones y termina siendo un acento en un verbo que no se acentúa, como quien dice, es usted prosódico y por lo tanto existe pero no es tangible porque usted simplemente cree en creencias...
--Y usted se cree el muy sustantivo pero vive en un paréntesis pensando en un punto y seguido siendo simplemente una comilla de un enunciado existencialista que vive frustrado por no poder partirse en dos para estar tanto al principio como al final de la frase.
--Eso es lo que usted cree
--Eso no lo creo, es algo cierto
--No es cierto
--Sí, es cierto, sino.. a ver... demuéstremelo...
--Cómase éste hongo
--A ver démelo...mñiam...mñiam... sabe a tierra y es dulzón...
--No hable pendejadas, a partir de ahora todo lo que diga será usado en su viaje
--¿Cual viaje?
--Son Hongos psicotrópicos... se llaman derrumbes...
--Oiga... no sea usted pasado
--Usted da coscorrones.. yo doy viajes
--Guácatelas...
--¡No blasfeme! ¡Ni intente vomitar!
--Es que ya me dio miedo
--Esa es otra creencia
--Usted no se va ir... verdad, no me va a dejar aquí solito...
--¿Le da miedo la Soledad?
--Un poco, bueno si... bastante...
--Por eso cree, para no sentirse solito...
--Oiga me están dando extrañas sensaciones en la panza, como si tuviera mariposas que quieren volar...
--El que va a volar es usted...
--Pero usted no comió... ¿no me va a acompañar?
--No necesito comer hongos para volar
--¿Cómo es eso?
--El Hongo hablar una vez, claro y fuerte... si no le hace caso y lo vuelve a comer, entonces lo regañará...
--¿Pero no hace daño el hongo? ¿No me voy a intoxicar?
--De todas las substancias que alteran la conciencia, científicamente está comprobado que el Hongo es lo que menos hace daño
--¿Y cuál es la substancia que más hace daño?
--El alcohol y es legal, es más, lo publicitan…
--Pero yo creía que era la cocaína…
--Ya ve que todas las creencias no son reales
--Pero tampoco es real que se están moviendo las paredes ni que siento como que me zumban los oídos y escucho mi corazón latir muy claramente y no siga pensando que estoy empezando a viajar… oiga… ¿cómo es que puedo leer su pensamiento?
--Porque está usted conectado con la unicidad
--Entonces por eso siento que soy aquel árbol y también escucho que aquellos cenzontles están platicando las historias que vivieron ayer... oiga... ya se dio cuenta que esas aves están diciendo de que ayer llovió y hoy van a comer muchos gusanos que van a salir de la tierra y ¡vea usted a esas rocas! ¡Están respirando…! Oiga ¿es de noche o de día? Porque el Sol ahí está y de pronto me da frío explíqueme ¿que chingaos me está pasando?
--Usted ha dejado de creer y ha empezado a ver…
--Me siento como un niño… todo tiene sentido, es más... usted ya no me cae gordo ni tengo ganas de darle otro coscorrón como quería hacerlo hace rato y tengo la sensación de que voy a volar…
--Hágalo…
--Pero eso es imposible
--No para los dudantes…
--Pero yo soy creyente
--¿En qué cree?
--En lo que veo
--Entonces véase volar
--Pero eso está reservado para los ángeles
--¿Quiere usted ver a Dios o a su primo?
--A Dios, por supuesto…
--De un salto… y luego otro y luego otro, antes de llegar a aquel árbol estará usted camino a Dios
--Mejor me quedo aquí sentado, me hago chiquito en éste rincón
--Ese es el camino más rápido para llegar a Dios
--¿Por qué?
--Por que Dios está dentro de usted, y cuando lo vea, dejara de creer y empezará a dudar en las creencias, se sentirá pleno con su verdad…
A media noche, el creyente se levantó de su rincón,
alzó la mirada al cielo estrellado y al verse solo, dio gracias a Dios, luego caminó
sonriente, sereno, sabiendo que pronto vería a su familia y por vez primera no
apresuró el paso, dejó de creer en las creencias para empezar a ver las
vivencias…
Adore !
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